La incultura evangélica actual

28 Febrero 1999
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Aquellos que somos más veteranos en la iglesia del Señor, tenemos referentes que nos permiten aseverar lo del epígrafe.
Los jóvenes o hermanos más nuevos en la fe, difícilmente puedan darse cuenta de ello pues desde que están en la iglesia siempre las cosas fueron así, y no tienen como suponer que hace medio siglo pudieran ser distintas. En todo caso, se ha de suponer que si hubieron cambios fue para bien y no para mal.
Contrastando entonces lo que vivimos en nuestra adolescencia y temprana juventud 50 años atrás, con lo que es de práctica común por todas partes, examinaremos como al día de hoy se carece de una cultura elemental, y en el mejor de los casos, donde algo todavía queda va en un irreversible proceso de deterioro.
Ciertamente que no es un axioma aquello de que “todo tiempo pasado fue mejor”, pues de muchos males nos hemos ido reponiendo a través del tiempo y el consiguiente progreso. Pero sí es cierto que a la distancia podemos aquilatar mejor la pérdida de valores con el consiguiente deterioro moral y espiritual que hoy aflige a las iglesias.
No solamente nos vamos acostumbrando a cosas que no tienen precedente en las iglesias neotestamentarias, sino que incluso van contra la sensatez y el sentido común.
Por efecto de contraste, aquellos hermanos veteranos y sensibles, percibimos cosas que son chocantes, aunque nadie parece darse cuenta de nada. Veamos estos 4 aspectos:
1 en la predicación; 2 en la adoración y alabanza; 3 la oración; 4 en el estudio bíblico.
1 en la predicación. Se observan los siguientes desarreglos:
a) Se insiste con predicarle el evangelio a inconversos ausentes en vez de edificar a los creyentes presentes. Estos saben que el mensaje no es para ellos y se desentienden.
b) Se leen pasajes y versículos que no se desarrollan, pues sólo sirven para introducir el sermón que suele ser siempre el mismo.
c) El predicador cumple con dar el mensaje y la congregación con oírlo, sin sentido de trascendencia ni expectativa por cómo pueda incidir entre la audiencia.
d) Aunque cada vez se acorta más el tiempo del mensaje, el predicador sufre por no excederse y los oyentes sufren pensando que hace ya rato que se ha pasado.
e) El predicador ya no espera concitar el interés de los que oyen, y estos le corresponden distrayendo su mente en otras cosas (la película que verán por TV al regresar a casa).
f) El predicador –aunque inconscientemente-, no respeta a sus oyentes al predicarles lo que él sabe que todos ya saben, y estos tampoco le respetan al no ponerle atención.
g) La única preocupación del predicador e interés de sus oyentes está puesta en los últimos “chistes cristianos” bajados por Internet o una anécdota extraída de un libro.
h) El predicador fácilmente se distrae incurriendo en equivocaciones y disparates, y los oyentes ni cuenta se dan resolviendo el problema con su misma falta de atención.
i) En la misma alocución se percibe la falta de convicción y entusiasmo, por lo que no se genera ni alimenta la fe entre los oyentes. Ídem, cuando se hace al revés, imprimiendo a dichos intrascendentes un tono locuaz excesivo e indebido.
Seguramente que los lectores podrían apuntar otras observaciones.
Si Dios quiere en próximas entregas incluiremos los otros tres aspectos que nos restan.
Saludos a todos.
Ricardo.
 
Re: La incultura evangélica actual

Aquellos que somos más veteranos en la iglesia del Señor, tenemos referentes que nos permiten aseverar lo del epígrafe.
Los jóvenes o hermanos más nuevos en la fe, difícilmente puedan darse cuenta de ello pues desde que están en la iglesia siempre las cosas fueron así, y no tienen como suponer que hace medio siglo pudieran ser distintas. En todo caso, se ha de suponer que si hubieron cambios fue para bien y no para mal.
Contrastando entonces lo que vivimos en nuestra adolescencia y temprana juventud 50 años atrás, con lo que es de práctica común por todas partes, examinaremos como al día de hoy se carece de una cultura elemental, y en el mejor de los casos, donde algo todavía queda va en un irreversible proceso de deterioro.
Ciertamente que no es un axioma aquello de que “todo tiempo pasado fue mejor”, pues de muchos males nos hemos ido reponiendo a través del tiempo y el consiguiente progreso. Pero sí es cierto que a la distancia podemos aquilatar mejor la pérdida de valores con el consiguiente deterioro moral y espiritual que hoy aflige a las iglesias.
No solamente nos vamos acostumbrando a cosas que no tienen precedente en las iglesias neotestamentarias, sino que incluso van contra la sensatez y el sentido común.
Por efecto de contraste, aquellos hermanos veteranos y sensibles, percibimos cosas que son chocantes, aunque nadie parece darse cuenta de nada. Veamos estos 4 aspectos:
1 en la predicación; 2 en la adoración y alabanza; 3 la oración; 4 en el estudio bíblico.
1 en la predicación. Se observan los siguientes desarreglos:
a) Se insiste con predicarle el evangelio a inconversos ausentes en vez de edificar a los creyentes presentes. Estos saben que el mensaje no es para ellos y se desentienden.
b) Se leen pasajes y versículos que no se desarrollan, pues sólo sirven para introducir el sermón que suele ser siempre el mismo.
c) El predicador cumple con dar el mensaje y la congregación con oírlo, sin sentido de trascendencia ni expectativa por cómo pueda incidir entre la audiencia.
d) Aunque cada vez se acorta más el tiempo del mensaje, el predicador sufre por no excederse y los oyentes sufren pensando que hace ya rato que se ha pasado.
e) El predicador ya no espera concitar el interés de los que oyen, y estos le corresponden distrayendo su mente en otras cosas (la película que verán por TV al regresar a casa).
f) El predicador –aunque inconscientemente-, no respeta a sus oyentes al predicarles lo que él sabe que todos ya saben, y estos tampoco le respetan al no ponerle atención.
g) La única preocupación del predicador e interés de sus oyentes está puesta en los últimos “chistes cristianos” bajados por Internet o una anécdota extraída de un libro.
h) El predicador fácilmente se distrae incurriendo en equivocaciones y disparates, y los oyentes ni cuenta se dan resolviendo el problema con su misma falta de atención.
i) En la misma alocución se percibe la falta de convicción y entusiasmo, por lo que no se genera ni alimenta la fe entre los oyentes. Ídem, cuando se hace al revés, imprimiendo a dichos intrascendentes un tono locuaz excesivo e indebido.
Seguramente que los lectores podrían apuntar otras observaciones.
Si Dios quiere en próximas entregas incluiremos los otros tres aspectos que nos restan.
Saludos a todos.
Ricardo.


Ricardo,

Yo no soy de esa época que añoras, pero llevo veinte años hablando en contra de la trivialidad en la iglesia. Los que están supuestos a alimentar a la grey, no están haciendo su labor correctamente, claro, sabemos que hay sus excepciones. No van más allá de lo superficial, y esto superficial y conocido de todas, es el pan de ellos de cada reunión.

El resultado es de esperar, un conocimiento de principiante en todos, aun en los que por el tiempo que llevan de convertidos, deberían ser doctos en asuntos de la fe que profesan.

Esto por supuesto es responsabilidad en gran parte de los líderes que no estimulan el estudio profundo de la biblia, y el ir más allá de lo elemental. Ellos se sienten muy cómodos entre personas que no pueden comprobar si sus enseñanzas son correctas o no.

Tú que lluevas tantos años en la iglesia, en algún momento habrás notado cierta animosidad hacia los que en la congragación se han dedicado a estudiar más allá de lo trivial.

Después de estos años de analizar este problema, he llegado a la conclusión, de que a ciertos líderes (por no decir a la mayoría), les conviene que sus seguidores sean apáticos al estudio serio de la biblia, y lo más indoctos posible. Es mucho más fácil manipular a este tipo de personas.

Saludos.
 
Re: La incultura evangélica actual

Dios lo bendiga, me alegra que haya cada vez mas personas que se den cuenta de lo que realmente sucede en las iglesias de hoy. Yo soy bastante joven, pero me doy cuenta, y me puedo dar cuenta porque estudio la biblia, cosa que cada vez mas se esta dejando de lado en las iglesias, y por eso casi nadie se queja y piensan que esta todo bien, que asi es como deberia ser todo, pero es mas facil guiar a alguien que no sabe a donde va, la ignorancia te hace caer en la trampa de otros, y es un plan satanico paralizar la iglesia a travez de la ignorancia de la palabra de Dios.

Aca les dejo unos links relacionados:
http://www.youtube.com/watch?v=gtdE9vcmTj4&feature=player_embedded
http://arrepienteteiglesia.blogspot.com/2009/11/enganos-en-las-iglesias-parte-1.html

Dios los bendiga.
 
Re: La incultura evangélica actual

Yo le doy gracias a los evangélicos por iniciarme en este mundo de Dios, gracias a sus programas de Radio Transmundial desde la isla de Bonaire que llegaban a Venezuela. Lamentablemnet obstaculizaron la frecuencia en Venezuela.

Antes iba y compraba libros de Lutero, de Falvio Josefo, etc, pero eso ha cambiado. Se ha transformado en una religión musical, compuesta de fans seguidores de grupos como Hillsong, cantante como Juan Adrían Romero, Barrientos, Marcos Wirtt, y libros de temas intrncendentes. La iglesia adventista también, por quere imitar lo evangélico, ha formado sus grupos populares como el Forgiven, etc, pero nunca de las proporciones que se ve en las evangélicas.
 
Viene muy bien vuestro apoyo

Viene muy bien vuestro apoyo

Leal: Con suma claridad describes el cuadro general, ya que los casos excepcionales no son los que nos preocupan, si bien nuestros lectores pugnarán por estar dentro de la tal rara excepcionalidad, y escapar así de lo que aquí se denuncia.
Creo que una de las claves del problema está precisamente en un término que repites (líderes), que seguramente recordarás que hace unos años puse aquí mi propio estudio de Mateo 23:10 (griego) mostrando como el Señor Jesús prohibió a sus discípulos que se den tal tratamiento. Si crees que ya pueda estar olvidado puedo volver a ponerlo. Pero es cierto que contravenir un claro mandamiento de nuestro Señor puede desencadenar una secuela de problemas. Y se ha requeteabusado con los “líderes” y los “liderazgos”.

Christian: Por gracia de Dios comencé a predicar al aire libre a los 16 años, y desde el púlpito cuando estaba cumpliendo los 17 años. Entonces yo era muy amigo de los viejos, tanto como lo soy ahora de los jóvenes. Es muy bueno escucharte expresar con la solvencia de un veterano. La reacción hay que esperarla de los jóvenes, pues a los viejos envejecidos remendando los odres rotos, ya no les quedan agallas para protestar contra la injusticia y contender eficazmente por la fe. Al lado de jóvenes como tú me siento rejuvenecer como el águila (Salmo 103:5).
Que el Señor los bendiga junto a todos los lectores de este epígrafe.
Ricardo.
 
Re: La incultura evangélica actual

En primer lugar felicito cordialmente a Ricardo por su iniciativa al tratar una realidad que se hace patente de una manera inegable.

Mi pregunta es: ¿Cual es la preparación que reciben aquellos que deciden dedicarse al ministerio de la Palabra? ¿Y que dire de su preparación prévia?

¿Que concepción tienen del liderazgo? Se ha dicho que el lider nace, no se hace. Pero en realidad se hace, pero en la primera infancia en base al amor y comprención de sus padres. Sólo de padres equilibrados emocionalmente salen hijos con los mismos equilibrios. No hay nada peor en una iglesia evangélica que un falso lider. Este se verá obligado a "imponer" una autoridad que no tiene y al no tenerla el resultado será el convertirse en en un "jerarca" Impondrá aquello que no es cristiano y desbaratará a la iglesia. Eso es, precisamente, lo que ocurre en el romanismo con un jerarca que pretende ser infalible. Vence a sus seguidores pero no convence a los que tienen capacidad de un mínimo raciocismo. Lo malo es que el "Cesareo-Papismo" no es privativo del romanismo. Lo tenemos entre nosotros.

Otra de las características del falso líder es apelar a las emociones de los sencillos miembros de la iglesia. El llamado carismatismo sin el menor límite.
No entraré en detalles porque os son harto conocidos. Todo creyente es "probado" por el Señor y no porque El no sepa como reaccionará ante la prueba sino para que lo sepa el probado. ¿Que ocurrirá si no conoce las Escrituras? ¿Donde encontrar la fuerza necesaria para vencer la prueba? ¿En sus emociones? Tanto la euforia como la depresión son emociones enfermizas y superarlas es imposible sin la ayuda de la Palabra de Dios.

En fin, como veis el tema es mas que complicado.
 
Re: Viene muy bien vuestro apoyo

Re: Viene muy bien vuestro apoyo

Leal: Con suma claridad describes el cuadro general, ya que los casos excepcionales no son los que nos preocupan, si bien nuestros lectores pugnarán por estar dentro de la tal rara excepcionalidad, y escapar así de lo que aquí se denuncia.
Creo que una de las claves del problema está precisamente en un término que repites (líderes), que seguramente recordarás que hace unos años puse aquí mi propio estudio de Mateo 23:10 (griego) mostrando como el Señor Jesús prohibió a sus discípulos que se den tal tratamiento. Si crees que ya pueda estar olvidado puedo volver a ponerlo. Pero es cierto que contravenir un claro mandamiento de nuestro Señor puede desencadenar una secuela de problemas. Y se ha requeteabusado con los “líderes” y los “liderazgos”.

Christian: Por gracia de Dios comencé a predicar al aire libre a los 16 años, y desde el púlpito cuando estaba cumpliendo los 17 años. Entonces yo era muy amigo de los viejos, tanto como lo soy ahora de los jóvenes. Es muy bueno escucharte expresar con la solvencia de un veterano. La reacción hay que esperarla de los jóvenes, pues a los viejos envejecidos remendando los odres rotos, ya no les quedan agallas para protestar contra la injusticia y contender eficazmente por la fe. Al lado de jóvenes como tú me siento rejuvenecer como el águila (Salmo 103:5).
Que el Señor los bendiga junto a todos los lectores de este epígrafe.
Ricardo.


Bueno, lo de líderes lo uso para referirme a los que en la iglesia tienen el don de enseñar, cuyo trabajo los pone en una posición temporal de autoridad sobre los alumnos. Digo temporal porque se supone que el alumno se gradúe en algún momento. Aunque al paso que van, les puede tomar toda una vida para graduarse.

Yo realmente pienso que los que tienen el don de enseñar, y se dedican a eso, primeramente deben prepararse ellos, adquirir los conocimientos necesarios para enseñar a otros; después deben tener un currículo como lo tienen los maestros seculares; un currículo que lleve al estudiante a diferentes niveles de conocimientos.

El apóstol Pablo dijo que los misterios de Dios fueron revelados para que la iglesia diera a conocer la multiforme sabiduría de Dios, pero ¿Qué es lo que puede dar a conocer la iglesia, si ignoran casi totalmente al apóstol que más ha escrito sobre la obra de Dios en Jesucristo? Todos se han saltado a la torera, la autoridad doctrinal del apóstol y maestro de la iglesia, para formar sus propios artículos de fe, que pasan a ser la constitución oficial e inalterable de cada partido religioso. Al que se le ocurra ir más allá de esos artículos de fe, sencillamente lo tachan como a oveja negra.

Saludos.
 
Re: La incultura evangélica actual

Aquellos que somos más veteranos en la iglesia del Señor, tenemos referentes que nos permiten aseverar lo del epígrafe.
Los jóvenes o hermanos más nuevos en la fe, difícilmente puedan darse cuenta de ello pues desde que están en la iglesia siempre las cosas fueron así, y no tienen como suponer que hace medio siglo pudieran ser distintas. En todo caso, se ha de suponer que si hubieron cambios fue para bien y no para mal.
Contrastando entonces lo que vivimos en nuestra adolescencia y temprana juventud 50 años atrás, con lo que es de práctica común por todas partes, examinaremos como al día de hoy se carece de una cultura elemental, y en el mejor de los casos, donde algo todavía queda va en un irreversible proceso de deterioro.
Ciertamente que no es un axioma aquello de que “todo tiempo pasado fue mejor”, pues de muchos males nos hemos ido reponiendo a través del tiempo y el consiguiente progreso. Pero sí es cierto que a la distancia podemos aquilatar mejor la pérdida de valores con el consiguiente deterioro moral y espiritual que hoy aflige a las iglesias.
No solamente nos vamos acostumbrando a cosas que no tienen precedente en las iglesias neotestamentarias, sino que incluso van contra la sensatez y el sentido común.
Por efecto de contraste, aquellos hermanos veteranos y sensibles, percibimos cosas que son chocantes, aunque nadie parece darse cuenta de nada. Veamos estos 4 aspectos:
1 en la predicación; 2 en la adoración y alabanza; 3 la oración; 4 en el estudio bíblico.
1 en la predicación. Se observan los siguientes desarreglos:
a) Se insiste con predicarle el evangelio a inconversos ausentes en vez de edificar a los creyentes presentes. Estos saben que el mensaje no es para ellos y se desentienden.
b) Se leen pasajes y versículos que no se desarrollan, pues sólo sirven para introducir el sermón que suele ser siempre el mismo.
c) El predicador cumple con dar el mensaje y la congregación con oírlo, sin sentido de trascendencia ni expectativa por cómo pueda incidir entre la audiencia.
d) Aunque cada vez se acorta más el tiempo del mensaje, el predicador sufre por no excederse y los oyentes sufren pensando que hace ya rato que se ha pasado.
e) El predicador ya no espera concitar el interés de los que oyen, y estos le corresponden distrayendo su mente en otras cosas (la película que verán por TV al regresar a casa).
f) El predicador –aunque inconscientemente-, no respeta a sus oyentes al predicarles lo que él sabe que todos ya saben, y estos tampoco le respetan al no ponerle atención.
g) La única preocupación del predicador e interés de sus oyentes está puesta en los últimos “chistes cristianos” bajados por Internet o una anécdota extraída de un libro.
h) El predicador fácilmente se distrae incurriendo en equivocaciones y disparates, y los oyentes ni cuenta se dan resolviendo el problema con su misma falta de atención.
i) En la misma alocución se percibe la falta de convicción y entusiasmo, por lo que no se genera ni alimenta la fe entre los oyentes. Ídem, cuando se hace al revés, imprimiendo a dichos intrascendentes un tono locuaz excesivo e indebido.
Seguramente que los lectores podrían apuntar otras observaciones.
Si Dios quiere en próximas entregas incluiremos los otros tres aspectos que nos restan.
Saludos a todos.
Ricardo.

Yo he visto esto en algunas iglesias, gracias a Dios en mi iglesia no pasa nada de eso.

Saludos.
 
Re: La incultura evangélica actual

Aquellos que somos más veteranos en la iglesia del Señor, tenemos referentes que nos permiten aseverar lo del epígrafe.
Los jóvenes o hermanos más nuevos en la fe, difícilmente puedan darse cuenta de ello pues desde que están en la iglesia siempre las cosas fueron así, y no tienen como suponer que hace medio siglo pudieran ser distintas. En todo caso, se ha de suponer que si hubieron cambios fue para bien y no para mal.
Contrastando entonces lo que vivimos en nuestra adolescencia y temprana juventud 50 años atrás, con lo que es de práctica común por todas partes, examinaremos como al día de hoy se carece de una cultura elemental, y en el mejor de los casos, donde algo todavía queda va en un irreversible proceso de deterioro.
Ciertamente que no es un axioma aquello de que “todo tiempo pasado fue mejor”, pues de muchos males nos hemos ido reponiendo a través del tiempo y el consiguiente progreso. Pero sí es cierto que a la distancia podemos aquilatar mejor la pérdida de valores con el consiguiente deterioro moral y espiritual que hoy aflige a las iglesias.
No solamente nos vamos acostumbrando a cosas que no tienen precedente en las iglesias neotestamentarias, sino que incluso van contra la sensatez y el sentido común.
Por efecto de contraste, aquellos hermanos veteranos y sensibles, percibimos cosas que son chocantes, aunque nadie parece darse cuenta de nada. Veamos estos 4 aspectos:
1 en la predicación; 2 en la adoración y alabanza; 3 la oración; 4 en el estudio bíblico.
1 en la predicación. Se observan los siguientes desarreglos:
a) Se insiste con predicarle el evangelio a inconversos ausentes en vez de edificar a los creyentes presentes. Estos saben que el mensaje no es para ellos y se desentienden.
b) Se leen pasajes y versículos que no se desarrollan, pues sólo sirven para introducir el sermón que suele ser siempre el mismo.
c) El predicador cumple con dar el mensaje y la congregación con oírlo, sin sentido de trascendencia ni expectativa por cómo pueda incidir entre la audiencia.
d) Aunque cada vez se acorta más el tiempo del mensaje, el predicador sufre por no excederse y los oyentes sufren pensando que hace ya rato que se ha pasado.
e) El predicador ya no espera concitar el interés de los que oyen, y estos le corresponden distrayendo su mente en otras cosas (la película que verán por TV al regresar a casa).
f) El predicador –aunque inconscientemente-, no respeta a sus oyentes al predicarles lo que él sabe que todos ya saben, y estos tampoco le respetan al no ponerle atención.
g) La única preocupación del predicador e interés de sus oyentes está puesta en los últimos “chistes cristianos” bajados por Internet o una anécdota extraída de un libro.
h) El predicador fácilmente se distrae incurriendo en equivocaciones y disparates, y los oyentes ni cuenta se dan resolviendo el problema con su misma falta de atención.
i) En la misma alocución se percibe la falta de convicción y entusiasmo, por lo que no se genera ni alimenta la fe entre los oyentes. Ídem, cuando se hace al revés, imprimiendo a dichos intrascendentes un tono locuaz excesivo e indebido.
Seguramente que los lectores podrían apuntar otras observaciones.
Si Dios quiere en próximas entregas incluiremos los otros tres aspectos que nos restan.
Saludos a todos.
Ricardo.


entonces podriamos concluir algunos puntos??


1. la iglesia evangelica ha apsotatado grandemente

2. la iglesia evangleica se ha apartado de sus principios

3. la iglesia evangelica ha adoptado el secularismo en sus practicas

4. es necesario reformar la iglesia evangellica en todos sus aspectos

5. de evangelica solo tiene el nombre
 
Re: La incultura evangélica actual

Que la PAZ esté con vosotros.

La incultura evangélica actual, TRISTE, DOLOROSA y LAMENTABLEMENTE, es fruto del DESCONOCIMIENTO casi generalizado, en TODAS las DENOMINACIONES; del MENSAJE y del SACRIFICIO de nuestro SEÑOR JESUCRISTO.

Durante SIGLOS, los guardianes y transmisores de la PALABRA, RESPONSABLES de comunicar la ENSEÑANAZA, que lleva al CONOCIMIENTO en la PRÁCTICA; no solo NO la han PRACTICADO con el EJEMPLO, sino que la han OBVIADO, la han IGNORADO; enseñando sólo la práctica de rituales, que son costumbres VACIAS, y EXENTAS del ESPÍRITU de DIOS.
Hoy, en el siglo XXI, casi todo el mundo tiene acceso a las Sagradas Escrituras, y muchos, dedican parte de su tiempo al ESTUDIO; pero, de NADA SIRVE, estudiar y memorizar, de principio a fin, versículo a versículo, palabra por palabra, si NO se PRACTICA...
Sólo la PRÁCTICA en la CONFIANZA, lleva al CONOCIMIENTO, personal, intransferible, e imposible de alcanzar de otro modo..

En Santiago 1:21,22,23, está escrito: Por esto deponiendo toda sordidez y todo RESTO de MALDAD, recibid con mansedumbre la PALABRA injerta en vosotros, capaz de SALVAR vuestras ALMAS.
Ponedla en PRÁCTICA y NO os contentéis en OIRLA, que os ENGAÑARÍA.

Lamentablemente, POCOS AMAN al prójimo, casi NADIE AMA a sus enemigos, y casi NADIE CONOCE a DIOS, aunque todos crean y digan que sí...

DIOS es AMOR, y en el AMOR, no hay dudas, no hay miedos, no hay depresión, no hay odio, no hay rencor, no hay ira, no hay altivez, no hay engaño, no hay mentira, no hay codicia, no hay avaricia,.......no hay VANIDAD...

En el AMOR hay CONFIANZA, HUMILDAD, CARIDAD, PIEDAD, MISERICORDIA, CLEMENCIA, TEMPLANZA, BENEVOLENCIA, ESPERANZA,........PAZ...

DIOS (Bendito sea) es TESTIGO, que mi mensaje no es un "reproche" a nadie, ni está dirigido a nadie en particular; es una llamada a la MEDITACIÓN, porque el que NO tiene AMOR, no tiene NADA....

JESUCRISTO(Bendito sea) es el ÚNICO EJEMPLO, el ÚNICO MAESTRO, ¿murió en vano??

Ruego a DIOS, que tenga PIEDAD de TODOS, y os Bendiga. AMÉN.
 
Re: La incultura evangélica actual

entonces podriamos concluir algunos puntos??


1. la iglesia evangelica ha apsotatado grandemente

2. la iglesia evangleica se ha apartado de sus principios

3. la iglesia evangelica ha adoptado el secularismo en sus practicas

4. es necesario reformar la iglesia evangellica en todos sus aspectos

5. de evangelica solo tiene el nombre


Deneto, no aproveches para soltar tu veneno; aquí estamos haciendo una citica constructiva, se busca restaurar, no destruir . Te he dicho que cuando se tiene el techo de vidrio como tú, no se debe andar tirando piedras.
 
Re: La incultura evangélica actual

Pues yo tengo una solución:

Dejar que los miembros participen con estudios bíblicos, enseñanzas, actividades, etc.

Esto, que parece muy lógico, no se hace, al menos en mi iglesia lo hecho de menos. Por que siempre son los mismos los que hablan, los q enseñan, etc.

Hombre, por Dios, las personas tienen cosas que decir, faltaría más.

No todo es unidireccional.

_______________-


Y sobre la incultura: que estudien ciencias.

Lo siento, pero es así. El cerebro hay q ejercitarlo.

O acaso los años de estudio, los años de experiencia se tienen por obra de milagros?

En fin.
 
Re: La incultura evangélica actual

Deneto, no aproveches para soltar tu veneno; aquí estamos haciendo una citica constructiva, se busca restaurar, no destruir . Te he dicho que cuando se tiene el techo de vidrio como tú, no se debe andar tirando piedras.



yo no tengo techo de piedra sino aquellos a los que les he preguntado sobre sus doctrinas y sus practicas y no responden con argumentos biblicos.

y no es veneno sino reconociendo lo mal que estan las iglesias evangleicas y la crisis que los envuelve debido a que sus doctrinas no estan fundamentadas en la biblia y se han dejado envolver por el secularismo.
 
Re: La incultura evangélica actual

entonces podriamos concluir algunos puntos??


1. la iglesia evangelica ha apostatado grandemente

2. la iglesia evangleica se ha apartado de sus principios

3. la iglesia evangelica ha adoptado el secularismo en sus practicas

4. es necesario reformar la iglesia evangellica en todos sus aspectos

5. de evangelica solo tiene el nombre

Esa es la cruda realidad. ¿Por qué engañarse con pañitos calientes que no conducen a nada?.


Todo como consecuencia de minimizar y despreciar la ley de Dios (el Decálogo), la cual consideran letra muerta, sólo para los judíos. Por allí se les metieron todos lo demonios, y los que faltan, si no corrigen los errores, no sea que se haga demasiado tarde.
 
Re: La incultura evangélica actual

Esa es la cruda realidad. ¿Por qué engañarse con pañitos calientes que no conducen a nada?.

Todo como consecuencia de minimizar y despreciar la ley de Dios (el Decálogo), la cual consideran letra muerta, sólo para los judíos. Por allí se les metieron todos lo demonios, y los que faltan, si no corrigen los errores, no sea que se haga demasiado tarde.


Y dale con el ministerio de muerte y condenación. Este no es el tema, pero con permiso de Ricardo te haré un breve resumen de lo que debes conocer sobre la ley:

Nosotros los que somos guiados por el Espíritu, no necesitamos de un código escrito en piedra, ni en papel. La ley es guía de los que no tienen el Espíritu.

14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. (Ro. 8:14)

18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. (Gal.5:18)


36.1 ἡγέομαιb; προί̈σταμαιa; κατευθύνω; φέρωd; ἄγωd: to so influence others as to cause them to follow a recommended course of action—‘to guide, to direct, to lead.

Ustedes NO, pero nosotros los que somos guiados por el Espíritu, no servimos a Dios mediante la letra de un código. No lo necesitamos.


4 Ésta es la confianza que delante de Dios tenemos por medio de Cristo. 5 No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios. 6 Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. (2Cor. 3:4)

Los diez mandamientos en piedra, fue un ministerio de muerte y condenación.

7 Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel………..

……………… 9Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación
. (2Cor.3)


La ley despierta las malas paciones de la carne.

5 Porque cuando nuestra naturaleza pecaminosa aún nos dominaba, las malas pasiones que la ley nos despertaba actuaban en los miembros de nuestro cuerpo, y dábamos fruto para muerte. 6 Pero ahora, al morir a lo que nos tenía subyugados, hemos quedado libres de la ley, a fin de servir a Dios con el nuevo poder que nos da el Espíritu, y no por medio del antiguo mandamiento escrito (Ro. 7:5-6)

7¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. 8 Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. (Ro. 7:7)


14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. (Ro. 6:14)


El principal propósito de la ley es este:

20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase, (Ro. 5:20)

La ley es lo que le da poder al pecado.

56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley (1Cor.15:56)
 
Respuestas a los mensajes:

Respuestas a los mensajes:

# 6 – Tobi: Mi querido hermano, como siempre realizas magistralmente tu exposición. Como bien lo señala Leal, esta autocrítica tiende a ser constructiva, con lo que queremos decir que cuantos nos adelantamos a ventilar los problemas que nos afligen, estamos bastante más cerca de la solución que aquellos que los disimulan o sólo los ven en los demás. Pero que el tema es complicado –como dices-, ¡vaya si lo es!
# 7 – Leal: Aunque te parezca mentira, a lo largo de la vida he visto como hermanos con el don para enseñar eran dejados a un lado, para promover a otros que aunque careciendo del don, se mostraban más leales y dóciles a la manipulación de la dirigencia. Mientras que Spurgeon fundó su colegio de pastores para perfeccionar a los que de hecho ya lo eran, los modernos Seminarios e Institutos Bíblicos están pensados para sacar ministros de candidatos ineptos pero maleables.
# 8 - George777: Ya le decía yo a Leal (#5) como nuestros lectores pugnarían por estar exceptuados del caso. ¡Bienaventurados ellos! Veremos si tras examinar los otros tres aspectos que nos restan, en tu iglesia sigue sin pasar nada.
# 9 – Deneto: Tus cinco puntos son correctos. Quizás yo pueda agregar otros 90 para alcanzar el número de las 95 Tesis de Lutero. Como cristiano evangélico que soy, hace ya una década que en este Foro debato con mis hermanos todos los aspectos teológicos, doctrinales y prácticos de nuestras iglesias, enardeciéndonos a veces, pero sin faltarnos el respeto ni dejar de amarnos en el Señor. ¿Acaso alguien ha visto alguna vez a un sectario Adventista, Testigo de Jehová o mormón haciendo autocrítica de su propia organización? En el momento que lo hiciera ya estaría quedando fuera de la misma. Pero si tú conoces alguna iglesia cristiana que escapa a tus cinco puntos, dímelo que buscaré una igual en mi país para pasarme de inmediato a la misma.
# 10 – Cátara: Acertadamente atribuyes el presente estado de las iglesias al desconocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Lo que creemos conocer mejor -¡tanto que le cantamos!-, paradójicamente es lo que menos conocemos: “Verlo hemos, mas sin atractivo para que lo deseemos” (Isaías 53:2). Si lo conociéramos mejor, de seguro que las cosas serían muy distintas. Con igual acierto hablas de cuán unida debe estar la enseñanza a la práctica. Yo creo que no hay aprendizaje real hasta que la enseñanza recibida se traduzca en los cambios positivos que necesariamente deben operarse en el aprendiz diligente. La Palabra de Dios actúa en los creyentes (1Ts 2:13). Quien quiera aprender para hacer la voluntad de Dios, conocerá la doctrina que de Dios procede (Jn 7:17), pero faltando tal alegre disposición, el cerebro permanece como embotado para las cosas espirituales. Nuestro Señor Jesucristo es todo inclusivo, es decir, que teniéndole en su plenitud, nada nos puede faltar. Tú bien haces en encarecer la preeminencia del amor, pero así y con todo, Dios no podría darnos su gracia, dones y bendiciones y regatearnos su amor. No amamos con nuestro propio amor, sino con un amor prestado, pues Él es quien ha derramado su amor en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado. Este es el AGAPE verdadero. Nuestro amor a flor de labios puede no pasar de una fingida postura.
# 12 – Valenzuela: Tu propuesta es correcta. Ya tendremos ocasión de volver sobre ella cuando consideremos el cuarto aspecto de este tema: Los estudios bíblicos.
# 14 – Advencito: Por gracia de Dios puedo introducir un tema que nos confronta a los cristianos evangélicos a la cruda realidad, sin cubrirnos bajo los paños (fríos, tibios o calientes) de la pollera de profetiza alguna, por infalible que pudiera ser.
En la próxima entrega consideraremos, si Dios quiere, la adoración y alabanza en nuestras reuniones.
Saludos a todos.
Ricardo.
 
Re: La incultura evangélica actual

Aquellos que somos más veteranos en la iglesia del Señor, tenemos referentes que nos permiten aseverar lo del epígrafe.
Los jóvenes o hermanos más nuevos en la fe, difícilmente puedan darse cuenta de ello pues desde que están en la iglesia siempre las cosas fueron así, y no tienen como suponer que hace medio siglo pudieran ser distintas. En todo caso, se ha de suponer que si hubieron cambios fue para bien y no para mal.
Contrastando entonces lo que vivimos en nuestra adolescencia y temprana juventud 50 años atrás, con lo que es de práctica común por todas partes, examinaremos como al día de hoy se carece de una cultura elemental, y en el mejor de los casos, donde algo todavía queda va en un irreversible proceso de deterioro.
Ciertamente que no es un axioma aquello de que “todo tiempo pasado fue mejor”, pues de muchos males nos hemos ido reponiendo a través del tiempo y el consiguiente progreso. Pero sí es cierto que a la distancia podemos aquilatar mejor la pérdida de valores con el consiguiente deterioro moral y espiritual que hoy aflige a las iglesias.
No solamente nos vamos acostumbrando a cosas que no tienen precedente en las iglesias neotestamentarias, sino que incluso van contra la sensatez y el sentido común.
Por efecto de contraste, aquellos hermanos veteranos y sensibles, percibimos cosas que son chocantes, aunque nadie parece darse cuenta de nada. Veamos estos 4 aspectos:
1 en la predicación; 2 en la adoración y alabanza; 3 la oración; 4 en el estudio bíblico.
1 en la predicación. Se observan los siguientes desarreglos:
a) Se insiste con predicarle el evangelio a inconversos ausentes en vez de edificar a los creyentes presentes. Estos saben que el mensaje no es para ellos y se desentienden.
b) Se leen pasajes y versículos que no se desarrollan, pues sólo sirven para introducir el sermón que suele ser siempre el mismo.
c) El predicador cumple con dar el mensaje y la congregación con oírlo, sin sentido de trascendencia ni expectativa por cómo pueda incidir entre la audiencia.
d) Aunque cada vez se acorta más el tiempo del mensaje, el predicador sufre por no excederse y los oyentes sufren pensando que hace ya rato que se ha pasado.
e) El predicador ya no espera concitar el interés de los que oyen, y estos le corresponden distrayendo su mente en otras cosas (la película que verán por TV al regresar a casa).
f) El predicador –aunque inconscientemente-, no respeta a sus oyentes al predicarles lo que él sabe que todos ya saben, y estos tampoco le respetan al no ponerle atención.
g) La única preocupación del predicador e interés de sus oyentes está puesta en los últimos “chistes cristianos” bajados por Internet o una anécdota extraída de un libro.
h) El predicador fácilmente se distrae incurriendo en equivocaciones y disparates, y los oyentes ni cuenta se dan resolviendo el problema con su misma falta de atención.
i) En la misma alocución se percibe la falta de convicción y entusiasmo, por lo que no se genera ni alimenta la fe entre los oyentes. Ídem, cuando se hace al revés, imprimiendo a dichos intrascendentes un tono locuaz excesivo e indebido.
Seguramente que los lectores podrían apuntar otras observaciones.
Si Dios quiere en próximas entregas incluiremos los otros tres aspectos que nos restan.
Saludos a todos.
Ricardo.

Estimado Ricardo

¡¡Que tema!!... Estos son temas que necesitamos amado hermano. En relación a este importantísimo tema, puedo decirte lo siguiente.

Seguramente no podemos negar cuanto le falta a la iglesia de hoy, comparada con la iglesia de decenas de años atrás y peor aún, con la iglesia primitiva. La pérdida de la estructura espiritual es lamentable, porque eso augura que finalmente de lo que fue la iglesia primitiva no quedará nada;… aunque la iglesia de Cristo siga existiendo con una cara distinta.

¿Cuál es realmente el problema que aqueja a la iglesia actual? Yo diría que hay dos razones fundamentales, de la cuales depende todo lo demás.

LAS FALENCIAS DE LA IGLESIA DE HOY ES LA CARENCIA DEL ESPÍRITU SANTO Y DE LA ORACIÓN.

Estos son los dos elementos que se necesitan para cambiar o recuperar la estructura espiritual de la iglesia de Cristo de tiempo atrás.

El afán, loable por cierto, de llegar a ser un buen elemento dentro de la obra de Dios, el afán de conocer más profundamente las verdades reveladas por Dios, y de ser portadores de la verdad absoluta;… ha desviado a muchos por caminos que no corresponden, por haber desviado en algún punto de su interés el camino correcto; por desvíos y ramales que parecen ser el camino correcto, pero que aunque siguiendo rumbos paralelos, nos alejan de la verdad y de la obra de Dios; y sin señales de vuelta al camino correcto.

El creyente de hoy, carece de dos cosas importantísimas, especialmente los “líderes”, que yo prefiero llamarles ministros;… carecen de la oración y del Espíritu Santo de Dios. Es realmente preocupante, lo bien que aquí en éste foro prosperan temas banales, y se van al tacho de los recuerdos temas que sí son realmente importantes, como por ejemplo, temas sobre la oración; NINGUNO de ellos prospera en éste foro, tal pareciera que los cristianos de hoy tememos a la oración como tememos al peor de los enemigos.

El Espíritu Santo busca hombres para ser usados en su obra; pero busca hombres de oración… de una vida de oración; y ésta búsqueda da pocos resultados. Al hombre de Dios, genuino, útil, idóneo, tanto como creyente, como predicador, siervo, ministro etc. lo hace, lo forma, la oración; el hombre de Dios nace en las rodillas ejercitadas; y su mejor servicio y sus mejores sermones, han nacido al amparo de la oración, ferviente oración, extenuante oración.

Muchos de los ministros de hoy (“líderes” para otros), han sido cautivados –los que realmente con sinceridad buscan de Dios- por el conocimiento, por la letra, por la teología, por el saber;… otros son consumidos por el brillo del dinero, de la honra, de la superficialidad, de la pleitesía de sus miembros, y de los muchos “chiches” con que se esmeran en entretener a sus congregaciones… Pero…. Los verdaderos hombres de Dios, genuinos hombres de Dios, un pequeño remanente fiel, son cada vez mas, especimenes en extinción;… y estos, son precisamente los que Dios busca.

¿El conocimiento, el saber, el estudio idiomático de las Escrituras, la teología?... ¿cultura?... no es mala, …es mala cuando carece del espíritu, de la espiritualidad y se queda solo en la letra, cuando se transforma en “la letra mata, el espíritu vivifica”.

El sol da vida, pero la insolación mata.

Mientras el conocimiento no sea vivificado por el Espíritu Santo de Dios, será solo letra y nada más que letra. Dios forma al predicador, al ministro;… el genuino ministro está capacitado, formado, influenciado, respaldado por Dios;… es Dios quien, a través de su Espíritu Santo unge al ministro de poder, le reviste de su gracia, y le forma como siervo para su obra.

El verdadero, el genuino ministro no se forma en las salas de un Instituto, de una Universidad, de un Seminario, o del conocimiento;.... su verdadera fuente de inspiración, de energía, de gracia, de virtud, de eficacia, no proviene de otras fuentes no divinas;… sino que proviene del mismo Dios, de su obra, a través de su Santo Espíritu.

El Espíritu Santo no desciende sobre una sala de clases, no desciende sobre métodos, programas, maquinarias;… no desciende sobre el genio del maestro, ni sobre la elocuencia del orador, ni sobre el conocimiento del doctor; el Espíritu Santo no unge planes;… No.

El Espíritu Santo desciende sobre los hombres; pero hombres de Dios; desciende y unge a los hombres de oración, consagrados a Dios a través de la oración. Dios no necesita ni demanda grandes planes, grandes talentos, grandes conocimientos, ni siquiera grandes predicadores o ministros… como los que hoy se destacan mundialmente;.. NO… Dios demanda y necesita hombres grandes en fe, en santidad, en fidelidad, en consagración, en honestidad, integridad;… hombres que echen a andar la maquinaria divina … a través de la oración.

Continúo…
 
Re: La incultura evangélica actual

Estimado Ricardo

¡¡Que tema!!... Estos son temas que necesitamos amado hermano. En relación a este importantísimo tema, puedo decirte lo siguiente.

Seguramente no podemos negar cuanto le falta a la iglesia de hoy, comparada con la iglesia de decenas de años atrás y peor aún, con la iglesia primitiva. La pérdida de la estructura espiritual es lamentable, porque eso augura que finalmente de lo que fue la iglesia primitiva no quedará nada;… aunque la iglesia de Cristo siga existiendo con una cara distinta.

¿Cuál es realmente el problema que aqueja a la iglesia actual? Yo diría que hay dos razones fundamentales, de la cuales depende todo lo demás.

LAS FALENCIAS DE LA IGLESIA DE HOY ES LA CARENCIA DEL ESPÍRITU SANTO Y DE LA ORACIÓN.

Estos son los dos elementos que se necesitan para cambiar o recuperar la estructura espiritual de la iglesia de Cristo de tiempo atrás.

El afán, loable por cierto, de llegar a ser un buen elemento dentro de la obra de Dios, el afán de conocer más profundamente las verdades reveladas por Dios, y de ser portadores de la verdad absoluta;… ha desviado a muchos por caminos que no corresponden, por haber desviado en algún punto de su interés el camino correcto; por desvíos y ramales que parecen ser el camino correcto, pero que aunque siguiendo rumbos paralelos, nos alejan de la verdad y de la obra de Dios; y sin señales de vuelta al camino correcto.

El creyente de hoy, carece de dos cosas importantísimas, especialmente los “líderes”, que yo prefiero llamarles ministros;… carecen de la oración y del Espíritu Santo de Dios. Es realmente preocupante, lo bien que aquí en éste foro prosperan temas banales, y se van al tacho de los recuerdos temas que sí son realmente importantes, como por ejemplo, temas sobre la oración; NINGUNO de ellos prospera en éste foro, tal pareciera que los cristianos de hoy tememos a la oración como tememos al peor de los enemigos.

El Espíritu Santo busca hombres para ser usados en su obra; pero busca hombres de oración… de una vida de oración; y ésta búsqueda da pocos resultados. Al hombre de Dios, genuino, útil, idóneo, tanto como creyente, como predicador, siervo, ministro etc. lo hace, lo forma, la oración; el hombre de Dios nace en las rodillas ejercitadas; y su mejor servicio y sus mejores sermones, han nacido al amparo de la oración, ferviente oración, extenuante oración.

Muchos de los ministros de hoy (“líderes” para otros), han sido cautivados –los que realmente con sinceridad buscan de Dios- por el conocimiento, por la letra, por la teología, por el saber;… otros son consumidos por el brillo del dinero, de la honra, de la superficialidad, de la pleitesía de sus miembros, y de los muchos “chiches” con que se esmeran en entretener a sus congregaciones… Pero…. Los verdaderos hombres de Dios, genuinos hombres de Dios, un pequeño remanente fiel, son cada vez mas, especimenes en extinción;… y estos, son precisamente los que Dios busca.

¿El conocimiento, el saber, el estudio idiomático de las Escrituras, la teología?... ¿cultura?... no es mala, …es mala cuando carece del espíritu, de la espiritualidad y se queda solo en la letra, cuando se transforma en “la letra mata, el espíritu vivifica”.

El sol da vida, pero la insolación mata.

Mientras el conocimiento no sea vivificado por el Espíritu Santo de Dios, será solo letra y nada más que letra. Dios forma al predicador, al ministro;… el genuino ministro está capacitado, formado, influenciado, respaldado por Dios;… es Dios quien, a través de su Espíritu Santo unge al ministro de poder, le reviste de su gracia, y le forma como siervo para su obra.

El verdadero, el genuino ministro no se forma en las salas de un Instituto, de una Universidad, de un Seminario, o del conocimiento;.... su verdadera fuente de inspiración, de energía, de gracia, de virtud, de eficacia, no proviene de otras fuentes no divinas;… sino que proviene del mismo Dios, de su obra, a través de su Santo Espíritu.

El Espíritu Santo no desciende sobre una sala de clases, no desciende sobre métodos, programas, maquinarias;… no desciende sobre el genio del maestro, ni sobre la elocuencia del orador, ni sobre el conocimiento del doctor; el Espíritu Santo no unge planes;… No.

El Espíritu Santo desciende sobre los hombres; pero hombres de Dios; desciende y unge a los hombres de oración, consagrados a Dios a través de la oración. Dios no necesita ni demanda grandes planes, grandes talentos, grandes conocimientos, ni siquiera grandes predicadores o ministros… como los que hoy se destacan mundialmente;.. NO… Dios demanda y necesita hombres grandes en fe, en santidad, en fidelidad, en consagración, en honestidad, integridad;… hombres que echen a andar la maquinaria divina … a través de la oración.

Continúo…


Dagoberto,

Aquí se está hablando de los ministros que no van más allá de lo superficial y lo trivial, y carecen del conocimiento necesario para enseñar a otros. El tema es la incultura evangélica actual.

¿Qué te hace pensar que los demás no oran igual que tú, o que son menos santos que tú, y menos receptivos a la voz del Espíritu?

Tu concepto no va en línea con el propósito de Dios. Él constituyó a hombres con diferentes dones, para un fin: Equipar a los santos para la obra del ministerio. En el caso de los pastores-maestros, estos tienen la responsabilidad de enseñar, y si no aprenden ellos primero, no pueden enseñar nada.

El Espíritu Santo lo tienen todos los creyentes, y el que no lo tenga, sencillamente no es de Cristo, y orar todos lo hacen, al menos no hay prueba de que no lo hagan.

Da la coincidencia, que en los años que llevo de carrera, los disparates más grandes, los he oído de ministros que como tú, piensan que todo lo que tienen que hacer es la orar; estos son los que satanizan el conocimiento y el estudio bíblico, y glorifican la ignorancia, perpetuando así a las personas en una eterna superficialidad, y en un conocimiento rudimentario de la fe que profesan.

Los misterios de Dios fueron revelados para que la iglesia los conociera y mediante este conocimiento dé a conocer la multiforme sabiduría de Dios. El conocimiento es vital para el creyente. Todos oran y todos tienen el Espíritu, pero no todos tienen el conocimiento que deberían tener.


Si tú llevas treinta años predicando sobre la importancia de la oración (algo que es conocido hasta por el recién convertido) y este es el tema fuerte de tu ministerio, toma lápiz y papel que este epígrafe es para ti.


Saludos.
 
2 en la adoración y alabanza.

2 en la adoración y alabanza.

Actualmente es muy difícil hallar en las iglesias quienes tengan conceptos claros en cuanto a la adoración y la alabanza. No solamente se confunden ambos términos entre sí, intercambiándolos como si fueran sinónimos, sino que a su vez se confunden con los instrumentos musicales, la ejecución estridente, la amplificación a todo volumen, los cantos a gritos, saltos y danzas, de modo que mucho se parece al culto de los 450 profetas de Baal de quienes Elías se burlaba (1Re 18:27), y nada a la adoración en espíritu y en verdad, que es la que el Padre busca de sus genuinos adoradores (Jn 4:23,24), según le explicaba el Señor Jesús a la mujer samaritana.
Como si les hubiese sobrevenido algún tipo de amnesia parcial, muchos han vuelto a la liturgia davídica, sin darse cuenta del insólito retroceso padecido. En un anacronismo difícil de entender, desde hace años se viene adaptando líneas de los salmos en la composición de nuevos cánticos, sin percibir que la iglesia cristiana centra su adoración en la comunión en el Espíritu con los hermanos y el mismo Dios. Se suele cantar en cierto estribillo de una pegajosa canción (“Si el Espíritu de Dios se mueve en mí”):
yo adoro,
yo alabo,
yo danzo como David
Nadie parece percatarse de que la forma de estar, permanecer y actuar del Espíritu del Cristo resucitado, ascendido, glorificado y derramado en los suyos desde aquel Pentecostés de Hechos 2, es una forma muy superior a lo que en su tiempo pudo conocer y experimentar David.
A la confusión entre aquellos dos términos (adoración y alabanza) se suma que este último también se suele confundir con el mero cantar. Así que un cántico de testimonio del evangelio a los inconversos, o de edificación espiritual de los creyentes, suele anunciarse como una “alabanza”, cuando de tal no tiene absolutamente nada.
O sea, aunque adoramos únicamente a Dios en nuestro espíritu, y cantamos y alabamos al Señor en nuestros corazones “con salmos, con himnos y cánticos espirituales” (Ef 5:19), todavía se piensa que los cristianos pueden expresar su espiritualidad cantando las palabras del Salmo 84:2b “¡Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo!”.
Por todo ello es que Pablo nos dice: “cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento” (1Co 14:15b).
-La incultura evangélica al momento de cantar en la congregación, se percibe de dos maneras:
a) A nadie se le ocurre revisar la letra que se va a cantar, pues si ese himno o cántico se entona en todas partes, debiera darse por sentado que está bien. Sin embargo, los grandes artistas: pintores, escultores, compositores, difícilmente fueron buenos teólogos; y así no es de extrañar que bellas estrofas suenen dulcemente en deliciosas melodías, pero expresando ideas contrarias a lo que exponen las Escrituras.
b) A pocos igualmente se les ocurre que al proponer un cántico, este debería concordar con la índole de la reunión. Si estamos adorando y alabando a nuestro Dios, grande es el repertorio disponible de himnos dirigidos a Él. Si estamos reunidos los hermanos para nuestra edificación espiritual, sobran los cánticos con que nos animamos unos a otros a perseverar confiando en el Señor y sus promesas. Si estamos dando un testimonio público del evangelio a inconversos, hay canciones que contribuyen a marcar algún aspecto de la salvación en Cristo, como el arrepentimiento, el nacer de nuevo, el mirar a Él con fe. Aquí también la confusión se hace notoria, cuando lo que decide la elección de un cántico es apenas el aire contagioso de la melodía, o alguna frase hermosa en la letra. Así, ímpetus románticos o nostálgicos deciden una elección que no armoniza con el propósito de la reunión. No es de extrañar entonces que el Espíritu sea contristado y la reunión se arrastre pesadamente por lo bajo.
Lamentablemente estos temas no suelen hablarse en las iglesias y por eso nosotros tenemos necesidad de hacerlo acá.
No podemos involucrar al Espíritu Santo con nuestras costumbres cultuales, por más arraigadas que estén.
En próxima entrega examinaremos nuestra incultura en las oraciones públicas.
Saludos a todos.
Ricardo.
 
Re: La incultura evangélica actual

Dagoberto,

Aquí se está hablando de los ministros que no van más allá de lo superficial y lo trivial, y carecen del conocimiento necesario para enseñar a otros. El tema es la incultura evangélica actual.

¿Qué te hace pensar que los demás no oran igual que tú, o que son menos santos que tú, y menos receptivos a la voz del Espíritu?

Tu concepto no va en línea con el propósito de Dios. Él constituyó a hombres con diferentes dones, para un fin: Equipar a los santos para la obra del ministerio. En el caso de los pastores-maestros, estos tienen la responsabilidad de enseñar, y si no aprenden ellos primero, no pueden enseñar nada.

El Espíritu Santo lo tienen todos los creyentes, y el que no lo tenga, sencillamente no es de Cristo, y orar todos lo hacen, al menos no hay prueba de que no lo hagan.

Da la coincidencia, que en los años que llevo de carrera, los disparates más grandes, los he oído de ministros que como tú, piensan que todo lo que tienen que hacer es la orar; estos son los que satanizan el conocimiento y el estudio bíblico, y glorifican la ignorancia, perpetuando así a las personas en una eterna superficialidad, y en un conocimiento rudimentario de la fe que profesan.

Los misterios de Dios fueron revelados para que la iglesia los conociera y mediante este conocimiento dé a conocer la multiforme sabiduría de Dios. El conocimiento es vital para el creyente. Todos oran y todos tienen el Espíritu, pero no todos tienen el conocimiento que deberían tener.


Si tú llevas treinta años predicando sobre la importancia de la oración (algo que es conocido hasta por el recién convertido) y este es el tema fuerte de tu ministerio, toma lápiz y papel que este epígrafe es para ti.


Saludos.

Estimado leal

La verdad, no se establece a fuerza de mensajes agresivos ni de ofensas abiertas, sutíles o mal camufladas. El Espíritu Santo da gracia y sabiduría para corregir "con mansedumbre" a los que están equivocados.

Yo no he satanizado el conocimiento ni el estudio bíblico, ..quizás usted leyó mal; al contrario, dije que adquirir este conocimiento "es loable", siempre y cuando por sobre él, vaya el Espíritu Santo.

Asimismo, lo que no entiendo es porqué le ofende tanto que yo diga que la falta de oración en las iglesias es una de las razones por las cuales existen tantas falencias. Tampoco he dicho que yo soy "orador" ni que soy "santo".

Yo creo estimado hermano que usted está leyendo mi mensaje con muchos pre-juicios; a usted ni a nadie he tocado en mi respuesta. Y me extraña que usted con tanta sorna, me aplique a mi el tema.

Si a usted le molesta que yo participe en el tema, solo basta con que usted me lo diga, de una forma que no sea un espectáculo para los que nos leen y... simplemente me retiraría del tema.

Dios le bendiga y le guarde.