Re: El Espíritu os guiará a toda la verdad. ¿Cómo se realiza esto?
Greivin,
No has entendido lo que estoy tratando de decir, seguramente es porque no me he explicado bien. Lo intentaré de nuevo:
Al hablar de herramientas, no me estoy refiriendo a comentarios teológicos escritos por otros, me estoy refiriendo a los recursos ligústicos que son necesarios dominar para poder comprender lo que está escrito. Un idioma está formado por elementos que le dan vida o sentido al mismo. Reglas Gramaticales, sintaxis, vocabulario, recursos literarios como énfasis, ironías, sentido figurado, refranes, metáforas, paradojas, figuras, etc, que todos trabajan en conjunto para expresar lo que el autor quiere transmitir a sus lectores.
Si uno desconoce estos detalles idiomáticos, pues sencillamente no puede entender totalmente lo que se dijo en un lenguaje dado.
Para poder leer y entender, hay que tener dominio del idioma, de lo contrario no puedes captar las ideas que forman la verdad que el autor quiere comunicar.
Cuando lees en español, por ejemplo, entiendes lo que lees porque dominas el idioma, conoces los detalles intrínsecos del mismo.
Ahora bien, sabes o debes saber, que al hacerse una traducción de un idioma a otro, muchos de esos detalles intrínsecos del idioma se pierden en la traducción, pues una traducción se hace procurando utilizar el menor número posible de palabras, para trasladar el sentido de un idioma a otro.
El traductor busca una equivalencia dinámica, que por muy buena equivalencia que encuentre, en muchos de los casos no va a poder transmitir exactamente y totalmente en pocas palabras, lo que se dijo o se quiso decir en el idioma original; no porque el traductor no conoce la significación extracta de lo que se dijo, sino por causa de que al hacer la traducción tiene que reducir el número de palabras al mínimo, de lo contrario nuestra biblia tendría diez mil páginas.
En este caso ya no sería una traducción sino una traducción amplificada, que por cierto las hay, claro, no de diez mil páginas; pero los cristianos le tienen miedo porque dicen que son añadiduras. Ya sabes que por ahí hay personas que siguen creyendo que la tierra es plana, y que el sol gira alrededor de la tierra.
Lo que quiero resaltar con esto, es que el análisis de lo que está escrito con la ayuda del Espiritu, es indispensable e insustituible para llegar a conocer toda la verdad que el Señor quiere que conozcamos. En el proceso del análisis es que el Espíritu nos asiste en nuestra meta de conocer la verdad total.
Repito, en la brusquedad de toda la verdad, no tiene espacio la subjetividad. Hay solo tres elementos: Nuestro intelecto, el análisis y el Espíritu. Así llegamos a conocer la verdad total. Los tres son indispensables, si falta solo uno de estos elementos, no se puede llegar a conocer la verdad total.
Muchos cristianos han fracasado porque han despreciado el intelecto y el análisis, y han buscado la verdad total mediante la subjetividad.
Saludos,
Leal
Estos dos comentarios suyos, hablan de la msima escritura.
No que hayan escritos basados en los escritos para poder entender, sino que la escritura es suficiente con la guía del Espíritu Santo para entender.
Yo no tengo que recurrir a los que ya recurrieron a la escritura, yo debo recurrir a la escritura y esperar la asistencia del Espíritu Santo para entender.
Esa es la sabiduría que viene de lo alto, esa es la sabiduría que necesitamos.
Dios lo bendice!
Greivin.
Greivin,
No has entendido lo que estoy tratando de decir, seguramente es porque no me he explicado bien. Lo intentaré de nuevo:
Al hablar de herramientas, no me estoy refiriendo a comentarios teológicos escritos por otros, me estoy refiriendo a los recursos ligústicos que son necesarios dominar para poder comprender lo que está escrito. Un idioma está formado por elementos que le dan vida o sentido al mismo. Reglas Gramaticales, sintaxis, vocabulario, recursos literarios como énfasis, ironías, sentido figurado, refranes, metáforas, paradojas, figuras, etc, que todos trabajan en conjunto para expresar lo que el autor quiere transmitir a sus lectores.
Si uno desconoce estos detalles idiomáticos, pues sencillamente no puede entender totalmente lo que se dijo en un lenguaje dado.
Para poder leer y entender, hay que tener dominio del idioma, de lo contrario no puedes captar las ideas que forman la verdad que el autor quiere comunicar.
Cuando lees en español, por ejemplo, entiendes lo que lees porque dominas el idioma, conoces los detalles intrínsecos del mismo.
Ahora bien, sabes o debes saber, que al hacerse una traducción de un idioma a otro, muchos de esos detalles intrínsecos del idioma se pierden en la traducción, pues una traducción se hace procurando utilizar el menor número posible de palabras, para trasladar el sentido de un idioma a otro.
El traductor busca una equivalencia dinámica, que por muy buena equivalencia que encuentre, en muchos de los casos no va a poder transmitir exactamente y totalmente en pocas palabras, lo que se dijo o se quiso decir en el idioma original; no porque el traductor no conoce la significación extracta de lo que se dijo, sino por causa de que al hacer la traducción tiene que reducir el número de palabras al mínimo, de lo contrario nuestra biblia tendría diez mil páginas.
En este caso ya no sería una traducción sino una traducción amplificada, que por cierto las hay, claro, no de diez mil páginas; pero los cristianos le tienen miedo porque dicen que son añadiduras. Ya sabes que por ahí hay personas que siguen creyendo que la tierra es plana, y que el sol gira alrededor de la tierra.
Lo que quiero resaltar con esto, es que el análisis de lo que está escrito con la ayuda del Espiritu, es indispensable e insustituible para llegar a conocer toda la verdad que el Señor quiere que conozcamos. En el proceso del análisis es que el Espíritu nos asiste en nuestra meta de conocer la verdad total.
Repito, en la brusquedad de toda la verdad, no tiene espacio la subjetividad. Hay solo tres elementos: Nuestro intelecto, el análisis y el Espíritu. Así llegamos a conocer la verdad total. Los tres son indispensables, si falta solo uno de estos elementos, no se puede llegar a conocer la verdad total.
Muchos cristianos han fracasado porque han despreciado el intelecto y el análisis, y han buscado la verdad total mediante la subjetividad.
Saludos,
Leal