Re: LA OTRA CARA DEL ADVENTISMO
Estimado revelador. Saludos cordiales.
Tú dices:
Cuando a Jesús se le preguntó ¿Cuál es el mandamiento más importante de la ley? el respondió: "Amarás al Señor tu Dios y a tu prójimo como a tí mismo" y dijo además que de estos dos depende toda la ley y los profetas...
Entonces como verás esos dos mandamientos no fueron escritos en el decálogo sino en el libro, y sobresale el hecho que esos dos mandamientos del libro(escrito por moisés) dependen aquellos mandamientos en Piedra(escritos por Dios), entonces Como observastes el libro tiene mayores mandamientos que la Piedra..., ya que las "tablas" dependen del "libro", y no al revés como tú afirmas...
Bueno, el lugar no es lo importante sino lo que contiene, por esa razón es el punto subyacente del porqué aún no continuas contestando la pregunta que tú, ni tus amigos han contestado... Así que me tomaré la molestia de aclarate el punto:
Dime entonces si tu profetiza dice que substituimos la ley de Dios, entonces es de vital importancia que nos permitas decir ¿Cuál es esa ley de Dios? ¿El Libro o la Piedra? ¿Puedes presentar una cita bíblica que lo refiera con todas sus letras para saber cual es esa ley de Dios a la que intentamos substituir?
Respondo: Para el pueblo de Dios la ley es una manera apropiada de demostrar amor a Dios y al prójimo. Jesús enseñó: "De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas" (Mat. 22:40). Nótese que Jesús no dice que estos dos mandamientos habrían de sustituir la ley, sino que son el espíritu de la ley.
"No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás", y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: "
Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Rom. 13:9).
Indudablemente los diez mandamientos están antes de que se escribiera cualquier libro o se usara el soporte de piedra en tiempos de Moisés.
Abimelec y José se opusieron a cometer adulterio, a pesar de que este mandamiento no aparece escrito sino hasta Sinaí. Abimelec declara que no quería cometer "tan grande pecado" (Gén. 20:9), y José prefirió huir antes que ceder a la tentación (Gén. 39:11-13). ¿Habrían podido reaccionar de esta manera aquellos santos de la antigüedad si no hubieran conocido lo que Dios había indicado al respecto? Esto demuestra que de hecho Abimelec y José conocían la ley divina, y por eso procuraban no desacatarla, a pesar de que aun no se habían recibido las tablas de la ley. Si no la conocían, ¿qué sentido tenía todo aquel escándalo por algo que Dios no les había prohibido?
Enoc, séptimo desde Adán, testifica que los hombres de su tiempo eran "pecadores impíos" (Judas 15, Nácar-Colunga), lo que comprueba que, 18 siglos antes de Moisés, los hombres conocían la ley de Dios y la transgredían a voluntad.
Pero, ¿cómo es que los hombres conocían los mandamientos de Dios si estos aun no se habían escrito? En esto nos ayuda el justo Job, quien pasó su prueba aproximadamente hacia el -1613, es decir, un siglo antes del Éxodo. Él nos dice: "Recibe la ley de su boca , pon sus preceptos en tu corazón" (Job 22:22, Nácar-Colunga). Esto quiere decir que Dios había expresado su voluntad oralmente, y así se había transmitido a todos los hombres. Job, quien no era judío y vivió antes del Éxodo, declara conocer los mandamientos de Dios: "¿Cuántas son mis iniquidades y pecados? Hazme entender mi transgresión y mi pecado" (Job 13.23). Además, enumera varios pecados que sabe que violaban la ley de Dios: asesinato (Job 24:14), adulterio (Job 24:15; 31:9), codicia (Job 31:1, 9), falso testimonio (Job 31:5), hurto (Job 27:8, 31:7), idolatría (Job 31:26). Aunque sólo menciona seis de los diez mandamientos, ¿significa eso que él desatendía los otros mandamientos? No, porque él declara: "Nunca me separé del mandamiento de sus labios, sino que guardé las palabras de su boca más que mi comida" (Job 23:12).
(
Aporte de Giovanni Cabrera)
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.