Falso. Nosotros "aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)..." Efe 2:5. El poder de la regeneracio y la transformacion verdadera esta en Cristo Jesus. Nosotros solos no somos capaces de transformar nuestras vidas para agradar a Dios.
En la Biblia, la transformación significa “cambio o renovación de una vida que ya no se conforma a las formas del mundo a una que agrada a Dios” (Romanos 12:2). Esto se logra mediante la renovación de nuestra mente, una transformación espiritual interna que se manifestará en acciones externas. La Biblia presenta la vida transformada en Cristo como demostrada a través de “dar fruto en toda buena obra [y] crecer en el conocimiento de Dios” (Colosenses 1:10). La transformación implica que aquellos que una vez estuvieron lejos de Dios sean “acercados” a Él por medio de la sangre de Cristo (Efesios 2:13).
Además, la evidencia de la transformación dentro de nosotros se ve en la forma en que reflejamos cada vez más la semejanza y la gloria de Cristo (2 Corintios 3:18). Porque como dijo el apóstol Pablo: “Pero ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo” (Romanos 8:9). Para ser considerados hijos de Dios, debemos ser guiados por el Espíritu de Dios. Y es por medio del poder del Espíritu de Dios que Cristo vive en nosotros. La vida transformada refleja la actitud del apóstol Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).
Este poder de transformación proviene de una sola fuente. Pablo dijo: “Porque la palabra de la cruz [el evangelio] es locura para los que se pierden, pero para los que se salvan, esto es, para nosotros, es poder de Dios” (1 Corintios 1:18). Al hablar de Jesús, el apóstol Pedro, fortalecido por el Espíritu Santo, declaró con valentía esta verdad: “En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).
Las vidas transformadas comienzan con el mensaje del evangelio de Cristo, porque en él está el poder de Dios. Es el evangelio el que nos trae la salvación: “No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree: al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio se revela la justicia que procede de Dios por la fe de principio a fin, como está escrito: El justo por la fe vivirá” (Romanos 1:16-17).
No siempre la musica contemporanea refleja una base teologica solida.
Saludos.