DE QUE LAS ESCRICURAS HABLA DE UNA IGLESIA NO HAY DUDA, VERDAD.
Mt 16,18. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi IGLESIA, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Hch 2
CAPITULO 2
1. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.
2. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban.
3. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos;
4. quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
5. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo.
6. Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua.
7. Estupefactos y admirados decían: «¿Es que no son galileos todos estos que están hablando?
8. Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?
9. Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia,
10. Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos,
11. judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.»
12. Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: «¿Qué significa esto?»
13. Otros en cambio decían riéndose: «¡Están llenos de mosto!»
14. Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó su voz y les dijo: «Judíos y habitantes todos de Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a mis palabras:
15. No están éstos borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día,
16. sino que es lo que dijo el profeta:
17. Sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños.
18. Y yo sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu.
19. Haré prodigios arriba en el cielo y señales abajo en la tierra.
20. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor.
21. Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
22. «Israelitas, escuchad estas palabras: A Jesús, el Nazoreo, hombre acreditado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo por su medio entre vosotros, como vosotros mismos sabéis,
23. a éste, que fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos;
24. a éste, pues, Dios le resucitó librándole de los dolores del Hades, pues no era posible que quedase bajo su dominio;
25. porque dice de él David: Veía constantemente al Señor delante de mí, puesto que está a mi derecha, para que no vacile.
26. Por eso se ha alegrado mi corazón y se ha alborozado mi lengua, y hasta mi carne reposará en la esperanza
27. de que no abandonarás mi alma en el Hades ni permitirás que tu santo experimente la corrupción.
28. Me has hecho conocer caminos de vida, me llenarás de gozo con tu rostro.
29. «Hermanos, permitidme que os diga con toda libertad cómo el patriarca David murió y fue sepultado y su tumba permanece entre nosotros hasta el presente.
30. Pero como él era profeta y sabía que Dios le había asegurado con juramento que se sentaría en su trono un descendiente de su sangre,
31. vio a lo lejos y habló de la resurrección de Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne experimentó la corrupción.
32. A este Jesús Dios le resucitó; de lo cual todos nosotros somos testigos.
33. Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís.
34. Pues David no subió a los cielos y sin embargo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra
35. hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies.
36. «Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado.»
37. Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué hemos de hacer, hermanos?»
38. Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo;
39. pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro.»
40. Con otras muchas palabras les conjuraba y les exhortaba: «Salvaos de esta generación perversa.»
41. Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas.
42. Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.
43. El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales.
44. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común;
45. vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno.
46. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.
47. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar.
Hch 5,11. Un gran temor se apoderó de toda la IGLESIA y de todos cuantos oyeron esto.
Hch 8,1. Saulo aprobaba su muerte. Aquel día se desató una gran persecución contra la IGLESIA de Jerusalén. Todos, a excepción de los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria.
Hch 8,3. Entretanto Saulo hacía estragos en la IGLESIA; entraba por las casas, se llevaba por la fuerza hombres y mujeres, y los metía en la cárcel.
Hch 11,22. La noticia de esto llegó a oídos de la IGLESIA de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía.
Hch 11,26. y en cuanto le encontró, le llevó a Antioquía. Estuvieron juntos durante un año entero en la IGLESIA y adoctrinaron a una gran muchedumbre. En Antioquía fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de «cristianos».
Hch 12,1. Por aquel tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la IGLESIA para maltratarlos.
Hch 12,5. Así pues, Pedro estaba custodiado en la cárcel, mientras la IGLESIA oraba insistentemente por él a Dios.
Y así los puso Dios en la IGLESIA, primeramente como apóstoles; en segundo lugar como profetas; en tercer lugar como maestros; luego, los milagros; luego, el don de las curaciones, de asistencia, de gobierno, diversidad de lenguas
Ustedes ne afirmas que la Iglesia Catolica no es la que fundo Cristo, que la fundo no se que emperador.
Mi pregunta es que paso con la Iglesia que fundo Cristo, que paso con la Igleisa de pentecostes, que paso con la iglesia de los apostoles.
Mi pregunta que paso con la Iglesia Fundada por Cristo y el Espiritu Santo.
que paso con:
Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi IGLESIA, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella
Y que paso con la Iglesia de:
"Quien a vosotros oye, a mí me oye; quien a vosotros escucha, a mí me escucha".
"acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles", es decir, a la Iglesia apostólica, y "el Señor
añadía cada día -a esa comunidad- a los que se habían de salvar." Lee: Hechos 2,42-47.
Que paso desde es año 33 hasta que ese nefasto emperador creo a la Iglesia Catolica.
Nada, desaparecio, que paso con:
"Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo."
El señor no cumplio o que.
Contestenme si quieren hacerlo, donde quedo esa Iglesia en ese inter de varios siglos.
QUE DIOS LOS BENDIGA Y LA VIREGEN LOS PROTEJA.
Mt 16,18. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi IGLESIA, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Hch 2
CAPITULO 2
1. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.
2. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban.
3. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos;
4. quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
5. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo.
6. Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua.
7. Estupefactos y admirados decían: «¿Es que no son galileos todos estos que están hablando?
8. Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?
9. Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia,
10. Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos,
11. judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.»
12. Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: «¿Qué significa esto?»
13. Otros en cambio decían riéndose: «¡Están llenos de mosto!»
14. Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó su voz y les dijo: «Judíos y habitantes todos de Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a mis palabras:
15. No están éstos borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día,
16. sino que es lo que dijo el profeta:
17. Sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños.
18. Y yo sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu.
19. Haré prodigios arriba en el cielo y señales abajo en la tierra.
20. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor.
21. Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
22. «Israelitas, escuchad estas palabras: A Jesús, el Nazoreo, hombre acreditado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo por su medio entre vosotros, como vosotros mismos sabéis,
23. a éste, que fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos;
24. a éste, pues, Dios le resucitó librándole de los dolores del Hades, pues no era posible que quedase bajo su dominio;
25. porque dice de él David: Veía constantemente al Señor delante de mí, puesto que está a mi derecha, para que no vacile.
26. Por eso se ha alegrado mi corazón y se ha alborozado mi lengua, y hasta mi carne reposará en la esperanza
27. de que no abandonarás mi alma en el Hades ni permitirás que tu santo experimente la corrupción.
28. Me has hecho conocer caminos de vida, me llenarás de gozo con tu rostro.
29. «Hermanos, permitidme que os diga con toda libertad cómo el patriarca David murió y fue sepultado y su tumba permanece entre nosotros hasta el presente.
30. Pero como él era profeta y sabía que Dios le había asegurado con juramento que se sentaría en su trono un descendiente de su sangre,
31. vio a lo lejos y habló de la resurrección de Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne experimentó la corrupción.
32. A este Jesús Dios le resucitó; de lo cual todos nosotros somos testigos.
33. Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís.
34. Pues David no subió a los cielos y sin embargo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra
35. hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies.
36. «Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado.»
37. Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué hemos de hacer, hermanos?»
38. Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo;
39. pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro.»
40. Con otras muchas palabras les conjuraba y les exhortaba: «Salvaos de esta generación perversa.»
41. Los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas.
42. Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones.
43. El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales.
44. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común;
45. vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno.
46. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.
47. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar.
Hch 5,11. Un gran temor se apoderó de toda la IGLESIA y de todos cuantos oyeron esto.
Hch 8,1. Saulo aprobaba su muerte. Aquel día se desató una gran persecución contra la IGLESIA de Jerusalén. Todos, a excepción de los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria.
Hch 8,3. Entretanto Saulo hacía estragos en la IGLESIA; entraba por las casas, se llevaba por la fuerza hombres y mujeres, y los metía en la cárcel.
Hch 11,22. La noticia de esto llegó a oídos de la IGLESIA de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía.
Hch 11,26. y en cuanto le encontró, le llevó a Antioquía. Estuvieron juntos durante un año entero en la IGLESIA y adoctrinaron a una gran muchedumbre. En Antioquía fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de «cristianos».
Hch 12,1. Por aquel tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la IGLESIA para maltratarlos.
Hch 12,5. Así pues, Pedro estaba custodiado en la cárcel, mientras la IGLESIA oraba insistentemente por él a Dios.
Y así los puso Dios en la IGLESIA, primeramente como apóstoles; en segundo lugar como profetas; en tercer lugar como maestros; luego, los milagros; luego, el don de las curaciones, de asistencia, de gobierno, diversidad de lenguas
Ustedes ne afirmas que la Iglesia Catolica no es la que fundo Cristo, que la fundo no se que emperador.
Mi pregunta es que paso con la Iglesia que fundo Cristo, que paso con la Igleisa de pentecostes, que paso con la iglesia de los apostoles.
Mi pregunta que paso con la Iglesia Fundada por Cristo y el Espiritu Santo.
que paso con:
Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi IGLESIA, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella
Y que paso con la Iglesia de:
"Quien a vosotros oye, a mí me oye; quien a vosotros escucha, a mí me escucha".
"acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles", es decir, a la Iglesia apostólica, y "el Señor
añadía cada día -a esa comunidad- a los que se habían de salvar." Lee: Hechos 2,42-47.
Que paso desde es año 33 hasta que ese nefasto emperador creo a la Iglesia Catolica.
Nada, desaparecio, que paso con:
"Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo."
El señor no cumplio o que.
Contestenme si quieren hacerlo, donde quedo esa Iglesia en ese inter de varios siglos.
QUE DIOS LOS BENDIGA Y LA VIREGEN LOS PROTEJA.