Re: Viviendo en el doloroso silencio de Dios...
Hola,
Dios les bendiga,gracias por leer este mje, vivo en Suecia, hace mucho frio pero no solo en el clima sino tambien espiritual, vivo con mi hijo, es toda la flia que tengo aqui,he pasado por momentos de soledad abrumadores pero el silencio de Dios es el que mas siento.
Hola.
Debe ser muy difícil pasar por una situación así, en cierta manera yo también creo estar experimentando el silencio de Dios, o más bien, Su desaprobación con respecto a varios aspectos de mi vida, pero por Su gracia sigo en la lucha y pase lo que pase le pido que me dé fuerzas para mantenerme fiel.
Querida hermana, nadie sintió el silencio de Dios tanto como el Señor Jesucristo la noche de su arresto, el Padre que lo había acompañado todos los días ahora no parecía querer hacerse presente, pero aún así Él jamás expresó que se sentía solo, mantuvo su fe en el propósito de Dios hasta el final y logró la victoria en la Cruz del Calvario.
No te desanimes si a lo mejor sientes que Él no te oye, y si tienes pecado en tu vida, pecado que crees demasiado fuerte como para lidiar con él clama en oración diariamente, a cada momento, recuerda que para superar una adicción (a aveces somos adictos a ciertos pecados) se requieren de varias recaídas, lo importante es verlas como pequeños retrocesos, no como aparatosos fracasos porque según Romanos 8:28 "Somos más que vencedores en Aquel que nos amó" mientras no dejes la carrera puedes estar segura que tarde o temprano llegarás a la meta.
No desmayes porque Dios a veces se queda en sielncio esperando ver qué es lo que hace nuestro corazón cuando está a solas, entrénalo para que aun a solas siga inclinándose hacia la mirada de tu Señor.
Quizás ya hayas leído esta historia pero igual te la dejo, espero que te sirva.
No te desesperes, porque la Palabra promete
Tú, Dios, guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado... Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras...( Isaías 26:3,12 )
Una noche en sueños vi
que con Jesús caminaba
junto a la orilla del mar
bajo una luna plateada.
Soñé que veía en los cielos
mi vida representada
en una seria de escenas
que en silencio contemplaba.
Dos pares de firmes huellas
en la arena iban quedando
mientras con Jesús andaba
como amigos conversando.
Miraba atento esas huellas
reflejadas en el cielo
pero algo extraño observé
y sentí gran desconsuelo.
Observé que algunas veces
al reparar en las huellas
en vez de ver los dos pares,
veía sólo un par de ellas.
Y observaba también yo
que aquel sólo par de huellas
se advertía mayormente
en mis noches sin estrellas.
En las horas de mi vida
llenas de angustia y tristeza
cuando el alma necesita
más consuelo y fortaleza.
Pregunte triste a Jesús:
“¡Señor, Tú no has prometido
que en mis horas de aflicción
siempre andarías conmigo…?
Pero noto con tristeza
que en medio de mis querellas
cuando más siento el sufrir
veo sólo un par de huellas.
¿Dónde están las otras dos
que indican Tu compañía
cuando la tormenta azota
sin piedad la vida mía?
Y, Jesús me contestó:
con ternura y comprensión;
“Escucha bien, hijo mío,comprendo tu confusión.
Siempre te amé y te amaré,y en tus horas de dolor
siempre a tu lado estaré para mostrarte Mi Amor.
Mas si ves solo dos huellas en la arena al caminar,
y no ves las otras dos que se debieran notar,
es que en tu hora afligida, cuando flaquean tus pasos,
no hay huellas de tus pisadas porque te llevo en Mis brazos”.
http://www.rbc.org/intl_ODB.aspx?id=9246&LangType=1034