Mt 27:46: "y alrededor de la hora novena, JESÚS exclamó con gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lema sabajtaní? (Esto es: DIOS mío, DIOS mío, ¿por qué me dejaste?)"
Cuando nos alejamos de los términos y doctrinas de la Biblia caemos en toda una serie de vicios.
Comenzamos a especular y a no ver con claridad lo que nos plantea el Espíritu Santo. El tema, ampliamente debatido, se arropa en conceptos no inspirados, sustituyendo el que vierte la Verdad.
En particular, el verso bíblico nos quiere indicar el abandono de DIOS a JESÚS, Su Hijo, tal vez en la hora más trágica de la Cronología bíblica.
Los trinitarios defenderán el HECHO que DIOS nunca abandonó Su Carne, pero la pregunta del Señor nos manifiesta que lo abandonó. Sólo queda responder dicha pregunta: Por qué?
Cuando nos alejamos de los términos y doctrinas de la Biblia caemos en toda una serie de vicios.
Comenzamos a especular y a no ver con claridad lo que nos plantea el Espíritu Santo. El tema, ampliamente debatido, se arropa en conceptos no inspirados, sustituyendo el que vierte la Verdad.
En particular, el verso bíblico nos quiere indicar el abandono de DIOS a JESÚS, Su Hijo, tal vez en la hora más trágica de la Cronología bíblica.
Los trinitarios defenderán el HECHO que DIOS nunca abandonó Su Carne, pero la pregunta del Señor nos manifiesta que lo abandonó. Sólo queda responder dicha pregunta: Por qué?