En el pasado había visitado este foro de forma anónima (antes de darme de alta) en algunas ocasiones, y siempre me había llamado la atención el poco orden con el que algunos de sus participantes debatían los asuntos relacionados con el adventismo.
Cuando me di de alta hace tan solo unos días, me imaginaba ingenuamente que si se intentaba hacer una exposición bien estructurada y debidamente fundamentada con la Biblia, aun los que no simpatizasen con la tesis de quien iniciaba el hilo correspondiente jugarían limpio. Aunque he intentado recorrer la segunda milla con tres o cuatro de tales individuos, resulta imposible mantener un diálogo significativo con sujetos que jamás reconocen ninguna de sus clamorosas deficiencias y que aportan como pruebas de sus descabelladas tesis versículos que nada tienen que ver con los asuntos que se están considerando. No solo resulta inútil exigirles mayor rigor intelectual (pues contestan lo mismo que anteriormente), sino que se ha podido constatar objetivamente que tergiversan (uno más que otros) las palabras de sus oponentes, y que lo hacen como norma, sin que ninguno de ellos eleve su voz en protesta por tan indecente comportamiento ante su colega.
Hace un par de días me planteé seriamente decir adiós a este foro, dada la falta de honestidad, gallardía y hombría de esos tres o cuatro individuos. Sin embargo, otro interviniente, mucho más veterano en estas lides que yo, me previno con acierto de la conducta previsible de los individuos en cuestión. Y, dado que estos sujetos no se merecen ningún tipo de ventaja derivada de su ruin conducta y nulo intelecto, he optado por mantenerme dentro del foro. Probablemente mi presencia no sea asidua, pero, al menos de momento, seguiré aquí. Me sentiré con total libertad de escribir lo que quiera, de la forma que estime oportuna, y lo haré también en el momento que me venga bien. Dado que los individuos de los que vengo hablando desprecian las reglas de la lógica y del debate, yo también los ignoraré a ellos por completo. Soy consciente, por supuesto, que, como trolls que son, intentarán descarrilar los hilos en los que haya intervenciones honestas contrarias a sus intereses. Entiendo que, una vez demostrada su estulticia, lo mejor que se puede hacer con ellos es ignorar su existencia. Personas más nobles que ellos captarán el despropósito de su mente, y todo su esfuerzo será inútil al final. No en vano el adventismo está en franca retirada en los países en los que la implantación de internet es creciente. Probablemente la propia falta de honestidad de estas gentes sea el mejor sermón que se pueda predicar en contra del sistema que limita tan notoriamente la capacidad intelectual de sus adeptos.
Así pues, me propongo, de momento, iniciar un hilo sobre las 70 semanas en no muchos días (posiblemente el próximo sábado), e inicio otro en los próximos minutos sobre la expresión "el deseado de todas las gentes". Si hay alguna reacción digna de respuesta, podéis contar con ella.
Cuando me di de alta hace tan solo unos días, me imaginaba ingenuamente que si se intentaba hacer una exposición bien estructurada y debidamente fundamentada con la Biblia, aun los que no simpatizasen con la tesis de quien iniciaba el hilo correspondiente jugarían limpio. Aunque he intentado recorrer la segunda milla con tres o cuatro de tales individuos, resulta imposible mantener un diálogo significativo con sujetos que jamás reconocen ninguna de sus clamorosas deficiencias y que aportan como pruebas de sus descabelladas tesis versículos que nada tienen que ver con los asuntos que se están considerando. No solo resulta inútil exigirles mayor rigor intelectual (pues contestan lo mismo que anteriormente), sino que se ha podido constatar objetivamente que tergiversan (uno más que otros) las palabras de sus oponentes, y que lo hacen como norma, sin que ninguno de ellos eleve su voz en protesta por tan indecente comportamiento ante su colega.
Hace un par de días me planteé seriamente decir adiós a este foro, dada la falta de honestidad, gallardía y hombría de esos tres o cuatro individuos. Sin embargo, otro interviniente, mucho más veterano en estas lides que yo, me previno con acierto de la conducta previsible de los individuos en cuestión. Y, dado que estos sujetos no se merecen ningún tipo de ventaja derivada de su ruin conducta y nulo intelecto, he optado por mantenerme dentro del foro. Probablemente mi presencia no sea asidua, pero, al menos de momento, seguiré aquí. Me sentiré con total libertad de escribir lo que quiera, de la forma que estime oportuna, y lo haré también en el momento que me venga bien. Dado que los individuos de los que vengo hablando desprecian las reglas de la lógica y del debate, yo también los ignoraré a ellos por completo. Soy consciente, por supuesto, que, como trolls que son, intentarán descarrilar los hilos en los que haya intervenciones honestas contrarias a sus intereses. Entiendo que, una vez demostrada su estulticia, lo mejor que se puede hacer con ellos es ignorar su existencia. Personas más nobles que ellos captarán el despropósito de su mente, y todo su esfuerzo será inútil al final. No en vano el adventismo está en franca retirada en los países en los que la implantación de internet es creciente. Probablemente la propia falta de honestidad de estas gentes sea el mejor sermón que se pueda predicar en contra del sistema que limita tan notoriamente la capacidad intelectual de sus adeptos.
Así pues, me propongo, de momento, iniciar un hilo sobre las 70 semanas en no muchos días (posiblemente el próximo sábado), e inicio otro en los próximos minutos sobre la expresión "el deseado de todas las gentes". Si hay alguna reacción digna de respuesta, podéis contar con ella.