Pascualita, que tú seas vegetariana no ofende a nadie, al menos a mi no me ofende. Yo fui vegetariano por dos años, y conozco un poco la ideología de los vegetarianos, y su percepción de que por ser vegetarianos en cierto grado son más espirituales.
La ecología tiene una especie de "espiritualidad" y es una religión para muchos, así que si eres ecologista y cristiana, sirves en dos religiones.
Por lo general,los ecológicos tienen creencias que se pueden camuflar muy bien en al cristianismo, pero pueden descarrilar sutilmente de la verdad del evangelio al que no está firme en esta verdad.
Fíjate en algo que has dicho en solo dos cortos aportes:
Hablas de un espíritu libre, que se conoce que es libre por el hecho de no comer carne.
¿Qué es tener espíritu libre?
Afirmas que se han tergiversado muchas cosas, sin aclarar cuáles son esas tergiversaciones, que me imagino tienen que ver con el comer carne.
Esto debe ser una tergiversación:
87 Todos los bueyes para holocausto, doce becerros; doce los carneros, doce los corderos de un año, con su ofrenda, y doce los machos cabríos para expiación. 88 Y todos los bueyes de la ofrenda de paz, veinticuatro novillos, sesenta los carneros, sesenta los machos cabríos, y sesenta los corderos de un año. Esta fue la ofrenda para la dedicación del altar, después que fue ungido. (Nm.7)
4 Entonces el rey y todo el pueblo sacrificaron víctimas delante de Jehová. 5 Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo. (2Cr.7)
Además, ya has dado muestra de un comportamiento típico de los que quieren hablar disparates sin que les impugnen sus ideas: Ya estás asumiendo el papel de víctima.
Nadie te está queriendo quitar el derecho de comer lo que estimes conveniente, pero no vengas con tu eco-cristianismo a decirle a los que comen carne que son unos cavernícolas. Aquí se estaba hablando de la sangre y tú desviaste el tema para predicar tu eco-cristianismo, y el vegetarianismo.
Ubícate:
1 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. 2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. 3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.
