Vaaaah no tienes caso che, sigue en tu falacia.
Bye
Dios crea durante el día, después vienen las oscuras tinieblas, hasta que viene el nuevo día, con el nuevo amanecer.
Libro de Melquisedec.
Historia del Universo.
Capítulo 2
25 Ante el sufrimiento del Eterno, expresado en la tristeza de su semblante, los fieles pudieron fnalmente comprender el signifcado de aquél misterioso abismo: consistía en una representación simbólica del reino de la rebeldía.
En el rostro entristecido de Dios se manifestó, por un, un brillo que a los fieles animó.
Levantando los poderosos brazos ante las tinieblas, ordenó en alta voz:"Haya luz."
Inmediatamente, la luz de Su presencia inundó el profundo abismo y, triunfando sobre las tinieblas, reveló un mundo inacabado, cubierto por aguas cristalinas.
Con ese gesto, el Eterno iniciaba una gran batalla por la reivindicación de Su gobierno de luz; batalla del amor contra el egoísmo; de la justicia contra la injusticia; de la humildad contra el orgullo; de la libertad contra la esclavitud; de la vida contra la muerte
26 Batalla que, sin tregua, se extendería hasta que, en el amanecer anhelado, pudiese el divino Rey retornar victorioso al santo monte Sión, donde, entronizado en medio de las alabanzas de los redimidos, reinaría para siempre en perfecta paz.
Las tinieblas, en su fuga, señalaban hacia el aniquilamiento final de la rebeldía.
Las aguas abundantes que cubrían aquél mundo, hasta entonces oculto, simbolizaban la vida eterna que para los fieles sería conquistada por el amor que todo sacrifica.
El mundo revelado era la tierra
Visitada por las tinieblas y por la luz, ella sería el palco de la gran lucha.
Los ángeles se regocijaban ante el triunfo de la luz en aquél primer día, cuando las tinieblas en su furia rodaban sobre el planeta, sucumbiéndolo en densa obscuridad.
27 La luz, que parecía vencida, renació victoriosa en un lindo amanecer.
Al rayar la luz de un segundo día, el Eterno ordenó: "Haya una expansión enmedio de las aguas, y haya separación entre agua y aguas."
Inmediatamente,el calor de Su luz hizo que una inmensa cantidad de vapor se elevase de las aguas, envolviendo el planeta en un manto de transparencia añil.
Surgió así la atmósfera, con su mezcla perfecta de gases que serían esenciales para la vida que en breve coronaría el planeta.
El Creador, contemplando la expansión, la llamó "cielos".
28 La atmósfera, que llena de brillo envolvía la tierra, se ensombreció al sobrevenir el crepúsculo de otro atardecer.
Capítulo 3
1 Al ser vencidas las tinieblas en el tercer día, el Creador continuó Su obra, haciendo aparecer los inmensos continentes que todavía estaban bajo la superficie de las aguas.
Con las manos levantadas ordenó: "Júntense las aguas debajo de los cielos en un lugar y aparezca la porción seca."
En pronta obediencia, las cristalinas aguas cedieron su posición superior a la porción secaque se levantó, sobreponiéndose a ellas.