Apreciados foristas:
Las vacaciones y un montón de trabajo acumulado han impedido que venga por este foro últimamente. No obstante, un breve pensamiento no estará de más. Hace ya varias horas que, en todos los husos horarios del planeta Tierra, el día 22 de octubre de 2009 ha quedado atrás. Quizá lo más destacado de dicha fecha sea el inicio de la comercialización oficial del nuevo sistema operativo de Microsoft, llamado Windows 7. Hay otra efemérides, cargada de mentecatez y estulticia: se trata, nada más y nada menos, que del 165 aniversario (¡¡¡!!!) del "inicio" del "juicio investigador" o "previo al advenimiento", invento de la secta adventista desconocido para la Biblia, los apóstoles y el mismísimo Dios.
En mi país nos quejamos de la inoperancia de la justicia, debida a los intereses políticos de jueces corruptos. Según el "paradigma" adventista, la situación en el cielo, al menos por parte de las llamadas "inteligencias celestiales" (que, después de todo, no deben de ser muy inteligentes, pues son asaltadas continuamente por dudas acerca de la justicia divina), es aún peor que en los tribunales de los países más corruptos, pues ese fementido "juicio investigador" no acaba nunca. Resulta que, según Ellen White, una de las promotoras de tamaña farsa, Napoleón (persona fallecida en el siglo XIX) ya merecía ser consignado, cuando ella escribió su panfletario Conflicto, al bando de los perdidos que, supuestamente, asaltarán a la nueva Jerusalén (es de suponer que él "ángel acompañante" de aquella embustera se lo dijo al oído); que ese "juicio investigador" avanzase en sus deliberaciones en pocas décadas desde la época de Adán a la de Napoleón era "prometedor"; que ahora se haya empantanado de forma tan ignominiosa es motivo de mofa.
Naturalmente, los sectarios del adventismo saldrán con el cuentecito de que el juicio ese va a buen ritmo, y que acabará "pronto". Eso sí, si les pedimos algún tipo de evidencia bíblica sobre lo siguiente, tal pandilla de pelagatos se ponen nerviosísimos. Esto es lo que tienen que demostrar los esbirros del adventismo:
Enseguida los veremos por aquí quejándose amargamente de que se les pise el cuello de esta manera. Más les valía que se fueran acostumbrando. Naturalmente, dada la impericia de esos sujetos, amén de su absoluta falta de honestidad y de hombría, recurrirán a decir que tales cosas "ya están demostradas" y a atacar personalmente a cuantos osemos restregarles por los morros las mentiras de su secta y su propia incompetencia. Es lo que hay para ellos, lo que ya NUNCA los dejará.
Las vacaciones y un montón de trabajo acumulado han impedido que venga por este foro últimamente. No obstante, un breve pensamiento no estará de más. Hace ya varias horas que, en todos los husos horarios del planeta Tierra, el día 22 de octubre de 2009 ha quedado atrás. Quizá lo más destacado de dicha fecha sea el inicio de la comercialización oficial del nuevo sistema operativo de Microsoft, llamado Windows 7. Hay otra efemérides, cargada de mentecatez y estulticia: se trata, nada más y nada menos, que del 165 aniversario (¡¡¡!!!) del "inicio" del "juicio investigador" o "previo al advenimiento", invento de la secta adventista desconocido para la Biblia, los apóstoles y el mismísimo Dios.
En mi país nos quejamos de la inoperancia de la justicia, debida a los intereses políticos de jueces corruptos. Según el "paradigma" adventista, la situación en el cielo, al menos por parte de las llamadas "inteligencias celestiales" (que, después de todo, no deben de ser muy inteligentes, pues son asaltadas continuamente por dudas acerca de la justicia divina), es aún peor que en los tribunales de los países más corruptos, pues ese fementido "juicio investigador" no acaba nunca. Resulta que, según Ellen White, una de las promotoras de tamaña farsa, Napoleón (persona fallecida en el siglo XIX) ya merecía ser consignado, cuando ella escribió su panfletario Conflicto, al bando de los perdidos que, supuestamente, asaltarán a la nueva Jerusalén (es de suponer que él "ángel acompañante" de aquella embustera se lo dijo al oído); que ese "juicio investigador" avanzase en sus deliberaciones en pocas décadas desde la época de Adán a la de Napoleón era "prometedor"; que ahora se haya empantanado de forma tan ignominiosa es motivo de mofa.
Naturalmente, los sectarios del adventismo saldrán con el cuentecito de que el juicio ese va a buen ritmo, y que acabará "pronto". Eso sí, si les pedimos algún tipo de evidencia bíblica sobre lo siguiente, tal pandilla de pelagatos se ponen nerviosísimos. Esto es lo que tienen que demostrar los esbirros del adventismo:
- Que Artajerjes I Longímano promulgó un decreto en el otoño de 457 a.C. No antes ni después. En el otoño de 457 a.C.
- Que ese decreto autorizaba la reedificación de la ciudad de Jerusalén, no otras cosas.
Enseguida los veremos por aquí quejándose amargamente de que se les pise el cuello de esta manera. Más les valía que se fueran acostumbrando. Naturalmente, dada la impericia de esos sujetos, amén de su absoluta falta de honestidad y de hombría, recurrirán a decir que tales cosas "ya están demostradas" y a atacar personalmente a cuantos osemos restregarles por los morros las mentiras de su secta y su propia incompetencia. Es lo que hay para ellos, lo que ya NUNCA los dejará.