Re: Escándolo en EU por captar al famoso sacerdote Alberto Cutié con su amante
Si quieres ser general del ejército tienes que haber pasado antes por los rangos inferiores.
Así también es la vida del Señor, EL dijo que el que quisiera ser el mayor se hiciera el servidor de todos, si te casas, te estás sirviendo a ti mismo y a tu esposa, y estás dividido entre darte placer y a tu esposa y hacer las cosas de Dios.
Por eso la parábola del sembrador nos muestra tres clases de cristianos: los que rinden el 30, los que rinden el 60 y los que rinden al 100.
Los sacerdotes célibes rinden al 100, pues su pareja es Cristo y viven totalmente para agradar a Dios.
Y el que está dividido no puede decir que rinde al 100% como cristiano.
Saludos
Creo que tienes mucho de razón en tu comentario hermano caminante pero el contexto de la parábola del sembrador y el pasaje de I de Corintios 7 se aplica al creyente sea o no pastor o sacerdote católico.
Ahora el mismo Pablo estipula en las epístolas pastorales la necesidad de que el pastor (o párroco) sea casado y tenga hijos creyentes:
1Ti 3:1 Es verdad que si alguien desea dirigir una iglesia, desea un buen trabajo.
1Ti 3:2 Pero debe ser alguien a quien no se le pueda acusar de nada malo. Debe tener una sola esposa, controlar todos sus deseos y pensar dos veces lo que va a hacer. Debe comportarse correctamente, recibir con gusto a los viajeros en su hogar y saber enseñar.
1Ti 3:3 No debe ser borracho, ni violento, ni buscar pelea. Al contrario, debe ser amable y tranquilo, y no estar preocupado sólo por el dinero.
1Ti 3:4 Además, debe gobernar bien a su propia familia y educar a sus hijos para que sean obedientes y respetuosos.
1Ti 3:5 Porque si no puede gobernar a su propia familia, tampoco podrá gobernar a la iglesia de Dios.
1Ti 3:6 Y no debe ser alguien con poco tiempo de haber creído en Jesucristo, pues puede volverse orgulloso y entonces recibirá el mismo castigo que Satanás.
1Ti 3:7 Por último, debe contar con el respeto de la gente que no cree en Jesucristo, para que nunca pase vergüenza delante de ellos ni caiga en alguna trampa de Satanás.