M
mirna allende chiang
Guest
A proposito de un foro de Manuel Mora en que generaliza sin consideracion es que he puesto este foro solo para reflexion:
El problema real entre pentecostales y no pentecostales y sus teólogos, no es asunto de lenguas, si todo el mundo debiera hablar en lenguas o no.
El punto en cuestión va mucho más profundo. En la opinión de muchos no hay suficiente diferencia en la teología de ambos como para justificar el antagonismo... Las escuelas evangélicas tato pentecostales o no creen en todos los fundamentos de la salvación.
Ambos bandos profesan creer en la inerrancia de la Palabra y tener amor imperecedero a Cristo.
Los dos enseñan Hebreos 13.8 “ Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos”, Como puede explicarse su hostilidad?
La única respuesta posible es insuficiente amor a Dios. El orgullo de opinión en cuanto a lo no esencial va mas allá del amor y esto no solamente es pecado, sino la peor forma de pecado: es idolatría.
Ponemos nuestras opiniones como pequeños iconos o imágenes venerables y demandamos que los demas se inclinen o adoren las mismas estando de acuerdo con nosotros.
A aquellos que no lo hacen, los separamos de la comunión. Esto puede ser la esencia del orgullo carnal, hasta idolatría. Cuándo demandamos que los otros estén de acuerdo con nosotros en cuanto a lo no esencial so pena de rechazo, no estamos en peligro de estar reprochando a Dios por fallar en corregir el amor de ellos El mismo?
Pero eso no es todo... Romper la comunicación por diferencias de opinión en cuanto a lo no esencial puede revelar no solamente un orgullo carnal, sino una razón más profunda para ese orgullo, un ego espiritual patológico, la admiración desmesurada, la estima y la lealtad a las opiniones de uno y sus conceptos teológicos en cuanto a lo no esencial es realmente autoadoracion, aunque lo mismo sea hecho inconscientemente.
Sentirse insultado por la no-aceptación de una opinión acariciada al punto de rechazar al hermano, indica la existencia de un ego hinchado y enfermo. Es el tipo de síndrome o síntoma de “ ámame, ama a mi perro”.
“ Tu quien eres que juzgas al criado ajeno? Para su propio Señor esta en pie, o cae pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme” Romanos 14.4
En Cristo
Mirna
Cristiana evangelica pentecostal
El problema real entre pentecostales y no pentecostales y sus teólogos, no es asunto de lenguas, si todo el mundo debiera hablar en lenguas o no.
El punto en cuestión va mucho más profundo. En la opinión de muchos no hay suficiente diferencia en la teología de ambos como para justificar el antagonismo... Las escuelas evangélicas tato pentecostales o no creen en todos los fundamentos de la salvación.
Ambos bandos profesan creer en la inerrancia de la Palabra y tener amor imperecedero a Cristo.
Los dos enseñan Hebreos 13.8 “ Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos”, Como puede explicarse su hostilidad?
La única respuesta posible es insuficiente amor a Dios. El orgullo de opinión en cuanto a lo no esencial va mas allá del amor y esto no solamente es pecado, sino la peor forma de pecado: es idolatría.
Ponemos nuestras opiniones como pequeños iconos o imágenes venerables y demandamos que los demas se inclinen o adoren las mismas estando de acuerdo con nosotros.
A aquellos que no lo hacen, los separamos de la comunión. Esto puede ser la esencia del orgullo carnal, hasta idolatría. Cuándo demandamos que los otros estén de acuerdo con nosotros en cuanto a lo no esencial so pena de rechazo, no estamos en peligro de estar reprochando a Dios por fallar en corregir el amor de ellos El mismo?
Pero eso no es todo... Romper la comunicación por diferencias de opinión en cuanto a lo no esencial puede revelar no solamente un orgullo carnal, sino una razón más profunda para ese orgullo, un ego espiritual patológico, la admiración desmesurada, la estima y la lealtad a las opiniones de uno y sus conceptos teológicos en cuanto a lo no esencial es realmente autoadoracion, aunque lo mismo sea hecho inconscientemente.
Sentirse insultado por la no-aceptación de una opinión acariciada al punto de rechazar al hermano, indica la existencia de un ego hinchado y enfermo. Es el tipo de síndrome o síntoma de “ ámame, ama a mi perro”.
“ Tu quien eres que juzgas al criado ajeno? Para su propio Señor esta en pie, o cae pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme” Romanos 14.4
En Cristo
Mirna
Cristiana evangelica pentecostal