“¡Ya estamos viviendo el
MILENIO!”
I. Introducción.
A. Salutación. Amados hermanos y estimados amigos, con mucho cariño espiritual les saludamos en el poderoso nombre del Señor Jesucristo. Que su luz divina alumbre la mente y el espíritu de todos y cada uno para que entendamos perfectamente las verdades bíblicas a presentarse durante el transcurso de este mensaje, llegando todos nosotros a la muy deseada “unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina... sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Efesios 4:13-15). Proclamar y seguir “la verdad en amor” es la norma que siempre nos guía. Para encontrar la verdad que nos hace libres y nos santifica, para entenderla y obedecerla en nuestro diario vivir, es preciso amarla más que cualquier otra cosa en el mundo. ¿Cuánto ama usted, estimado lector, la verdad de Dios, pura y absoluta?
B. El tema para esta ocasión es “¡Ya estamos viviendo el Milenio!” Al escuchar el título, quizás piense que se trate de un tema demasiado difícil de entender o poco práctico para nuestra vida. Le aseguramos que el tema es de vital importancia para el entendimiento correcto de la época que vivimos, como también del espantoso “poco de tiempo” que ocurre antes de la segunda venida de Cristo, tiempo tenebroso que tal vez comience pronto. La interpretación que presentaremos sobre el Milenio es relativamente fácil de captar. Posiblemente, nunca la haya escuchado en ninguna iglesia o foro público. Sin embargo, pensamos que la encuentre no sólo sencilla sino también lógica y bíblica.
1. Todas las profecías de Apocalipsis, más todas las evidencias de la historia de la Era Cristiana y todas las circunstancias religiosas y políticas del presente, señalan hacia esta conclusión: “¡Ya estamos viviendo el Milenio!”
2. Gran número de teólogos, evangelistas, pastores y predicadores enseñan que el Milenio comienza después de la segunda venida de Cristo. Verá que están equivocados. Probaremos con la Biblia que están errados. Muchos de ellos alborotan al pueblo con profecías y mensajes sobre el llamado “rapto”, la segunda venida de Cristo, la “gran tribulación” y el Milenio. No pocos se lucran grandemente con infinidad de libros y casetes sobre estos temas, estando llenas de sus producciones las librerías “cristianas”. Mas tenemos que decirle -¿Cómo se lo decimos con amor? Tenemos que decírselo con cierta franqueza- que todos ellos son culpables de propagar interpretaciones falsas las cuales envuelven con nubes eufóricas de sensacionalismo y de especulación humana. Denunciarlos no nos trae ninguna satisfacción personal, el Señor lo sabe, pero el amor por la verdad bíblica y el amor por las almas nos obligan a hacerlo.
3. Gran número de iglesias enseñan que el Milenio comienza después de la segunda venida de Cristo. Se equivocan. Desorientan a su feligresía y al pueblo ingenuo. Por ejemplo:
a) Los Testigos de Jehová enseñaban (dudamos de que lo enseñen aún) que el Milenio iba a comenzar en el otoño del año 1975. ¿Notó bien la fecha? No nos equivocamos. Dijeron que el Milenio se iba a principiar en el otoño del año 1975. En su libro Vida eterna en libertad de los hijos de Dios, publicado por la Sociedad de la Watchtower, en Brooklyn, Nueva York, en el año 1966, en la página 29, enseñaron, y citamos: “Según esta cronología bíblica fidedigna, seis mil años desde la creación del hombre terminarán en 1975, y el séptimo período de mil años de la historia humana comenzará en el otoño del año 1975”. En las páginas de 31 a 35 del mismo libro, aparece una lista de fechas y al lado de la fecha 2975 dan la siguiente explicación: “Fin del séptimo día de mil años de la existencia del hombre, temprano en el otoño”. “Temprano en el otoño” del año 2975 terminaría el Milenio programado por los Testigos de Jehová. Pero, ¡su Milenio no comenzó para ellos en el otoño de 1975! Pensamos que esta contradicción en su teología de profecías y fechas sea embarazosa para los Testigos de Jehová. ¡Debe ser!
(1) Estimados Testigos, aunque lo nieguen ustedes diez mil veces, claramente su organización enseñó que el Milenio iba a comenzar en el otoño de 1975. También enseñó que la batalla de Armagedón iba a pelearse antes del otoño del año 1975, que la Iglesia Católica Romana, con las demás iglesias opuestas a la obra de los Testigos, quedarían aniquiladas antes del otoñó de año 1975 y que los poderes políticos caerían antes del año 1975, abriéndose paso para el establecimiento de su proyectada “Teocracia terrenal” durante el Milenio.
(2) Estimados Testigos de Jehová, ¡todas sus profecías fracasaron! El “fiel esclavo” en Brooklyn falló desastrosamente. Sin embargo, veinte y cinco años más tarde, todavía ahí están ustedes en la calle, osadamente predicando su “Teocracia terrenal”, un “paraiso” en la tierra. ¡Qué atrevimiento! ¡Qué falta de rectitud y honestidad! Estimados Testigos, ¿cuándo comenzará su Milenio? Lo anunciaron para el otoño de 1975. ¿Dónde está su “Teocracia terrenal milenial”? Realmente, su organización está desacreditada. Le ha sucedido lo que le sucedió a William Miller quien fijó el año 1843 para la segunda venida de Cristo. Profecías fracasadas, ¡todas! Su historia corta está repleta de profecías incumplidas. Lo indicado es que cierren su gran imprenta en Brooklyn y todos sus “Salones del Reino”, porque obviamente su “reino” no es de Dios.
(3) La honradez y la honestidad exigen que este tipo de organización religiosa admita su error y desista de engañar al pueblo. Pero, al parecer el orgullo sectario y el fanatismo religioso pueden más. ¡Qué lástima! ¡Qué tragedia! Una verdadera tragedia espiritual tanto para los Testigos como para las personas ingenuas que les prestan oído, no conociendo las Sagradas Escrituras ni la historia de las muchas profecías fracasadas de la Sociedad de la Watchtower (Torre de Vigilancia). Tragedias espirituales de esta índole suceden cuando no se ama la verdad más que cualquier otra cosa en el mundo. Al amar su organización más que la verdad y al someterse ciegamente a ella, los Testigos reciben un “poder engañoso” para que crean la mentira. Respetado oyente, amigo Testigo de Jehová, si quiere recibir gratis el “Documento sobre las profecías fracasadas de la Sociedad de la Watchtower”, nuestro correo electrónico es [email protected], o escriba a la: Iglesia de Cristo, Apdo. 1264, Bayamón, Puerto Rico 00960.
b) Los Adventistas del Séptimo Día pautan el Milenio para después de la ejecución del “Juicio Investigador”, el cual se está llevando a cabo en la actualidad, según sus teólogos, y también después de la venida de Cristo.
c) Y, ¿los pentecostales o “avivados”? A pesar de sus muchas profecías fracasadas sobre la fecha para la segunda venida de Cristo, los pentecostales de toda estirpe siguen vociferando sobre el susodicho “rapto de la iglesia”, la inminente aparición de Cristo, y el supuesto establecimiento de un reino espiritual en la tierra durante el Milenio, época que, según ellos, sigue la venida del Señor.
(1) Tremenda maquinaria propagandista han podido montar los pentecostales -emisoras de radio y televisión, imprentas y librerías- para gritar sus mensajes sensacionalistas a los cuatro confines del mundo. Cada semana, extraen del pueblo crédulo -amante de señales, hechizado por profecías, entretenido con espectáculos religiosos- millones y millones de dólares para sostener sus ministerios. Nada más la organización “Cristo viene” de Yiye Ávila recibe aproximadamente $300,000.00 mensuales.
(2) Pero, ¿cómo decírselo con amor? Se lo decimos con sincero amor por sus almas: Los pentecostales están equivocados en sus doctrinas sobre el “rapto” y el Milenio, y se lo vamos a probar con la Biblia abierta. Todavía más preocupante es la siguiente consideración: Si los líderes pentecostales enseñan mal estas doctrinas sobre el “rapto” y el Milenio, por implicación se pone en tela de juicio su capacidad para enseñar correctamente las demás doctrinas, aún más importantes, de la Biblia sobre la iglesia verdadera, el plan de redención, la obra del Espíritu Santo, el culto “en espíritu y en verdad”, etcétera.
II. Amigo, amiga, oyente, la gran verdad de la Biblia sobre el Milenio es ésta: ¡El Milenio precede la segunda venida de Cristo! No acontece después de la segunda venida de Cristo sino ANTES. Es fácil probar esta afirmación. Consideremos:
A. ¿Qué le pasa al planeta Tierra y a todo el universo material al venir Cristo la segunda vez? Son destruidos, ¿no? Simplemente, ¡desaparecen! Ciertamente, la Biblia no nos enseña “tres venidas” de Cristo a la tierra, como postulan los pentecostales, sino sólo dos. La doctrina de una supuesta “tercera venida” a la tierra carece totalmente de apoyo bíblico. Según la doctrina bíblica, el fin de esta tierra está vinculado inseparablemente con el evento de la segunda venida de Cristo al mundo. El apóstol Pedro lo explica de la manera siguiente:
1. “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán” (2 Pedro 3:10 y 12). El “día del Señor” es el día de su segunda venida de Cristo a la tierra. Al retornar Cristo, ¿qué le sucede a “los cielos”? “Pasarán con grande estruendo... encendiéndose, serán deshechos.” Y, ¿qué le pasará a la tierra? “Y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas... los elementos ardiendo serán deshechos.” Obviamente, la destrucción de los cielos y de la tierra está vinculada directamente con la segunda aparición de Jesucristo, o sea, con su venida “como ladrón en la noche”, y no con una supuesta “tercera venida”.
2. Apocalipsis 20:11 armoniza perfectamente con lo que revela Pedro. “Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.” Al venir Cristo en las nubes con los ejércitos celestiales, la tierra y el cielo huyen de delante de Dios. ¡No se encuentra ningún lugar para ellos. “Porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más” (Apocalipsis 21:1).
B. Recalcamos: El fin de este universo material está vinculado inextricablemente con el evento de la segunda venida de Cristo. Regresa Cristo y pone fin a este universo. Por lo tanto, se deduce que esta tierra material, la “primera tierra”, no seguirá existiendo después de la segunda venida de Cristo. Esta conclusión es bíblica e irrefutable. De esta conclusión indiscutible se desprende otra, igualmente incontrovertible, sobre el Milenio a saber: ¡Que el Milenio no puede transcurrir después de la segunda venida de Cristo porque la tierra no existe después de la segunda venida del Señor! Por consiguiente, podemos afirmar categóricamente que el Milenio PRECEDE la segunda venida de Cristo.
C. ¿Ama usted la verdad más que cualquier otra cosa en el mundo? Pues, he aquí la pura verdad: ¡El Milenio precede la segunda venida de Cristo! La persona que no reciba esta verdad, seguramente recibirá un “poder engañoso”, conforme a 2 Tesalonicenses 2:11, para que crea la mentira de un “reino milenial” en la tierra después de la segunda venida del Señor.
III. Aseveramos que en el tiempo presente, el año 2000 de la Era Cristiana, estamos viviendo ya la época del Milenio. Considere las pruebas: Satanás está atado (no domina los gobiernos de los países libres, obligándolos a perseguir a los cristianos) y las naciones no están engañadas. Los gobiernos de la mayoría de los países del mundo garantizan libertad religiosa. La iglesia verdadera de Jesucristo no es perseguida (aunque quizás, sí, algunas sectas o religiones que se involucran en la política o causas sociales). Según Apocalipsis 20:1-3 y 7-8, estas condiciones son, precisamente, las que imperan en la tierra durante el Milenio. Leamos: “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. (7-8) Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra.”
A. Se distinguen claramente en este texto tres épocas o períodos de tiempo que componen nuestra Era Cristiana:
1. La primera época: Satanás está suelto, las naciones están engañadas y la iglesia verdadera es perseguida.
2. La segunda época, la cual es el tiempo del Milenio: Satanás está atado, las naciones no están engañadas y la iglesia verdadera no es perseguida.
3. La tercera época: Satanás está suelto nuevamente, nuevamente engaña a las naciones y nuevamente sufre persecución la iglesia verdadera. Esta época corta es el temible “poco de tiempo” que precede la segunda venida de Cristo.
B. Durante el Milenio, Satanás está atado. ¿Qué quiere decir “atado” en este contexto? Que Dios mismo traba a Satanás, limitando sus poderes para engañar y perseguir.
C. Durante el Milenio, las “naciones” no están engañadas.
1. ¿Cuál es el significado de “naciones” en este contexto? Entendemos que se trata particularmente de los gobernantes y también de la mayoría de los ciudadanos que componen los distintos países o reinos de la tierra. Durante el Milenio, estos gobernantes y la mayoría de los ciudadanos no están engañados.
2. ¿Cuál es el significado de “no engañase más a las naciones”? Durante el Milenio, Satanás no puede engañar a las naciones. ¿Qué quiere decir esto?
a) Que Satanás no puede inducir a los gobernantes de los países a establecer una religión idolátrica como la religión exclusiva del estado, proscribiendo a todas las demás religiones, iglesias, cultos, etcétera;
b) Que él no puede persuadir a los gobernantes a promover o proteger la falsa religión idolátrica;
c) Que él no puede lograr que los sacerdotes de la falsa religión dominen a los gobernantes, o al estado, con la intención de utilizarlos a favor de su fe;
d) Que él no puede instigar a los gobernantes a perseguir o matar a los creyentes.
e) Todo esto lo hacía Satanás con los gobernantes engañados y las falsas religiones durante el tiempo antes del Milenio, pero no lo puede hacer durante el Milenio. Volverá a hacerlo después del Milenio, pero no puede hacerlo durante el Milenio. Nos hace falta comprenderlo con toda claridad e inteligencia espiritual, porque este punto es crucial para el entendimiento del tema.
3. Ahora bien, al librarse los gobiernos del yugo pesado del poder malévolo de la falsa religión idolátrica, al rehusar nombrar a cualquier religión como la religión oficial del estado, al instituirse la separación del estado y de la religión, los gobernantes empiezan a legislar y garantizar la preciosa libertad de culto. Así comienza el verdadero tiempo del Milenio.
D. Conclusión: En el tiempo presente (el año 2000 d. de C.), ¿cuál es la relación de los gobiernos del mundo a la religión en general y a la iglesia verdadera en particular? ¡Casi todos garantizan la preciada libertad religiosa! No persiguen a las religiones ni tampoco a la iglesia verdadera. No se someten mansamente a ningún tipo de sacerdocio eclesiástico o pagano. Por lo tanto, con sobrada razón deducimos que ¡estamos viviendo la época del Milenio! Verdaderamente, ¡Satanás está atado! Si no fuera atado, los gobiernos del mundo, engañados y manipulados por el diablo, no nos concederían la libertad religiosa. Si no fuera atado el diablo en el tiempo presente, los gobiernos del mundo, engañados y utilizados por el diablo, trabarían a la iglesia verdadera en su obra, persiguiéndola y quizás matando a algunos de los fieles. Por estas razones, entre otras, creemos firmemente que estamos viviendo la época del Milenio.
IV. Si estamos viviendo el tiempo del Milenio, ¿qué debemos hacer para aprovecharlo?
A. Nosotros los miembros de la iglesia de Cristo debemos aprovecharlo al máximo, llevando apresuradamente el evangelio puro a toda persona. El tiempo no detiene su marcha. El Milenio de libertad para la iglesia llegará a su fin, quizás muy pronto. Y, ¿qué habremos logrado durante el Milenio, cuando podemos evangelizar libremente? ¡El tiempo oportuno para la iglesia del Señor es ahora! Qué sepamos aprovecharlo al máximo porque vienen días, el espantoso “poco de tiempo” antes de la venida de Cristo, cuando las “naciones”, nuevamente engañadas por Satanás, se levantarán en contra del pueblo verdadero de Dios.
B. ¿Qué deben hacer las multitudes que militan en las iglesias que enseñan falsas doctrinas sobre el “rapto” y el Milenio? ¡Salir de ellas para integrarse a la verdadera iglesia del Señor!
C. ¿Qué deben hacer las personas que no pertenecen a ninguna iglesia sino que se están aprovechando de estos tiempos de libertad y de muchos derechos personales para satisfacer todos sus deseos y pasiones carnales? En primer lugar, deben entender que por medio de su conducta egoísta e irresponsable, están ayudando a preparar el escenario del mundo para el fin del Milenio y la introducción del terrible “poco de tiempo”, cuando los que no tienen el “sello de Dios” caerán víctimas de los gobiernos engañados. Sí, amado lector, porque esta misma enseñanza se encuentra en Apocalipsis 9, en la visión de la quinta trompeta. ("Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sin solamente a los hombres que NO tuviesen el sello de Dios en sus frentes." Por lo tanto, los inconversos del tiempo presente de libertad religiosa deben apresurarse a obedecer el evangelio puro para que se salven y luchen juntamente con el jinete del caballo blanco, Cristo mismo, el victorioso general del ejército de Dios. Que DIos continue bendiciendoles. www.editoriallapaz.org. La Paz de Cristo sea con todos ustedes.
MILENIO!”
I. Introducción.
A. Salutación. Amados hermanos y estimados amigos, con mucho cariño espiritual les saludamos en el poderoso nombre del Señor Jesucristo. Que su luz divina alumbre la mente y el espíritu de todos y cada uno para que entendamos perfectamente las verdades bíblicas a presentarse durante el transcurso de este mensaje, llegando todos nosotros a la muy deseada “unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina... sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Efesios 4:13-15). Proclamar y seguir “la verdad en amor” es la norma que siempre nos guía. Para encontrar la verdad que nos hace libres y nos santifica, para entenderla y obedecerla en nuestro diario vivir, es preciso amarla más que cualquier otra cosa en el mundo. ¿Cuánto ama usted, estimado lector, la verdad de Dios, pura y absoluta?
B. El tema para esta ocasión es “¡Ya estamos viviendo el Milenio!” Al escuchar el título, quizás piense que se trate de un tema demasiado difícil de entender o poco práctico para nuestra vida. Le aseguramos que el tema es de vital importancia para el entendimiento correcto de la época que vivimos, como también del espantoso “poco de tiempo” que ocurre antes de la segunda venida de Cristo, tiempo tenebroso que tal vez comience pronto. La interpretación que presentaremos sobre el Milenio es relativamente fácil de captar. Posiblemente, nunca la haya escuchado en ninguna iglesia o foro público. Sin embargo, pensamos que la encuentre no sólo sencilla sino también lógica y bíblica.
1. Todas las profecías de Apocalipsis, más todas las evidencias de la historia de la Era Cristiana y todas las circunstancias religiosas y políticas del presente, señalan hacia esta conclusión: “¡Ya estamos viviendo el Milenio!”
2. Gran número de teólogos, evangelistas, pastores y predicadores enseñan que el Milenio comienza después de la segunda venida de Cristo. Verá que están equivocados. Probaremos con la Biblia que están errados. Muchos de ellos alborotan al pueblo con profecías y mensajes sobre el llamado “rapto”, la segunda venida de Cristo, la “gran tribulación” y el Milenio. No pocos se lucran grandemente con infinidad de libros y casetes sobre estos temas, estando llenas de sus producciones las librerías “cristianas”. Mas tenemos que decirle -¿Cómo se lo decimos con amor? Tenemos que decírselo con cierta franqueza- que todos ellos son culpables de propagar interpretaciones falsas las cuales envuelven con nubes eufóricas de sensacionalismo y de especulación humana. Denunciarlos no nos trae ninguna satisfacción personal, el Señor lo sabe, pero el amor por la verdad bíblica y el amor por las almas nos obligan a hacerlo.
3. Gran número de iglesias enseñan que el Milenio comienza después de la segunda venida de Cristo. Se equivocan. Desorientan a su feligresía y al pueblo ingenuo. Por ejemplo:
a) Los Testigos de Jehová enseñaban (dudamos de que lo enseñen aún) que el Milenio iba a comenzar en el otoño del año 1975. ¿Notó bien la fecha? No nos equivocamos. Dijeron que el Milenio se iba a principiar en el otoño del año 1975. En su libro Vida eterna en libertad de los hijos de Dios, publicado por la Sociedad de la Watchtower, en Brooklyn, Nueva York, en el año 1966, en la página 29, enseñaron, y citamos: “Según esta cronología bíblica fidedigna, seis mil años desde la creación del hombre terminarán en 1975, y el séptimo período de mil años de la historia humana comenzará en el otoño del año 1975”. En las páginas de 31 a 35 del mismo libro, aparece una lista de fechas y al lado de la fecha 2975 dan la siguiente explicación: “Fin del séptimo día de mil años de la existencia del hombre, temprano en el otoño”. “Temprano en el otoño” del año 2975 terminaría el Milenio programado por los Testigos de Jehová. Pero, ¡su Milenio no comenzó para ellos en el otoño de 1975! Pensamos que esta contradicción en su teología de profecías y fechas sea embarazosa para los Testigos de Jehová. ¡Debe ser!
(1) Estimados Testigos, aunque lo nieguen ustedes diez mil veces, claramente su organización enseñó que el Milenio iba a comenzar en el otoño de 1975. También enseñó que la batalla de Armagedón iba a pelearse antes del otoño del año 1975, que la Iglesia Católica Romana, con las demás iglesias opuestas a la obra de los Testigos, quedarían aniquiladas antes del otoñó de año 1975 y que los poderes políticos caerían antes del año 1975, abriéndose paso para el establecimiento de su proyectada “Teocracia terrenal” durante el Milenio.
(2) Estimados Testigos de Jehová, ¡todas sus profecías fracasaron! El “fiel esclavo” en Brooklyn falló desastrosamente. Sin embargo, veinte y cinco años más tarde, todavía ahí están ustedes en la calle, osadamente predicando su “Teocracia terrenal”, un “paraiso” en la tierra. ¡Qué atrevimiento! ¡Qué falta de rectitud y honestidad! Estimados Testigos, ¿cuándo comenzará su Milenio? Lo anunciaron para el otoño de 1975. ¿Dónde está su “Teocracia terrenal milenial”? Realmente, su organización está desacreditada. Le ha sucedido lo que le sucedió a William Miller quien fijó el año 1843 para la segunda venida de Cristo. Profecías fracasadas, ¡todas! Su historia corta está repleta de profecías incumplidas. Lo indicado es que cierren su gran imprenta en Brooklyn y todos sus “Salones del Reino”, porque obviamente su “reino” no es de Dios.
(3) La honradez y la honestidad exigen que este tipo de organización religiosa admita su error y desista de engañar al pueblo. Pero, al parecer el orgullo sectario y el fanatismo religioso pueden más. ¡Qué lástima! ¡Qué tragedia! Una verdadera tragedia espiritual tanto para los Testigos como para las personas ingenuas que les prestan oído, no conociendo las Sagradas Escrituras ni la historia de las muchas profecías fracasadas de la Sociedad de la Watchtower (Torre de Vigilancia). Tragedias espirituales de esta índole suceden cuando no se ama la verdad más que cualquier otra cosa en el mundo. Al amar su organización más que la verdad y al someterse ciegamente a ella, los Testigos reciben un “poder engañoso” para que crean la mentira. Respetado oyente, amigo Testigo de Jehová, si quiere recibir gratis el “Documento sobre las profecías fracasadas de la Sociedad de la Watchtower”, nuestro correo electrónico es [email protected], o escriba a la: Iglesia de Cristo, Apdo. 1264, Bayamón, Puerto Rico 00960.
b) Los Adventistas del Séptimo Día pautan el Milenio para después de la ejecución del “Juicio Investigador”, el cual se está llevando a cabo en la actualidad, según sus teólogos, y también después de la venida de Cristo.
c) Y, ¿los pentecostales o “avivados”? A pesar de sus muchas profecías fracasadas sobre la fecha para la segunda venida de Cristo, los pentecostales de toda estirpe siguen vociferando sobre el susodicho “rapto de la iglesia”, la inminente aparición de Cristo, y el supuesto establecimiento de un reino espiritual en la tierra durante el Milenio, época que, según ellos, sigue la venida del Señor.
(1) Tremenda maquinaria propagandista han podido montar los pentecostales -emisoras de radio y televisión, imprentas y librerías- para gritar sus mensajes sensacionalistas a los cuatro confines del mundo. Cada semana, extraen del pueblo crédulo -amante de señales, hechizado por profecías, entretenido con espectáculos religiosos- millones y millones de dólares para sostener sus ministerios. Nada más la organización “Cristo viene” de Yiye Ávila recibe aproximadamente $300,000.00 mensuales.
(2) Pero, ¿cómo decírselo con amor? Se lo decimos con sincero amor por sus almas: Los pentecostales están equivocados en sus doctrinas sobre el “rapto” y el Milenio, y se lo vamos a probar con la Biblia abierta. Todavía más preocupante es la siguiente consideración: Si los líderes pentecostales enseñan mal estas doctrinas sobre el “rapto” y el Milenio, por implicación se pone en tela de juicio su capacidad para enseñar correctamente las demás doctrinas, aún más importantes, de la Biblia sobre la iglesia verdadera, el plan de redención, la obra del Espíritu Santo, el culto “en espíritu y en verdad”, etcétera.
II. Amigo, amiga, oyente, la gran verdad de la Biblia sobre el Milenio es ésta: ¡El Milenio precede la segunda venida de Cristo! No acontece después de la segunda venida de Cristo sino ANTES. Es fácil probar esta afirmación. Consideremos:
A. ¿Qué le pasa al planeta Tierra y a todo el universo material al venir Cristo la segunda vez? Son destruidos, ¿no? Simplemente, ¡desaparecen! Ciertamente, la Biblia no nos enseña “tres venidas” de Cristo a la tierra, como postulan los pentecostales, sino sólo dos. La doctrina de una supuesta “tercera venida” a la tierra carece totalmente de apoyo bíblico. Según la doctrina bíblica, el fin de esta tierra está vinculado inseparablemente con el evento de la segunda venida de Cristo al mundo. El apóstol Pedro lo explica de la manera siguiente:
1. “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán” (2 Pedro 3:10 y 12). El “día del Señor” es el día de su segunda venida de Cristo a la tierra. Al retornar Cristo, ¿qué le sucede a “los cielos”? “Pasarán con grande estruendo... encendiéndose, serán deshechos.” Y, ¿qué le pasará a la tierra? “Y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas... los elementos ardiendo serán deshechos.” Obviamente, la destrucción de los cielos y de la tierra está vinculada directamente con la segunda aparición de Jesucristo, o sea, con su venida “como ladrón en la noche”, y no con una supuesta “tercera venida”.
2. Apocalipsis 20:11 armoniza perfectamente con lo que revela Pedro. “Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.” Al venir Cristo en las nubes con los ejércitos celestiales, la tierra y el cielo huyen de delante de Dios. ¡No se encuentra ningún lugar para ellos. “Porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más” (Apocalipsis 21:1).
B. Recalcamos: El fin de este universo material está vinculado inextricablemente con el evento de la segunda venida de Cristo. Regresa Cristo y pone fin a este universo. Por lo tanto, se deduce que esta tierra material, la “primera tierra”, no seguirá existiendo después de la segunda venida de Cristo. Esta conclusión es bíblica e irrefutable. De esta conclusión indiscutible se desprende otra, igualmente incontrovertible, sobre el Milenio a saber: ¡Que el Milenio no puede transcurrir después de la segunda venida de Cristo porque la tierra no existe después de la segunda venida del Señor! Por consiguiente, podemos afirmar categóricamente que el Milenio PRECEDE la segunda venida de Cristo.
C. ¿Ama usted la verdad más que cualquier otra cosa en el mundo? Pues, he aquí la pura verdad: ¡El Milenio precede la segunda venida de Cristo! La persona que no reciba esta verdad, seguramente recibirá un “poder engañoso”, conforme a 2 Tesalonicenses 2:11, para que crea la mentira de un “reino milenial” en la tierra después de la segunda venida del Señor.
III. Aseveramos que en el tiempo presente, el año 2000 de la Era Cristiana, estamos viviendo ya la época del Milenio. Considere las pruebas: Satanás está atado (no domina los gobiernos de los países libres, obligándolos a perseguir a los cristianos) y las naciones no están engañadas. Los gobiernos de la mayoría de los países del mundo garantizan libertad religiosa. La iglesia verdadera de Jesucristo no es perseguida (aunque quizás, sí, algunas sectas o religiones que se involucran en la política o causas sociales). Según Apocalipsis 20:1-3 y 7-8, estas condiciones son, precisamente, las que imperan en la tierra durante el Milenio. Leamos: “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. (7-8) Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra.”
A. Se distinguen claramente en este texto tres épocas o períodos de tiempo que componen nuestra Era Cristiana:
1. La primera época: Satanás está suelto, las naciones están engañadas y la iglesia verdadera es perseguida.
2. La segunda época, la cual es el tiempo del Milenio: Satanás está atado, las naciones no están engañadas y la iglesia verdadera no es perseguida.
3. La tercera época: Satanás está suelto nuevamente, nuevamente engaña a las naciones y nuevamente sufre persecución la iglesia verdadera. Esta época corta es el temible “poco de tiempo” que precede la segunda venida de Cristo.
B. Durante el Milenio, Satanás está atado. ¿Qué quiere decir “atado” en este contexto? Que Dios mismo traba a Satanás, limitando sus poderes para engañar y perseguir.
C. Durante el Milenio, las “naciones” no están engañadas.
1. ¿Cuál es el significado de “naciones” en este contexto? Entendemos que se trata particularmente de los gobernantes y también de la mayoría de los ciudadanos que componen los distintos países o reinos de la tierra. Durante el Milenio, estos gobernantes y la mayoría de los ciudadanos no están engañados.
2. ¿Cuál es el significado de “no engañase más a las naciones”? Durante el Milenio, Satanás no puede engañar a las naciones. ¿Qué quiere decir esto?
a) Que Satanás no puede inducir a los gobernantes de los países a establecer una religión idolátrica como la religión exclusiva del estado, proscribiendo a todas las demás religiones, iglesias, cultos, etcétera;
b) Que él no puede persuadir a los gobernantes a promover o proteger la falsa religión idolátrica;
c) Que él no puede lograr que los sacerdotes de la falsa religión dominen a los gobernantes, o al estado, con la intención de utilizarlos a favor de su fe;
d) Que él no puede instigar a los gobernantes a perseguir o matar a los creyentes.
e) Todo esto lo hacía Satanás con los gobernantes engañados y las falsas religiones durante el tiempo antes del Milenio, pero no lo puede hacer durante el Milenio. Volverá a hacerlo después del Milenio, pero no puede hacerlo durante el Milenio. Nos hace falta comprenderlo con toda claridad e inteligencia espiritual, porque este punto es crucial para el entendimiento del tema.
3. Ahora bien, al librarse los gobiernos del yugo pesado del poder malévolo de la falsa religión idolátrica, al rehusar nombrar a cualquier religión como la religión oficial del estado, al instituirse la separación del estado y de la religión, los gobernantes empiezan a legislar y garantizar la preciosa libertad de culto. Así comienza el verdadero tiempo del Milenio.
D. Conclusión: En el tiempo presente (el año 2000 d. de C.), ¿cuál es la relación de los gobiernos del mundo a la religión en general y a la iglesia verdadera en particular? ¡Casi todos garantizan la preciada libertad religiosa! No persiguen a las religiones ni tampoco a la iglesia verdadera. No se someten mansamente a ningún tipo de sacerdocio eclesiástico o pagano. Por lo tanto, con sobrada razón deducimos que ¡estamos viviendo la época del Milenio! Verdaderamente, ¡Satanás está atado! Si no fuera atado, los gobiernos del mundo, engañados y manipulados por el diablo, no nos concederían la libertad religiosa. Si no fuera atado el diablo en el tiempo presente, los gobiernos del mundo, engañados y utilizados por el diablo, trabarían a la iglesia verdadera en su obra, persiguiéndola y quizás matando a algunos de los fieles. Por estas razones, entre otras, creemos firmemente que estamos viviendo la época del Milenio.
IV. Si estamos viviendo el tiempo del Milenio, ¿qué debemos hacer para aprovecharlo?
A. Nosotros los miembros de la iglesia de Cristo debemos aprovecharlo al máximo, llevando apresuradamente el evangelio puro a toda persona. El tiempo no detiene su marcha. El Milenio de libertad para la iglesia llegará a su fin, quizás muy pronto. Y, ¿qué habremos logrado durante el Milenio, cuando podemos evangelizar libremente? ¡El tiempo oportuno para la iglesia del Señor es ahora! Qué sepamos aprovecharlo al máximo porque vienen días, el espantoso “poco de tiempo” antes de la venida de Cristo, cuando las “naciones”, nuevamente engañadas por Satanás, se levantarán en contra del pueblo verdadero de Dios.
B. ¿Qué deben hacer las multitudes que militan en las iglesias que enseñan falsas doctrinas sobre el “rapto” y el Milenio? ¡Salir de ellas para integrarse a la verdadera iglesia del Señor!
C. ¿Qué deben hacer las personas que no pertenecen a ninguna iglesia sino que se están aprovechando de estos tiempos de libertad y de muchos derechos personales para satisfacer todos sus deseos y pasiones carnales? En primer lugar, deben entender que por medio de su conducta egoísta e irresponsable, están ayudando a preparar el escenario del mundo para el fin del Milenio y la introducción del terrible “poco de tiempo”, cuando los que no tienen el “sello de Dios” caerán víctimas de los gobiernos engañados. Sí, amado lector, porque esta misma enseñanza se encuentra en Apocalipsis 9, en la visión de la quinta trompeta. ("Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sin solamente a los hombres que NO tuviesen el sello de Dios en sus frentes." Por lo tanto, los inconversos del tiempo presente de libertad religiosa deben apresurarse a obedecer el evangelio puro para que se salven y luchen juntamente con el jinete del caballo blanco, Cristo mismo, el victorioso general del ejército de Dios. Que DIos continue bendiciendoles. www.editoriallapaz.org. La Paz de Cristo sea con todos ustedes.