Re: ¡22 de octubre de... 2009!
Estimado manuel5. Saludos cordiales.
Tú dices:
A un grosero maleducado como tú, ¿qué quieres que le responda?.
..
Y todo esto que tú escribes es porque no tienes base bíblica para vuestro "juicio investigador"...
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Es así de breve.
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..¿Te llamé yo a tí "payaso" "tonterías" "que no entiendes"?
..
..Se un poquito sincero y reconoce que la IASD no tiene base bíblica para lo que propone
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..Saluditos desde España
Respondo: Hay muchas bases bíblicas para sostener esta creencia. Veamos una de ellas.
EL INVITADO SIN VESTIDO DE BODAS
“
Por tanto, yo te aconsejo que de mi compres…vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez…” (Apocalipsis 3:18).
La Invitación Divina Se Repite
1. ¿Qué parábola especial usó Jesús para ilustrar la invitación del evangelio? ¿Qué respuesta se recibió por parte de los invitados? Mateo 22:1-3.
“El banquete espiritual nos es presentado con rica abundancia... Mediante los mensajeros de Dios nos son presentadas la justicia de Cristo, la justificación por la fe, y las preciosas y grandísimas promesas de la Palabra de Dios, el libre acceso al Padre por medio de Cristo, la consolación del Espíritu y la bien fundada seguridad de la vida eterna en el reino de Dios. ¿Qué otra cosa podía hacer Dios que no haya hecho al proveer la gran cena, el banquete celestial?” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 259).
2. ¿Cómo respondieron los invitados al ser llamados de nuevo a asistir a la fiesta real? ¿De qué diversas maneras fueron tratados los mensajeros del rey? Considera cuidadosamente cómo se aplica a nuestros círculos en la sociedad actual. Mateo 22:4-7.
“Hijos, venid a Jesús. Dad a Dios la ofrenda más preciosa que os es posible presentar; dadle el corazón. Él os habla para deciros: Hijo mío, hija mía, dadme el corazón. Aunque vuestros pecados fueren como la grana, los haré blancos como la nieve, pues os limpiaré con mi propia sangre. Os haré miembros de mi familia: hijos del Rey celestial. Tomad mi perdón, mi paz que os doy gratuitamente. Os revestiré con mi propia justicia –el traje de bodas– y os haré aptos para la cena de las bodas del Cordero. Cuando estéis revestidos con mi justicia –mediante oración, mediante vigilancia, mediante diligente estudio de mi Palabra– podréis alcanzar una norma elevada. Entenderéis la verdad, y vuestro carácter será modelado por una influencia divina, pues ésta es la voluntad de Dios: vuestra santificación (The Youth’s Instructor, 30 de junio, 1892)” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 3, pág. 1182).
Nuevos Invitados
3. ¿Por qué fueron los primeros invitados indiferentes, desganados e insolentes? ¿A quién representa? Mateo 22:8.
“Entre los judíos las fiestas sagradas se relacionaban con todas sus épocas de regocijo nacional y religioso. Eran para ellos un tipo de las bendiciones de la vida eterna. La gran fiesta en la cual habían de sentarse junto con Abrahán, Isaac y Jacob, mientras los gentiles estuviesen fuera mirando con ojos anhelantes, era un tema en el cual les gustaba espaciarse. La lección de amonestación e instrucción que Cristo quería dar, la ilustró en esta ocasión mediante la parábola de la gran cena. Los judíos pensaban reservarse exclusivamente para sí las bendiciones de Dios, tanto las que se referían a la vida presente como las que se relacionaban con la futura. Negaban la misericordia de Dios a los gentiles. Por la parábola, Cristo les demostró que ellos estaban al mismo tiempo rechazando la invitación misericordiosa, el llamamiento al reino de Dios” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 174).
4. ¿Qué hizo el rey? ¿Qué hubiésemos hecho en el lugar del rey? Mateo 22:9, 10; Marcos 16:15, 16.
“En la providencia de Dios, diariamente nos ponemos en contacto con los inconversos. Dios está preparando el camino delante de nosotros… Como colaboradores con Él, tenemos una obra sagrada que realizar. Debemos sentir aflicción de espíritu por los que se encuentran en lugares elevados, y debemos extenderles la graciosa invitación de venir a la fiesta de bodas” (Consejos sobre Mayordomía Cristiana, pág. 195).
La Necesidad Del Vestido De Bodas
5. Aunque algunas personas fueron llamadas de la calle y no tuvieron tiempo para prepararse, ¿qué se requirió de todos ellos? ¿Era esto normal o el rey esperaba algo fuera de lo común? ¿Qué representa aquí el vestido de bodas? Mateo 22:11.
“... y se aceptó solamente a aquellos que habían obedecido sus requerimientos y se habían puesto el vestido de bodas. Así ocurre con los convidados a la fiesta del Evangelio. Todos deben ser sometidos al escrutinio del gran Rey, y son recibidos solamente aquellos que se han puesto el manto de la justicia de Cristo” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 255).
“Se ha preparado un banquete para nosotros. El Señor ha desplegado ante nosotros los tesoros de su Palabra. Pero no debemos presentarnos a la comida con trajes comunes. Debemos estar revestidos con el manto blanco de la justicia de Cristo que ha sido preparado para todos los invitados (Manuscrito 70, 1901)” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 5, pág. 1074).
“La parábola del vestido de bodas (Mat. 22:1-14) representa una lección del más alto significado... El vestido de boda de la parábola representa el carácter puro y sin mancha que poseerán los verdaderos seguidores de Cristo... El lino fino, dice la Escritura, ‘son las justificaciones de los santos’ (Apoc. 19:8). Es la justicia de Cristo, su propio carácter sin mancha, que por la fe se imparte a todos los que lo reciben como Salvador personal... Únicamente el manto que Cristo mismo ha provisto puede hacernos dignos de aparecer ante la presencia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de su propia justicia sobre cada alma arrepentida y creyente” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 252).
6. ¿Cómo explicamos que si bien muchos han sido llamados de la calle, solamente uno no tenía el vestido de bodas? ¿Qué significa la pregunta directa que hace el rey? Mateo 22:12.
“En la parábola del capítulo 22 de San Mateo,... se ve a las claras que el juicio investigador se realiza antes de las bodas. Antes de verificarse éstas entra el Rey para ver a los huéspedes, y cerciorarse de que todos llevan las vestiduras de boda, el manto inmaculado del carácter, lavado y emblanquecido en la sangre del Cordero. (S. Mateo 22:11; Apocalipsis 7:14.) Al que se le encuentra sin traje conveniente, se le expulsa, pero todos los que al ser examinados resultan tener las vestiduras de bodas, son aceptados por Dios y juzgados dignos de participar en su reino y de sentarse en su trono. Esta tarea de examinar los caracteres y de determinar los que están preparados para el reino de Dios es la del juicio investigador, la obra final que se lleva a cabo en el santuario celestial” (El Conflicto de los Siglos, pág. 482).
“Este manto, tejido en el telar del cielo, no tiene un solo hilo de invención humana. Cristo, en su humanidad, desarrolló un carácter perfecto, y ofrece impartirnos a nosotros este carácter. ‘Como trapos asquerosos son todas nuestras justicias’ (Isaías 66:4). Todo cuanto podamos hacer por nosotros mismos está manchado por el pecado... Por su perfecta obediencia ha hecho posible que cada ser humano obedezca los mandamientos de Dios. Cuando nos sometemos a Cristo, el corazón se une con su corazón, la voluntad se fusiona con su voluntad, la mente llega a ser una con su mente, los pensamientos se sujetan a Él; vivimos su vida. Esto es lo que significa estar vestidos con el manto de su justicia. Entonces, cuando el Señor nos contempla, Él ve... su propia ropa de justicia, que es la perfecta obediencia a la ley de Jehová” (Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 253, 254).
7. ¿Quiénes son representados por el hombre sin vestimentas de gracia y justicia? Considera el valor de los méritos propios, sin la vestidura de justicia dada por Dios. ¿Por qué piensas que un carácter tal no entrará nunca en el reino celestial? Mateo 22:13, 14.
“Recordemos que todos los que tengan puesto el vestido de boda habrán pasado por la gran tribulación” (Recibiréis Poder, pág. 374).
“No es suficiente creer la teoría de la verdad. No es suficiente profesar fe en Cristo y tener nuestros nombres registrados en el libro de la iglesia. ‘El que guarda sus mandamientos, está en Él, y Él en él’ 1 Juan 3:24... Esta es la verdadera evidencia de la conversión. No importa cuál sea nuestra profesión de fe, no nos vale de nada a menos que Cristo se revele en obras de justicia” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 255).
¿Has aceptado la justicia de Cristo?
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.