Abro este hilo para que conversemos sobre la salvación.
Quisiera, sin embargo, presentarlo de manera diferente, usando la analogía de una visa.
Toño desea emigrar al país llamado cielo, donde espera tener un conocimiento íntimo de Dios y un grado de felicidad que no conoce en el país donde actualmente vive.
Le han dicho a Toño que para pasar por el filtro de Migración en el aeropuerto del cielo, necesita presentar una visa o visado.
Toño no tiene idea de qué es una visa, más allá de que es una autorización del País Cielo para admitir migrantes.
Intenta fabricar una visa propia. En su computadora trabaja toda la noche, la imprime, y se presenta orgulloso a Migración. Pero se le dice que su visa no es auténtica, que parece el trabajo escolar de un niño de primaria, y es deportado.
Toño entonces intenta comprar una visa. Busca en Amazon, recorre los mercados de su ciudad, y hasta los barrios más tenebrosos donde busca un "dealer" que por cierto monto de dinero, se la proporcione. Obviamente, sus esfuerzos resultan inútiles. No encuentra visas a la venta, y cuando parece haber comprado una, resulta un engaño, un fraude, y es deportado de nuevo.
Decide ir al Consulado del Cielo en su país, y solicitar una entrevista con el cónsul. Se prepara muy bien memorizando un pitch para convencerlo que es un buen ciudadano, que puede aportar talento y dinero a la economía del Cielo, y que vale la pena dejarlo emigrar. Pero el cónsul, al oírlo, le dice que ningún discurso, por bien preparado que esté, lo convencería de que merece la visa para emigrar. Le dice el cónsul que en el País Cielo hay tanta belleza, riqueza y conocimiento, que no cree que, en las condiciones actuales, Toño pueda aportar nada nuevo.
De aquí en delante, ¿cómo completarían la historia?
Quisiera, sin embargo, presentarlo de manera diferente, usando la analogía de una visa.
Toño desea emigrar al país llamado cielo, donde espera tener un conocimiento íntimo de Dios y un grado de felicidad que no conoce en el país donde actualmente vive.
Le han dicho a Toño que para pasar por el filtro de Migración en el aeropuerto del cielo, necesita presentar una visa o visado.
Toño no tiene idea de qué es una visa, más allá de que es una autorización del País Cielo para admitir migrantes.
Intenta fabricar una visa propia. En su computadora trabaja toda la noche, la imprime, y se presenta orgulloso a Migración. Pero se le dice que su visa no es auténtica, que parece el trabajo escolar de un niño de primaria, y es deportado.
Toño entonces intenta comprar una visa. Busca en Amazon, recorre los mercados de su ciudad, y hasta los barrios más tenebrosos donde busca un "dealer" que por cierto monto de dinero, se la proporcione. Obviamente, sus esfuerzos resultan inútiles. No encuentra visas a la venta, y cuando parece haber comprado una, resulta un engaño, un fraude, y es deportado de nuevo.
Decide ir al Consulado del Cielo en su país, y solicitar una entrevista con el cónsul. Se prepara muy bien memorizando un pitch para convencerlo que es un buen ciudadano, que puede aportar talento y dinero a la economía del Cielo, y que vale la pena dejarlo emigrar. Pero el cónsul, al oírlo, le dice que ningún discurso, por bien preparado que esté, lo convencería de que merece la visa para emigrar. Le dice el cónsul que en el País Cielo hay tanta belleza, riqueza y conocimiento, que no cree que, en las condiciones actuales, Toño pueda aportar nada nuevo.
De aquí en delante, ¿cómo completarían la historia?
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