TESTIMONIO
Tania Daniela Salazar Morales.
Mi testimonio es uno de los muchos casos donde se comprueba la gran majestad de Jesús, el amor que tiene a cada uno de sus hijos, y sobre todo se comprueba la gran obra de Dios para cada uno, muchos chicos como yo jamás han podido conocer de esta gloria debido a que por desgracia sus corazones se enturbecen con la niebla y el polvo que Satanás trae a sus vidas, están sin aliento, sumidos en un desierto que lentamente les va calcinando todo su ser. Para mi es mucho muy preocupante esto, ya que yo me siento muy afortunada en haber salido a tiempo de ese abismo lleno de mortandad en el que me encontraba, pero por desgracias ahí muchos que todavía siguen descendiendo en la gran carrera de la muerte sin pensar siquiera que existe un gran Dios que les ama tanto que solo necesitan permitirle entrar en sus corazones, estos chicos y aun peor estas personas de cualquier edad tienen unas gruesas vendas en los ojos que le impiden el paso de la luz, rogamos a nuestro amado Dios que todas estas personas un día puedan estar contando su testimonio y mantengan ese fuego de amor en sus corazones recién nacidos de nuevo en Jesús.
Mi infancia transcurrió a ritmo de juegos, risas silencio y lagrimas, siempre fui una niña callada, silenciosa e infinitamente introvertida, los recuerdos de aquella infancia son pocos pero podría decir que algunos de los que se mantienen intactos en mi mente son de las mas variadas emociones, yo provengo de un hogar en el que el abandono se hizo palpable a mis 7 años, por parte de mi padre, mi abuelo era mi héroe todo un artista y un científico, reconozco sus grandes talentos en diferentes áreas pero detrás de eso se escondía un cruel historial de muchas cosas; idolatría, violencia, ocultismo, abandono, etc. Cuando mi padre tomo la decisión de irse de la casa con otra mujer, nuestra vida cambio totalmente de giro, mi madre tuvo que luchar con 3 hijos uno de 7 años otro de 6 y uno mas de meses de nacido, se sentía acorralada y desde luego sumida en un rencor total contra lo que acontecía, así fueron transcurriendo los años, lejos de Dios, aislados de toda bendición y adentrados en mundos donde el enemigo obraba a su antojo, entre mis 12 y 13 años de edad, comencé a vivir en carne propia los ataques del enemigo, pero también pude vivir el gran amor de Dios, era quizás como la mayoría de chicos de esa edad, rebeldes, con ganas de volar. pero en mi caso, las cosas cada día empeoraban mas y yo sin darme cuenta comenzaba a descender en el abismo y en un crudo tiempo de desvelos y muerte, bestia solamente de negro, pensando que esa era la manera de describir lo que sentía y hoy con dolor acepto el haberme sentido inmensamente muerte y desolada, llevaba una melancolía en el cuerpo, en el alma y en el espíritu, por otro lado mi familia seguía desunida, derrotada, y en decadencia; los días transcurriendo como todos y mientras mi madre derramaba una dosis de desdicha en la casa yo vaga por ahí sin respuestas, para esta edad me encontraba ya en la secundaria, en donde me sentía rechazada por mi forma tan aislada de ser, los chicos me temían por mi aspecto de muerte, y poco a poco comencé a salirme de la escuela, sin ruta fija, sin una dirección que me llevara al lugar correcto, expuesta a muchos peligros pero sobre todo sin paz, sin alivio, es así como comencé hacer lo que a continuación leerá.
Después de salirme de casa y vagar, empecé a odiar a mi madre por no poder comprender ese dolor que yo tenia en el alma, intente suicidarme un par de veces sin tener éxito desde luego y para gloria de Dios, y me deje tentar creyendo las mentiras y blasfemias de enemigo, me comencé a auto mutilar, siempre en mis bolsillos había una navaja que me servia para cortarme las muñecas, obviamente no me cortaba las venas principales por temor pero si la epidermis, por lo cual mis muñecas estaban llenas de cicatrices a veces muy profundas y expuestas al ambiente, a veces me ardían tanto las muñecas que tenia que vendármelas, pero como si fuese un terrible vicio todos los días tenia la necesidad de cortarme, las noches las pasaba en vigilia, en un desvelo interminable, mis pesadillas por la noche evitaban que conciliara el sueño por lo cual me veía en la cruda realidad de no dormir por temor a que me pasara lo mismo, durante mucho tiempo me sucedía lo que muchos llaman viajes astrales o desdoblamiento y puedo asegurar que este no era de mi iniciativa sino que el enemigo me sacaba de mi cuerpo, quizás usted al leer esto piense en un trastorno psicológico, y puede que esto sea así, pero si algo le puedo asegurar es que Dios es capaz de quitar cualquier trastorno de este tipo y aun mejor sanar y salvar la vida de las personas, y creo que no es tan importante ponernos en la disyuntiva de que si esto era psicológico o proveniente de las manos directas del mal, lo único que le puedo asegurar es que Dios le ama profundamente y que sea, lo que sea de su vida el esta dispuesto a cambiarla, como lo hizo conmigo. Aparte de las cortadas, del desvelo y de mis pesadillas, pasaban aun cosas mas graves como por ejemplo yo podía concentrarme y hacer que las personas se enfocaran en mi, estaba metida en la putrefacta solidez del ocultismo y todos los cristianos sabemos muy bien lo que esto significa, y de donde proviene, en ocasiones era tanta la desesperación de mi madre por controlarme que me metía a la regadera bajo el chorro de agua fría, para tranquilizarme, una madre desesperada por un hijo que ve casi perdido puede llegar a esto y yo la comprendo perfectamente, supongo que debe tener noción de cómo era mi vida en ese entonces y podría resumirle todos los hechos diciéndole que era una vida sin Dios, donde todo se convertía en el abismo profundo del pecado, era una chica mentirosa, violenta, involucrada con ocultismo, con un rencor inmenso en mi existencia, blafemiadora y muchos machas adjetivos que me distinguían y que creo usted imaginara. La vida que llevaba no era para nada buena, por el contrario la odiaba y estaba desesperada por encontrar un alivio, recuerdo muy bien que en esa búsqueda alguien me dijo que podía ir a la iglesia católica de mi localidad, yo ingenua de todo y desesperada fui, aquella iglesia impregnada de un extraño aroma y adornada de lujos me fue de lo mas indiferente, pero era mas la desesperación, yo enlutada con mi aspecto devorante era bastante mal vista, y desde luego que para nada aceptada, el encargado de aquélla iglesia me corrió, un sacerdote de aspecto frívolo me corrió como cualquier perro callejero, yo sorprendida, triste, desalentada decidí que jamás volvería a confiar en alguien, así pasaron unos días o unos meses no lo recuerdo con exactitud, pero gracias a la gloria de nuestro hermoso Dios, pude ver la luz, una tía que vino de viaja a casa por x motivos, era cristiana y conocía la verdad y la libertad del Señor, como era obvio la familia la recibió sin mayor problema, y una mañana todos en casa discutiendo precisamente por dinero entre otras cosas, el Señor hablo a nuestros corazones toco la puerta de nuestros corazones calcinados y ennegrecidos, en mi caso yo pude volver a confiar en Él y realmente le abrí las puertas de mi corazón, todo fue impresionante, mi tía hablaba por obra del espíritu santo, aquellos pensamientos que en mi mente estaban de desamor, se difuminaron, y pude sentir y comprender que el Señor me ama profundamente y que el anhelaba ese momento para convidarme ese amor, llore como nunca lo recuerdo muy bien, me arrepentí de esa vida tan mala que llevaba, y creí que Jesús es mi señor y salvador, oramos toda mi familia al parecer experimento lo mismo, yo sentí como las cadenas queme ataban se rompían y milagrosamente me sentí libre en una paz inmensa que solo Dios puede proporcionar, en un gozo abundante y una dadiva de vida corría por todo mi ser, era nueva y todo lo malo que havia hecho el Señor me lo perdonó aquél corazón fue sanado y limpiado y desde aquel día el Señor me ha bendecido enormemente, recuerdo muy bien que inmediatamente cambio mi vida, aquella ropa negra cambio por alegría, aquellas cicatrices en mis muñecas sanaron increíblemente y ahora no tengo ninguna huella de ellas, y eme aquí, sirviendo para el Señor, ahora escribo para Él y mi mas grande anhelo es servirle, yo puedo gritar a todo el mundo en que realmente Dios cambio mi vida, me aparto de lo malo, me perdono y sobre todo me hizo un ser nuevo capaz de vivir y de creer, lo que antes era dolor hoy es gozo, lo que antes eran lagrimas hoy son risas y lo que antes era obscuridad hoy es luz, una luz eterna en Cristo Jesús.
Espero que este testimonio pueda servirle en algo, y sobre todo que el Señor le bendiga infinitamente como lo ha hecho conmigo, espero que si usted esta llevando una vida similar a la mía, o quizás sin Dios, usted pueda conocer de la gloria de Dios y pueda experimentar en su cuerpo, su alma y su espíritu todo lo que le ama el Señor, ábrale su corazón y el habitara ahí por siempre. Recuerde que nadie es como Dios, ninguna iglesia catolica es capaz de hacer lo que Dios puede hacer por usted, ni la muerte, ni los problemas o cualquiera que sea la situación que le atormente, solo Dios es capaz de darle vida eterna y renovar su corazón.
DIOS LES BENDIGA
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Tania Daniela Salazar Morales.
Mi testimonio es uno de los muchos casos donde se comprueba la gran majestad de Jesús, el amor que tiene a cada uno de sus hijos, y sobre todo se comprueba la gran obra de Dios para cada uno, muchos chicos como yo jamás han podido conocer de esta gloria debido a que por desgracia sus corazones se enturbecen con la niebla y el polvo que Satanás trae a sus vidas, están sin aliento, sumidos en un desierto que lentamente les va calcinando todo su ser. Para mi es mucho muy preocupante esto, ya que yo me siento muy afortunada en haber salido a tiempo de ese abismo lleno de mortandad en el que me encontraba, pero por desgracias ahí muchos que todavía siguen descendiendo en la gran carrera de la muerte sin pensar siquiera que existe un gran Dios que les ama tanto que solo necesitan permitirle entrar en sus corazones, estos chicos y aun peor estas personas de cualquier edad tienen unas gruesas vendas en los ojos que le impiden el paso de la luz, rogamos a nuestro amado Dios que todas estas personas un día puedan estar contando su testimonio y mantengan ese fuego de amor en sus corazones recién nacidos de nuevo en Jesús.
Mi infancia transcurrió a ritmo de juegos, risas silencio y lagrimas, siempre fui una niña callada, silenciosa e infinitamente introvertida, los recuerdos de aquella infancia son pocos pero podría decir que algunos de los que se mantienen intactos en mi mente son de las mas variadas emociones, yo provengo de un hogar en el que el abandono se hizo palpable a mis 7 años, por parte de mi padre, mi abuelo era mi héroe todo un artista y un científico, reconozco sus grandes talentos en diferentes áreas pero detrás de eso se escondía un cruel historial de muchas cosas; idolatría, violencia, ocultismo, abandono, etc. Cuando mi padre tomo la decisión de irse de la casa con otra mujer, nuestra vida cambio totalmente de giro, mi madre tuvo que luchar con 3 hijos uno de 7 años otro de 6 y uno mas de meses de nacido, se sentía acorralada y desde luego sumida en un rencor total contra lo que acontecía, así fueron transcurriendo los años, lejos de Dios, aislados de toda bendición y adentrados en mundos donde el enemigo obraba a su antojo, entre mis 12 y 13 años de edad, comencé a vivir en carne propia los ataques del enemigo, pero también pude vivir el gran amor de Dios, era quizás como la mayoría de chicos de esa edad, rebeldes, con ganas de volar. pero en mi caso, las cosas cada día empeoraban mas y yo sin darme cuenta comenzaba a descender en el abismo y en un crudo tiempo de desvelos y muerte, bestia solamente de negro, pensando que esa era la manera de describir lo que sentía y hoy con dolor acepto el haberme sentido inmensamente muerte y desolada, llevaba una melancolía en el cuerpo, en el alma y en el espíritu, por otro lado mi familia seguía desunida, derrotada, y en decadencia; los días transcurriendo como todos y mientras mi madre derramaba una dosis de desdicha en la casa yo vaga por ahí sin respuestas, para esta edad me encontraba ya en la secundaria, en donde me sentía rechazada por mi forma tan aislada de ser, los chicos me temían por mi aspecto de muerte, y poco a poco comencé a salirme de la escuela, sin ruta fija, sin una dirección que me llevara al lugar correcto, expuesta a muchos peligros pero sobre todo sin paz, sin alivio, es así como comencé hacer lo que a continuación leerá.
Después de salirme de casa y vagar, empecé a odiar a mi madre por no poder comprender ese dolor que yo tenia en el alma, intente suicidarme un par de veces sin tener éxito desde luego y para gloria de Dios, y me deje tentar creyendo las mentiras y blasfemias de enemigo, me comencé a auto mutilar, siempre en mis bolsillos había una navaja que me servia para cortarme las muñecas, obviamente no me cortaba las venas principales por temor pero si la epidermis, por lo cual mis muñecas estaban llenas de cicatrices a veces muy profundas y expuestas al ambiente, a veces me ardían tanto las muñecas que tenia que vendármelas, pero como si fuese un terrible vicio todos los días tenia la necesidad de cortarme, las noches las pasaba en vigilia, en un desvelo interminable, mis pesadillas por la noche evitaban que conciliara el sueño por lo cual me veía en la cruda realidad de no dormir por temor a que me pasara lo mismo, durante mucho tiempo me sucedía lo que muchos llaman viajes astrales o desdoblamiento y puedo asegurar que este no era de mi iniciativa sino que el enemigo me sacaba de mi cuerpo, quizás usted al leer esto piense en un trastorno psicológico, y puede que esto sea así, pero si algo le puedo asegurar es que Dios es capaz de quitar cualquier trastorno de este tipo y aun mejor sanar y salvar la vida de las personas, y creo que no es tan importante ponernos en la disyuntiva de que si esto era psicológico o proveniente de las manos directas del mal, lo único que le puedo asegurar es que Dios le ama profundamente y que sea, lo que sea de su vida el esta dispuesto a cambiarla, como lo hizo conmigo. Aparte de las cortadas, del desvelo y de mis pesadillas, pasaban aun cosas mas graves como por ejemplo yo podía concentrarme y hacer que las personas se enfocaran en mi, estaba metida en la putrefacta solidez del ocultismo y todos los cristianos sabemos muy bien lo que esto significa, y de donde proviene, en ocasiones era tanta la desesperación de mi madre por controlarme que me metía a la regadera bajo el chorro de agua fría, para tranquilizarme, una madre desesperada por un hijo que ve casi perdido puede llegar a esto y yo la comprendo perfectamente, supongo que debe tener noción de cómo era mi vida en ese entonces y podría resumirle todos los hechos diciéndole que era una vida sin Dios, donde todo se convertía en el abismo profundo del pecado, era una chica mentirosa, violenta, involucrada con ocultismo, con un rencor inmenso en mi existencia, blafemiadora y muchos machas adjetivos que me distinguían y que creo usted imaginara. La vida que llevaba no era para nada buena, por el contrario la odiaba y estaba desesperada por encontrar un alivio, recuerdo muy bien que en esa búsqueda alguien me dijo que podía ir a la iglesia católica de mi localidad, yo ingenua de todo y desesperada fui, aquella iglesia impregnada de un extraño aroma y adornada de lujos me fue de lo mas indiferente, pero era mas la desesperación, yo enlutada con mi aspecto devorante era bastante mal vista, y desde luego que para nada aceptada, el encargado de aquélla iglesia me corrió, un sacerdote de aspecto frívolo me corrió como cualquier perro callejero, yo sorprendida, triste, desalentada decidí que jamás volvería a confiar en alguien, así pasaron unos días o unos meses no lo recuerdo con exactitud, pero gracias a la gloria de nuestro hermoso Dios, pude ver la luz, una tía que vino de viaja a casa por x motivos, era cristiana y conocía la verdad y la libertad del Señor, como era obvio la familia la recibió sin mayor problema, y una mañana todos en casa discutiendo precisamente por dinero entre otras cosas, el Señor hablo a nuestros corazones toco la puerta de nuestros corazones calcinados y ennegrecidos, en mi caso yo pude volver a confiar en Él y realmente le abrí las puertas de mi corazón, todo fue impresionante, mi tía hablaba por obra del espíritu santo, aquellos pensamientos que en mi mente estaban de desamor, se difuminaron, y pude sentir y comprender que el Señor me ama profundamente y que el anhelaba ese momento para convidarme ese amor, llore como nunca lo recuerdo muy bien, me arrepentí de esa vida tan mala que llevaba, y creí que Jesús es mi señor y salvador, oramos toda mi familia al parecer experimento lo mismo, yo sentí como las cadenas queme ataban se rompían y milagrosamente me sentí libre en una paz inmensa que solo Dios puede proporcionar, en un gozo abundante y una dadiva de vida corría por todo mi ser, era nueva y todo lo malo que havia hecho el Señor me lo perdonó aquél corazón fue sanado y limpiado y desde aquel día el Señor me ha bendecido enormemente, recuerdo muy bien que inmediatamente cambio mi vida, aquella ropa negra cambio por alegría, aquellas cicatrices en mis muñecas sanaron increíblemente y ahora no tengo ninguna huella de ellas, y eme aquí, sirviendo para el Señor, ahora escribo para Él y mi mas grande anhelo es servirle, yo puedo gritar a todo el mundo en que realmente Dios cambio mi vida, me aparto de lo malo, me perdono y sobre todo me hizo un ser nuevo capaz de vivir y de creer, lo que antes era dolor hoy es gozo, lo que antes eran lagrimas hoy son risas y lo que antes era obscuridad hoy es luz, una luz eterna en Cristo Jesús.
Espero que este testimonio pueda servirle en algo, y sobre todo que el Señor le bendiga infinitamente como lo ha hecho conmigo, espero que si usted esta llevando una vida similar a la mía, o quizás sin Dios, usted pueda conocer de la gloria de Dios y pueda experimentar en su cuerpo, su alma y su espíritu todo lo que le ama el Señor, ábrale su corazón y el habitara ahí por siempre. Recuerde que nadie es como Dios, ninguna iglesia catolica es capaz de hacer lo que Dios puede hacer por usted, ni la muerte, ni los problemas o cualquiera que sea la situación que le atormente, solo Dios es capaz de darle vida eterna y renovar su corazón.
DIOS LES BENDIGA
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