Re: PASTORES ABUSIVOS, VIOLENTOS, MANIPULADORES.
A través de la historia universal, por otra parte, podemos encontrar que el pago del diezmo a la jerarquía eclesiástica, floreció durante la Edad Media, ya que éste constituía la más importante fuente de ingresos para la Iglesia católica. El diezmo, en efecto, ocupaba el primer puesto en las rentas eclesiásticas.
El diezmo no sólo se recaudaba de los productos agrícolas, sino de toda la clase de productos que podían ser objeto de diezmos: los cereales, el vino, el heno, las crías de ganados, etcétera. En el siglo IX, los concilios católicos extendieron el diezmo a toda clase de rentas, sin reducirlo a los productos agrícolas. Los fieles católicos, amenazados por el arma de la excomunión, entregaban sus diezmos a los santuarios y a los clérigos. Todo mundo estaba obligado a pagar puntualmente el diezmo, dando la décima parte de sus frutos y sus ganados. La Iglesia católica, por su parte, se encargaba de cobrar el diezmo a través del Estado, quien hacía las veces de “brazo secular” al moroso que dejaba de pagarlo.
El papa Inocencio III, en el año 1215 (durante el Concilio de Letrán), determina obligatorio el pago del diezmo en todas las diócesis católicas. El Concilio de Trento (sesión 25, Capítulo XII), por su parte, amplió el anterior decreto: “Todo el que deja de pagar el diezmo, los que lo impidan o lo sustraigan, cometen pecado mortal, incurren en excomunión de la que no pueden ser absueltos si no satisfacen o dan grandes garantías de ello, quedando privados de sepultura eclesiástica” (cf. Enrique Denzinger, El Magisterio de la Iglesia, Ed. Herder, 1963).
Si se agrega a esta forma de “recaudación financiera”, la venta de indulgencias, el pago de sacramentos, la comercialización de reliquias (aunque la mayor parte fueran apócrifas), los decomisos de bienes y patrimonios familiares por parte de la inquisición a los infelices que eran delatados y sentenciados por el “delito” de “herejía” o por ser “judaizantes” (donde se admitía el rumor y la calumnia como “elemento de prueba”), se puede documentar que en siglos de historia, la ambición de la Iglesia católica por acumular riquezas, no tuvo límites y fue por demás insaciable.
En México, el clero secular, los obispos y canónigos vivían principalmente de los diezmos y las primicias. El clero acabó por absorber casi toda la propiedad de la Nueva España, arruinando la agricultura, la industria y el comercio;la pesada contribución del diezmo, como señalaba Abad y Queipo, “no dejaba respirar al labrador”. La Iglesia católica impuso los “diezmos parroquiales” -como lo demostró el liberal mexicano Melchor Ocampo-, “para esclavizar por deudas impagables a los campesinos”. Hay que recordar que la Iglesia católica en México tenía en sus juzgados de capellanías un banco hipotecario, que prestaba a terratenientes, tanto urbanos como rústicos, al 5 y 6% de interés anual bajo hipoteca.
En este contexto, a finales del siglo XVIII, la Iglesia católica era propietaria de la mitad de los bienes raíces y tierras del país y tenía hipotecados muchos otros más, y tenía fama de explotar a sus trabajadores. Para esta época, la legislación eclesiástica establecía el cobro forzoso del diezmo, los legados testamentarios, los bienes de capellanías, cofradías, obras pías y dotes monásticas, entre otros conceptos más, que hacían de la Iglesia católica el principal propietario de la Nueva España.
Francisco Martín Moreno, en su libro “México ante Dios”, destaca que “la jerarquía eclesiástica acaparó la riqueza durante más de tres siglos […] Impidió la alfabetización de las masas y concentró la educación en los privilegiados […] Detentaba más del cincuenta por ciento de la propiedad inmobiliaria del país y tenía bancos, hipotecarias, policía secreta y cárceles clandestinas. Gozaba de exenciones fiscales, cobraba diezmos apoyándose en la fuerza pública y financió guerras, como la de Reforma, invitando a los feligreses a matar con indulgencia plenaria” (Cf. Francisco Martin Moreno, México ante Dios, Ed. Alfaguara, 2006).
http://www.laicismo.org/PHP/p_documento.php?pagina=1&id=3858