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Un sacerdote y una religiosa católicos, brutalmente asesinados en Irak
IRAK.AFP
Un sacerdote y una religiosa católicos iraquíes han sido brutalmente asesinados en Bagdad en sendos ataques, según indicaron ayer fuentes de un partido kurdo cristiano y de la Iglesia Católica. Por otra parte, un responsable de dicho partido kurdo no descartó la vinculación de Bagdad en la muerte de un tercer religioso ocurrida en el mes de octubre de 2000.
«La hermana Cécile Muchi Hanna, de 71 años, fue degollada por un grupo de desconocidos cuando se encontraba en su convento de Bagdad el pasado 15 de agosto», declaró a Afp Yunan Huzaya, miembro de la dirección del Movimiento Democrático Asirio (MDA) en el Kurdistán iraquí. «El sacerdote Philippe Hilai también fue asesinado por unos desconocidos hace varios meses, que le sorprendieron cuando se encontraba en su parroquia en Bagdad», agregó.
Asesinato encubierto
Por otra parte, Huzaya afirmó que el teólogo católico iraquí Yussef Hebbi, cuya muerte había sido anunciada por un diario oficial iraquí como consecuencia de un accidente ocurrido en la ruta entre Bagdad y Ammán en octubre de 2000, «en realidad fue asesinado». Y añadió: «No descartamos la existencia de una vinculación de las autoridades iraquíes con esta muerte, ya que el padre Yussef tenía la costumbre de criticar abiertamente la situación en Irak». El responsable kurdo afirmó que «incidentes como estos, además de la política adoptada por las autoridades iraquíes, empujaron a muchos cristianos al éxodo».
El móvil no fue el robo
Fuentes de la Iglesia Católica en Dubai consultadas por Afp confirmaron los dos últimos asesinatos. «La hermana Cécile fue asesinada a puñaladas. Varios desconocidos entraron en su habitación en la Iglesia católica de Bagdad, la sorprendieron y luego la apuñalaron», explicó uno de los religiosos. «Su dinero fue encontrado intacto, lo que significa que el móvil del crimen no fue el robo sino otra cosa», agregó sin más precisiones. En cuanto a la segunda víctima, otro religioso indicó que «el padre Philippe fue quemado vivo en marzo en su parroquia de Bagdad». «Un grupo de desconocidos lo transformó en una antorcha humana en su habitación antes de huir», dijo.