Toda la Biblia está repleta de las dos características que definen al mesías judío Yeshua: Cómo cordero y cómo León.
Al ser cómo cordero, se le relaciona también cómo el "mesías sufriente", siendo Yeshua ese cordero pascual que cargó con toda la culpa de la humanidad, que fue sacrificado con sufrimiento para que su sangre hiciera expiación por los pecados de muchos (Isaías 53) a este cordero y mesías sufriente también se le llama: "hijo del hombre" porque tenía que despojarse de su Gloria y Poder y sufrir como cualquier ser humano mortal, colocándose en nuestro lugar.
Yeshua siendo el cordero también es hecho Sumo sacerdote (Hebreos 6:20) siendo su propia sangre un sólo y único sacrificio para siempre.
Su característica como cordero representó su humildad, su entrega, su amor incondicional, su empatía, su sacrificio, su compasión, su enorme capacidad para perdonar a sus enemigos y sobretodo, la obediencia al Padre, que cómo buen cordero obedece la voz de quién lo guía.
Al ser cómo cordero, se le relaciona también cómo el "mesías sufriente", siendo Yeshua ese cordero pascual que cargó con toda la culpa de la humanidad, que fue sacrificado con sufrimiento para que su sangre hiciera expiación por los pecados de muchos (Isaías 53) a este cordero y mesías sufriente también se le llama: "hijo del hombre" porque tenía que despojarse de su Gloria y Poder y sufrir como cualquier ser humano mortal, colocándose en nuestro lugar.
Yeshua siendo el cordero también es hecho Sumo sacerdote (Hebreos 6:20) siendo su propia sangre un sólo y único sacrificio para siempre.
Su característica como cordero representó su humildad, su entrega, su amor incondicional, su empatía, su sacrificio, su compasión, su enorme capacidad para perdonar a sus enemigos y sobretodo, la obediencia al Padre, que cómo buen cordero obedece la voz de quién lo guía.