Re: Divorcian a Benny Hinn
Aunque muchos digan que "no debemos juzgar a los siervos de Dios", lo cierto es que la Palabra nos lleva a juzgar todas las cosas.
Y ese "juzgar" en ningún momento implica hacer juicio contra la persona, sino que debemos "juzgar" ....es decir, discernir....sus frutos, su vida.....para darnos cuenta de quién es realmente esa persona. Esa es la indicación, y hay más de un pasajes que nos llevan a eso.
Es nuestra responsabilidad como cristianos discernir ...."juzgar".... a todo aquel que se levanta y dice ser un "ungido" de Dios.
De hecho mucho cuidado cuando un hombre se presenta a sí mismo como "el ungido"...ó "el maestro", "el profeta", "el apóstol", "el líder"..etc. , o permite que otros le llamen así.
Cuando digo que Dios los está exhibiendo, hablo basándome en la escritura, y cito 2a. Timoteo 3:9
"hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe.
2Ti 3:9 Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos,"
El Señor pondrá de manifiesto a todos su "insensatez".... su necedad, su estupidez, su falso ministerio.
¿De quienes?...bueno el mismo pasaje nos lo dice.....(no lo decimos nosotros):
2Ti 3:2 "Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
2Ti 3:3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,
2Ti 3:4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,
2Ti 3:5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
2Ti 3:6 Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias."
Ahora bien, la indicación es clara..... "a estos evítalos".
¿Qué es lo que no hemos entendido?
Ahora bien, no estoy magnificando el divorcio de este hombre. Y como dijo alguien por ahí...."nadie está excento de algo así", lo cual es cierto...... sin embargo, lo que estoy diciendo es que en ese discernir (juzgar) las cosas, es evidente que para que alguien llegue en su matrimonio al grado de un divorcio.....(se divorcie o lo divorcien, finalmente es lo mismo)..... es que algo anda muy mal.
Imaginemos a este señor que predica la prosperidad por todos lados......¿acaso menos en su matrimonio?.....
¿O esta "prosperidad" no incluye el matrimonio, y más aún, el propio?
O es que esa "unción" de la que tanto presume tener, ¿es solo para los demás?
Y lo más importante, qué nos dice la Escritura al respecto?
(hablando de las virtudes de un siervo de Dios)
1Ti 3:3 "... no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
1Ti 3:4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad
1Ti 3:5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);
1Ti 3:6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
1Ti 3:7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo."
Sé que para muchos, el discernir esto, es ser "legalista". Y es que resulta fácil decir: "legalista", "fariseo", "apologeta barato", etc. etc. Y en cambio pasar por alto todos estos "frutos".
Se han acostumbrado a ese cristianismo "ligero" en donde "todo es permitido", y cuando suceden cosas así....solo debemos "orar", y en lugar de que estos hombres se arrepientan, se hacen más y más soberbios e infatuados (como dice la escritura).
Pues mientras atrás de ellos haya quienes les digan: "No se preocupe hermano, ¡al cabo usted es el siervo de Dios!", en lugar de confrontarlo y exhortarlo con la Palabra. ¡Todos son cómplices aquí!
Así que, no se trata de hacer leña del árbol caído, como muchos dirán...., se trata de "juzgar" los hechos, para tomar una decisión. Es nuestra responsabilidad, y esto no es un juego.
Cuando Dios pone en evidencia a un hombre que lo aborrece, y los demás se niegan a verlo, y lo siguen como ciegos......se nos pedirá cuentas por ello (Ro. 1:28-32). No es un juego.