Re: Adventismo y Testigos de Jehová
Estimado javierandrés. Saludos cordiales.
A Jonas Wendell, George Stetson, y George Storrs (segundos adventistas), los encontramos dentro de la división de los cristianos adventistas de Pittsburgh a principio del 1870, y puede haber sido durante ese tiempo cuando los Conley y Russell empezaron a reunirse - probablemente en el hogar de los Conley.
Storrs era un ex ministro metodista que se había unido al movimiento de William Miller pero se había separado después de los adventistas por diferencias doctrinales. Él creía que la muerte de Jesús sirvió para rescatar a la humanidad del pecado de Adán, que los inicuos no resucitarían, que Dios no era una Trinidad, que algunos vivirían eternamente en la Tierra, que la Cena del Señor debía celebrarse anualmente el 14 de Nisán. Había formado un grupo llamado Unión de la Vida y el Advenimiento. Durante su convalecencia ese año reexaminó todas sus creencias; entre otras cosas, concluyó que los inicuos que hubieran muerto en ignorancia tendrían que resucitar para tener la oportunidad de beneficiarse del rescate y vivir para siempre en la Tierra. Su grupo, sin embargo, no aceptó esta revisión de sus enseñanzas, por lo que Storrs rompió en 1871 con el grupo que él mismo había fundado y volvió a editar desde Brooklyn la revista Bible Examiner (Escrutador de la Biblia). También creía que la vuelta de Cristo sería invisible. Russell reconoce que su grupo aprendió mucho de Storrs, probablemente a través de su revista, aunque también llegaron ambos a ser amigos personales.
El grupo de Russell también conoció a través de Storrs las creencias del ya fallecido Henry Grew. Grew, ex pastor bautista británico, consideraba vital santificar el nombre de Jehová y limpiarlo de oprobio, no creía en la Trinidad, la inmortalidad del alma ni el infierno de fuego, creía que los cristianos deben estar separados del mundo, no participar en guerras, no observar un día de descanso semanal, no pertenecer a sociedades secretas como la masonería, no distinguir entre clero y laicos, no recibir títulos religiosos, cada congregación debe tener su cuerpo de ancianos, que deben ser santos e irreprochables, todos los cristianos deben predicar las buenas nuevas, algunos vivirán para siempre en un paraíso terrestre, se debe alabar a Dios con cánticos.
En 1872, George Stetson visitó Pittsburgh (a no ser que viviera allí antes de mudarse al norte de Pennsylvania) y en sus sermones habló del rescate de Cristo y su valor sustitutorio. Según relataría Russell años más tarde, en aquel año, su grupo captó la importancia del precio de rescate que Cristo pagó por la humanidad, y al combinarlo con lo que habían aprendido sobre la restitución de la Tierra entendieron que el valor del rescate garantiza que las bendiciones de la restitución alcanzarán a todos, que podrán resucitar y beneficiarse incluso deficientes mentales, niños, etc.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.