Re: Adventistas Y Pseudomedicinas
El artículo sobre la homeopatía y otros salió en la Revista Adventista
Septiembre 2005, Pag 25-27. Sigamos.
En primer lugar miremos a su fundador: Samuel Hahnemann
Nacido en Alemania en 1755, era un alumno muy eficiente, de modo que tuvo la oportunidad de estudiar medicina en Leipzig, Viena y Erlangen.
Pero la vida de Hahnemann está llena de sucesos sombríos. Con 22 años ingresó en una logia masónica, en 30 años se mudo 27 veces de casa. En ningún lado encontraba la paz, en sus hijos se sucedieron una catástrofe tras otra, un hijo se enfermó psíquicamente y desapareció sin dejar rastros, dos hijos fallecieron a temprana edad, tres hijas se separaron, dos hijas fueron asesinadas. A los 80 años Hahnemann se caso de nuevo con una mujer de 45 años. Estaba lejos del Cristianismo, admiraba al filósofo chino Confucio y lo honraba como su maestro, quien “enseña el camino a Dios”, a Jesucristo lo denominaba “el fanático”.
Este es el hombre cuyo sistema de medicina, y hoy en día mas que nunca, es reconocido y seguido en todo el mundo.
¿Cuales son las hipótesis fundamentales de la homeopatía?
La homeopatía y sus fundamentos fueron expuestos por primera vez por Hahnemann durante los años 1816 – 1822, en la cuidad alemana de Leipzig, puesto que encontró mucha oposición por parte de todos los médicos, se trasladó a París en 1835, donde logro una buena difusión.
Según consta en el diccionario “Larousse del Siglo XX” Hahnemann afirmo haber recibido la homeopatía “... por revelación de poderes sobrenaturales...”
Este sistema terapéutico se basa en la administración de una dilución muy suave de remedios conocidos, y por otro lado, en el principio de curar a “lo semejante con lo semejante”
Eso si creo que hay que preguntarse si los poderes sobrenaturales que “inspiraron” a Hahnemann eran divinos o diabólicos :goethe:
Hay evidencias que los mencionados “poderes sobrenaturales” son poderes demoníacos, como las teorías y los conocimientos en los cuales se basa la homeopatía no poseen base lógica o científica. Todo se puede deducir a una simple sugestión o creencia
No es de maravillarse que muchos homeópatas no son médicos recibidos, como la mayoría de ellos trabajan con métodos utilizados en el espiritismo, como por ejemplo el péndulo y el diagnóstico por el iris.
En diversos lugares se ha confirmado que por lo menos el 90% de los homeópatas están trabajando con métodos y prácticas espiritistas. La experiencia indica que tal tratamiento místico no está basado en la ciencia alguna, y por el gran peligro de la influencia espiritista que ocultan detrás del tratamiento, es muy aconsejable evitarlo, y dejarse limpiar por la sangre de Jesucristo si se ha estado en tratamiento con ellos.
Dice la Biblia en 2 de Corintios 7: 16 – 17:
“Y ¿qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?... por lo cual salid de en medio de ellos y apartaos, dice el señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré”
Para profundizar a través de la luz de la palabra de Dios, para todos los interesados en el tema, les dejo los siguientes textos:
2. Co. 6:14-18; 2.Co. 7:1; Dt. 18:9-14; Lv. 19:31; 20:6.27; Ap. 21:8; 22:5
Ya muchas veces muchos de nosotros se han preguntado acerca de donde uno debe encuadrar a la Homeopatía. E L Dr. Samuel Pfeifer en su libro “¿Salud a toda costa?” prueba que ésta se basa en “Todos los puntos esenciales, en la filosofía oriental”
Revisen la palabra de Dios cuando el Apóstol Pablo en Colosenses 2:18 dice: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas...”, hay que tener presente mas aún, nuevamente, que Hahnemann se atrevió a llamar al hijo de Dios, a Jesucristo, “él más grande soñador”
Decidamos ahora a través de un juicio objetivo, si un Cristiano debe o no suministrase remedios homeopáticos o no.
Volvamos al planteamiento de Hahnemann de “curar síntomas con algo semejante a ellos”, o, como dice otra definición: “El tratamiento practicado por la homeopatía consiste en que el enfermo recibe un medicamento que, siendo suministrado a una persona sana, causa síntomas semejantes a los que presenta el enfermo”
Tomemos amigos y hermanos un ejemplo: Un paciente tiene la muy poco agradable enfermedad de diarrea. El Aceite de ricino le causa diarrea aún a una persona sana, según la dogmática dela homeopatía, pues hay que darle al paciente Aceite de ricino como remedio. Si el “pobre” paciente recibiera una dosis “normal” de aceite de ricino, probablemente nunca mas saldría del baño, por lo que hay que diluir el medicamento.
Llegamos a un punto clave de la homeopatía: la enseñanza de la dilución
Superficialmente hablando el homeópata intenta obtener resultados con la menor cantidad de remedios. Las diluciones son marcadas con la letra D (por “decimal”) y sigue una cifra arábiga que indica la cantidad de ceros después del uno. Una dilución D 10, por lo tanto, es una relación de 1cm3 para 10.000.000.000 cm3, o sea una cucharadita de té para un tanque del tamaño de un campanario de 100m de altura.
Hay muchos homeópatas que trabajan con diluciones aún más grandes Hahnemann mismo prefirió la dilución D 30, que es una dilución de la cual uno no halla ni siquiera una molécula del remedio en una botella del mismo.
Para explicar por que entonces el remedio tiene su efecto, tenemos que llegar a una tercera parte en la homeopatía: el potenciado, que nos lleva hacia el mundo del Budismo e Hinduismo.
Cuando un homeópata produce un remedio, primeramente prepara una tintura original, por ejemplo: de ortigas cuidadosamente picadas, cuyo jugo extrae con alcohol. Luego toma una parte de esa tintura original, hace una dilución con 9 partes del diluyente y comienza a mezclar, por agitación, esa tintura en un frasco. Se diluyen entonces los remedios homeopáticos en decimales
Hahnemann estaba convencido que su procedimiento de mezclar significaba algo mas que obtener una simple dilución, postuló que: “este acto de mezclar por agitación (potenciar) libera una dinámica”
Lo que la obscura figura de Franz Mesmer (fundador del mesmerismo, el llamado “descubridor” del magenismo animal y la hipnosis) practicaba directamente, Hahnemann lo practicaba por el camino indirecto: él trataba al enfermo por medio de una mano humana sana, en otras palabras, Hahnemann creía que el proceso de mezclar por agitación añadía una “cósmica vitalidad” al remedio homeopático. O sea, el poder que, por el conjuro del ocultismo y por la imposición de manos, es trasmitido directamente al paciente, es trasmitido INDIRECTAMENTE a éste por medio del remedio homeopático.
El efecto de remedios de las potencias mas altas, o sea superiores a D 6, está ya en el nivel espiritual, sea por un efecto placebo o por efectos ocultistas. Hahnemann en su libro más importante titulado “Organon”, hizo expresamente referencia al magnetismo animal de Franz Mesmer y apoyaba y practicaba sin restricciones este poder sanador que según él “muchos en su estupidez, suelen negar”
Amigos y hermanos se ha visto que tanto Hahnemann como sus seguidores modernos, creen que ellos transmiten “energía cósmica de la vida” en sus remedios.
¿Debe un Cristiano tomar remedios homeopáticos?
Esta es una pregunta que cada uno responde para sí mismo, según lo que le dicta su conciencia, pero que la palabra de Dios ilumina al decir: “Mirad que nadie o