Re: El mito de teresa de calcuta..
La Madre Teresa siempre decía que recogía gente de las calles de Calcuta, pero ni ella ni su orden de monjas hacían eso. Cuando la gente les solicitaba ayuda, les decían cortantes que marcaran el teléfono 102 (similar al 911 de emergencia en Estados Unidos), que nada tiene que ver con orden religiosa alguna porque es del gobierno.
Aunque la orden posee varias ambulancias que les fueron donadas, éstas son utilizadas sólo para transportar a las monjas a los lugares de oración y no recogen a ningún enfermo ni herido.
La Madre Teresa decía que su orden alimentaba 4,000; 5,000; 7,000 ó 9,000 habitantes pobres de Calcuta todos los días (el número variaba). Las tres cocinas de la orden en Calcuta sirve un máximo de 300 raciones de sopa al día. Y no sólo eso: Las cocinas sólo entregaban sopa a quienes poseían "tarjetas de comida", que eran distribuídas preferentemente a los pobres que eran católicos, que son minoría en la India.
Aunque la orden que fundó la Madre Teresa tiene algo de presencia en muchos países del mundo, en la mayoría de locales se preparan monjes o monjas, no son para ayudar a los pobres.
Los refugios de la Madre Teresa usualmente sólo ayudan a los niños si sus padres firman una forma de renuncia a su patria potestad y la ceden a favor de la organización.
La Madre Teresa afirmaba continuamente que sus clínicas para la familia natural prevenían embarazos no deseados, pero los números que reportan no son reales.
La Madre Teresa enseñaba insistentemente que el sufrimiento era bello si se evocaba el sufrimiento de Cristo; sin embargo, cuando enfermaba, sólo se internaba en exclusivos y lujosos hospitales para tratarse.
El hospicio en Calcuta por el que la Madre Teresa obtuvo amplio reconocimiento, y el cual salía en reportajes y documentales, era muy pequeño; sólo tenía 80 camas y proporcionaba un servicio médico mínimo, muy elemental. Mientras ella vivió, las agujas eran recicladas, todos los pacientes eran obligados a llevar la cabeza rasurada, se prohibía recibir visitas y los analgésicos casi no eran usados. Las enfermeras no hablaban el idioma de la gente y no se involucraban en el cuidado de los pacientes. Esta labor siempre fue realizada por voluntarios.
La Madre Teresa a menudo aceptaba dinero de fuentes sumamente sospechosas y oscuras, la más notable de las cuales era la de Charles Keating, quien causara el fraude masivo en el sistema de cajas de ahorro y préstamos de los Estados Unidos, y es considerado un notorio ladrón por la prensa crítica de su país.
Abran los ojos. Ella fué un fraude. Ante los medios se mostraba atendiendo enfermos y pobres en estos centros carismaticos, haciendonos brotar lagrimas a mas de uno. Pero hay que ver que hacía con las sumas millonarías que recibía de las donaciones. Ese dinero no iba destinado a la atención de los pobres enfermos, porque según ella "Se curan por obra y gracia de Dios". Este dinero iba a parar a manos de las arcas de la iglesia y financiaba la instalación de otras sucursales alrededor del mundo. Muchos magnates se jactaban de haber aportado sumas millonarias a esta fundación, mientras los enfermos de estas casas de caridad mueren por falta de atención médica basica, asinados durmiendo en el piso. Es la imagen de la pobreza que M. Teresa supo explotar bien.
Contradictorias también fueron sus opiniones acerca de la planificación familiar. Imaginense el daño que le hace al tercer mundo católico convenciendolos que la planificación familiar es maligna, que el uso del condón es pecado.... y que asuman su carga de pobreza y miseria como lo hace Cristo.... que horror!!!
Otro aspecto contradictorio fue su posición en contra del divorcio despues de haber apoyado a la princesa Diana (otro loba vestido de oveja) en su separación. Y lo peor es que se atreve a afimar que Diana Spencer arderá en el infierno por haberle sido infiel a su esposo Carlos.
El vergonzosamente corto artículo de Wikipedia en español sobre ella no dice una palabra sobre sus alabanzas al dictador de Haití, sobre su afirmación de que el SIDA es un castigo de Dios por una sexualidad impropia, o sobre el hecho de que la "atención" prestada a los enfermos en sus hospicios no es tal; es tan sucinto que ni siquiera tiene espacio para errores, excepto los de omisión, que por supuesto son de importancia en este caso. Internet está llena de recopilaciones de frases sentimentales y aforismos superficialmente significativos de la Madre Teresa, pero hay poco o nada de verdadera sustancia. Cuando una cultura coloca a una persona en un pedestal, perdemos una oportunidad de conocerla. Creo que muchas personas no saben quiénes son realmente sus referentes culturales. Que esta fanática religiosa adicta al sufrimiento ajeno sea un ícono, simplemente porque todos la adoran pasivamente, es lamentable.
- La Madre Teresa aceptó más de un millón de dólares donados por el estafador de la entidad Lincoln Savings and Loans, conociendo perfectamente su origen fraudulento.
- Las condiciones en los “hogares” de la orden son extremadamente primitivas. No se permite aliviar el dolor, ya que “el sufrimiento de los pobres es bueno a los ojos de Dios”. Aunque los “pacientes” van en busca de alivio, la Madre Teresa nunca proclamó que el objetivo fuese curar. Sin embargo, ella y sus sucesoras siempre han estado conscientes de que casi todas las donaciones que reciben están motivadas por esa falsa impresión. El propósito de los hospicios de las Misioneras de la Caridad es ayudar a “bien morir”: se busca activamente la autorización de los agonizantes para bautizarlos.
- A pesar de que “Dios ve con buenos ojos el sufrimiento”, la Madre Teresa siempre se atendió en los mejores hospitales de tipo occidental y recibió los tratamientos más modernos.
- La Madre Teresa apoyó a la familia del dictador Duvalier de Haití, cuando visitó ese país; afirmó que los Duvalier “amaban a los pobres”. También alabó al tirano comunista de Albania, Enver Hoxha. En palabras de Hitchens, “prefería lamer los pies de los ricos en lugar de lavar los pies de los pobres”.
-La Madre Teresa trabajó incansablemente para propagar las versiones más extremas del conservadurismo católico. Intervino en el referendo sobre el divorcio en Irlanda para que este no fuese permitido... Pero aprobó el divorcio de la princesa Diana de Gales, con quien se encontró varias veces. Según Hitchens, “si una mujer quiere divorciarse de un alcohólico que abusa sexualmente de sus propios hijos, no hay perdón en esta vida ni en la otra”. Pero una princesa está por encima de todo esto.
- En Calcuta deploran la imagen de su ciudad proyectada por la orden de la Madre Teresa.
Algunos años después de que me convertí en católica, me uní a la congregación de la Madre Teresa, las Misioneras de la Caridad. Fui una de sus hermanas durante nueve años y medio, viviendo en el Bronx (Nueva York), Roma y San Francisco, hasta que me desilusioné y me retiré en mayo de 1989. Mientras me reintegraba al mundo, comencé a desenredar lentamente la maraña de mentiras en la que había vivido. Me preguntaba cómo las podía haber creído durante tanto tiempo.
Tres de las enseñanzas de la Madre Teresa que son fundamentales para su congregación religiosa son igual de peligrosas, por ser creídas tan sinceramente por sus hermanas. La más básica es la creencia de que mientras una hermana obedece, está cumpliendo la voluntad de Dios. Otra es que las hermanas tienen alguna ventaja frente a Dios por haber escogido sufrir. Su sufrimiento hace a Dios muy feliz; entonces, Él dispensa más gracias a la Humanidad. La tercera es el credo de que cualquier atadura a los seres humanos, incluso a los pobres que están siendo servidos, supuestamente interfiere con el amor a Dios y debe ser activamente evitada o inmediatamente extirpada. Los esfuerzos para prevenir todo vínculo producen un continuo caos y confusión, movimiento y cambio en la congregación.
- Una vez que una hermana acepta estas falacias, será capaz de hacer casi cualquier cosa. Permitirá que su salud se destruya, descuidará a aquellos a quienes ha jurado servir, y sofocará sus sentimientos y pensamientos independientes. Podrá hacerse de la vista gorda al sufrimiento, dar información sobre sus compañeras, decir mentiras con facilidad, e ignorar las leyes y regulaciones públicas.
- Mujeres de muchos países se unieron a la Madre Teresa con la expectativa de que podrían ayudar a los pobres y acercarse más a Dios. Cuando me fui había más de 3.000 hermanas en aproximadamente 400 hogares regados por todo el mundo. Muchas de esas hermanas, que confiaban en la guía de la Madre Teresa, se han convertido en personas destruidas. Ante la abrumadora evidencia, algunas han admitido finalmente que su confianza ha sido traicionada, que Dios no podría dar las órdenes que reciben. La decisión de irse es difícil para ellas–su autoconfianza ha sido abatida, y no tienen educación más allá de la que trajeron cuando se unieron al grupo. Yo fui una de las afortunadas que reunieron suficiente coraje para marcharse.
Es con la esperanza de que otras vean la falsedad de su presunto camino a la santidad que cuento algo de lo que sé. Aunque hay relativamente pocas personas tentadas a ingresar en la hermandad de la Madre Teresa, hay muchos que han apoyado generosamente su trabajo porque no están al tanto de cómo sus torcidas premisas ahogan los esfuerzos por aliviar la miseria. Inadvertidos de que muchas de las donaciones permanecen sin uso en cuentas bancarias, ellos también son defraudados al pensar que están ayudando a los pobres.
- El dinero llegaba a una velocidad frenética. Usualmente, el correo traía las cartas en sacos. Con regularidad extendíamos recibos por cheques de 50.000 dólares y más. Algunas veces un donante llamaba para preguntar si habíamos recibido su cheque, esperando que lo recordáramos fácilmente a causa de su elevado monto. ¿Cómo decirle que no podíamos recordarlo, porque habíamos recibido tantos que eran aún más grandes?
- Cuando la Madre Teresa hablaba públicamente nunca pedía dinero, pero ella alentaba a la gente a hacer sacrificios por los pobres, “dar hasta que doliera”. Muchos lo hicieron –y se lo dieron a ella. Recibimos cartas conmovedoras de personas, aparentemente pobres ellas mismas, que estaban haciendo sacrificios por enviarnos un poco de dinero para la gente que pasaba hambruna en África, las víctimas de las inundaciones en Bangladesh, o los niños pobres de la India. Casi todo ese dinero se quedó en nuestras cuentas bancarias.
- Ninguno de los que atacaron el documental, incluyendo críticos de prensa, se refirió a lo fidedigno de su contenido. En otras palabras, lo que se reprochaba a Hitchens no era la realidad de lo señalado en el programa, sino el hecho mismo de atreverse a demoler un mito muy estimado. Incluso personas no afectas a la religión adoptaron esta postura.
- Hell’s Angel jamás ha sido proyectado en los Estados Unidos. Ningún canal se atreve a hacerlo.
La casa de ilusiones de la Madre Teresa
Por Susan Shields
- Algunos años después de que me convertí en católica, me uní a la congregación de la Madre Teresa, las Misioneras de la Caridad. Fui una de sus hermanas durante nueve años y medio, viviendo en el Bronx (Nueva York), Roma y San Francisco, hasta que me desilusioné y me retiré en mayo de 1989. Mientras me reintegraba al mundo, comencé a desenredar lentamente la maraña de mentiras en la que había vivido. Me preguntaba cómo las podía haber creído durante tanto tiempo.
Tres de las enseñanzas de la Madre Teresa que son fundamentales para su congregación religiosa son igual de peligrosas, por ser creídas tan sinceramente por sus hermanas. La más básica es la creencia de que mientras una hermana obedece, está cumpliendo la voluntad de Dios. Otra es que las hermanas tienen alguna ventaja frente a Dios por haber escogido sufrir. Su sufrimiento hace a Dios muy feliz; entonces, Él dispensa más gracias a la Humanidad. La tercera es el credo de que cualquier atadura a los seres humanos, incluso a los pobres que están siendo servidos, supuestamente interfiere con el amor a Dios y debe ser activamente evitada o inmediatamente extirpada. Los esfuerzos para prevenir todo vínculo producen un continuo caos y confusión, movimiento y cambio en la congregación.
- Una vez que una hermana acepta estas falacias, será capaz de hacer casi cualquier cosa. Permitirá que su salud se destruya, descuidará a aquellos a quienes ha jurado servir, y sofocará sus sentimientos y pensamientos independientes. Podrá hacerse de la vista gorda al sufrimiento, dar información sobre sus compañeras, decir mentiras con facilidad, e ignorar las leyes y regulaciones públicas.
- Mujeres de muchos países se unieron a la Madre Teresa con la expectativa de que podrían ayudar a los pobres y acercarse más a Dios. Cuando me fui había más de 3.000 hermanas en aproximadamente 400 hogares regados por todo el mundo. Muchas de esas hermanas, que confiaban en la guía de la Madre Teresa, se han convertido en personas destruidas. Ante la abrumadora evidencia, algunas han admitido finalmente que su confianza ha sido traicionada, que Dios no podría dar las órdenes que reciben. La decisión de irse es difícil para ellas–su autoconfianza ha sido abatida, y no tienen educación más allá de la que trajeron cuando se unieron al grupo. Yo fui una de las afortunadas que reunieron suficiente coraje para marcharse.
Es con la esperanza de que otras vean la falsedad de su presunto camino a la santidad que cuento algo de lo que sé. Aunque hay relativamente pocas personas tentadas a ingresar en la hermandad de la Madre Teresa, hay muchos que han apoyado generosamente su trabajo porque no están al tanto de cómo sus torcidas premisas ahogan los esfuerzos por aliviar la miseria. Inadvertidos de que muchas de las donaciones permanecen sin uso en cuentas bancarias, ellos también son defraudados al pensar que están ayudando a los pobres.
- El dinero llegaba a una velocidad frenética. Usualmente, el correo traía las cartas en sacos. Con regularidad extendíamos recibos por cheques de 50.000 dólares y más. Algunas veces un donante llamaba para preguntar si habíamos recibido su cheque, esperando que lo recordáramos fácilmente a causa de su elevado monto. ¿Cómo decirle que no podíamos recordarlo, porque habíamos recibido tantos que eran aún más grandes?
- Cuando la Madre Teresa hablaba públicamente nunca pedía dinero, pero ella alentaba a la gente a hacer sacrificios por los pobres, “dar hasta que doliera”. Muchos lo hicieron –y se lo dieron a ella. Recibimos cartas conmovedoras de personas, aparentemente pobres ellas mismas, que estaban haciendo sacrificios por enviarnos un poco de dinero para la gente que pasaba hambruna en África, las víctimas de las inundaciones en Bangladesh, o los niños pobres de la India. Casi todo ese dinero se quedó en nuestras cuentas bancarias.
- Las donaciones llegaban y eran depositadas en el banco, pero no tenían efecto alguno en nuestras ascéticas vidas y muy poco efecto en las vidas de los pobres a quienes tratábamos de ayudar. Vivíamos existencias simples, desprovistas de todo lo superfluo. Teníamos tres juegos de vestidos, que remendábamos hasta que el material estaba demasiado dañado para colocarle más parches. Lavábamos la ropa a mano. También las interminables pilas de sábanas y paños de nuestro refugio nocturno para la gente sin hogar. Nuestro aseo se hacía con un solo cubo de agua. Los chequeos médicos y dentales eran considerados un lujo innecesario.
- En Haití, con el fin de mantener el espíritu de pobreza, las hermanas reutilizaban las agujas hipodérmicas hasta que se volvían romas. Viendo el dolor que causaban estas agujas gastadas algunos de los voluntarios ofrecieron conseguir otras nuevas, pero las hermanas se negaron.
Mendigábamos comida y suministros a los comerciantes locales como si no tuviésemos recursos. En una de las raras ocasiones en que se nos acabó el pan donado, fuimos a mendigar a la panadería local.
- Nuestra ordenanza nos prohibía pedir más de lo que necesitábamos, pero cuando se trataba de pedir, los millones de dólares que se acumulaban en el banco eran tratados como si no existieran.
Con el demonio por dentro...
- Según la Agencias Reuters y ANSA la Madre Teresa fue sometida a exorcismo por el sacerdote Rosario Stroscio mientras estaba hospitalizada, pocos meses antes de su muerte. Según el arzobispo de Calcuta, Henry D’Souza, las dificultades de la Madre para conciliar el sueño fueron consideradas una señal de que estaba “bajo el asedio de Satanás”. Stroscio comentó que la Madre Teresa “se comportaba extrañamente” justo antes de las oraciones de exorcismo.