Usando sus mismas palabras, podemos hacernos la misma pregunta que se hizo algún tiempo:
¿Cuál debe ser la virtud cristiana que se debe ejercer al encontrarnos en el camino de nuestra vida (inclusive virtual) con el triste pecado
del sectarismo: Por ejemplo, la Iglesia Católica Romana es la Verdadera Iglesia Cristiana;
el fanatismo: La absoluta entrega romanista a la adoración de María;
el totalitarismo: La estructura vertical de su organización religiosa (con eliminación de Dios y su PALABRA ESCRITA)
y verticalizadora (demostrada en el foro por la actitud humilladora de Luis Fernando al tratar de polizontes a los foristas que no llegan a su "estatura intelectual")
Entonces, ¿cuál debe ser la ética cristiana que debemos ejercitar al encontrarnos en nuestro camino forista con la abominación de no reconocer que somos inmundicia ante los ojos del Señor . . .
El pecado de Adán y Eva fue el orgullo; y aquí hay orgullo para rato ya que no se reconoce el "status" del hombre como un ser indigno de ser tocado o mirado por Dios. Elevamos a hombres y mujeres a los altares para que nos "ayuden" en nuestra vida cristiana en vez de mirar solo a JESUCRISTO.
¿Cuál debe ser la virtud cristiana que se debe ejercer al encontrarnos en el camino de nuestra vida (inclusive virtual) con el triste pecado
del sectarismo: Por ejemplo, la Iglesia Católica Romana es la Verdadera Iglesia Cristiana;
el fanatismo: La absoluta entrega romanista a la adoración de María;
el totalitarismo: La estructura vertical de su organización religiosa (con eliminación de Dios y su PALABRA ESCRITA)
y verticalizadora (demostrada en el foro por la actitud humilladora de Luis Fernando al tratar de polizontes a los foristas que no llegan a su "estatura intelectual")
Entonces, ¿cuál debe ser la ética cristiana que debemos ejercitar al encontrarnos en nuestro camino forista con la abominación de no reconocer que somos inmundicia ante los ojos del Señor . . .
El pecado de Adán y Eva fue el orgullo; y aquí hay orgullo para rato ya que no se reconoce el "status" del hombre como un ser indigno de ser tocado o mirado por Dios. Elevamos a hombres y mujeres a los altares para que nos "ayuden" en nuestra vida cristiana en vez de mirar solo a JESUCRISTO.