Un hombre sin coraje

Paz77

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30 Enero 2010
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Un hombre sin coraje


Hace algunos años yo predique en una iglesia y en el fin del servicio y les dije: ¿Hay alguien aquí que necesita oración? Por favor levántate si quieres que yo ore por ti. Entonces vi que un hombre se levanto y cuando vi a este hombre, sentí gran gozo en mi corazón. Y después del servicio le dije: ¿quieres dar tu vida por completo a Jesús?
El me dijo: Si, yo quiero hacerlo con todo corazón, pero tengo un gran *problema en mi vida. Le dije: ¿Cual es su problema? Y él me respondió: Yo no tengo coraje, la verdad es que yo no me habría levantado en el servicio si mis amigos hubieran estado en la iglesia, porque tengo miedo de que ellos vayan a burlarse. Yo no tengo coraje en frente de mis amigos y no puedo hablar de Dios con ellos.*

Eso me sorprendió un poco y le dije: Si Cristo es el hijo de Dios-- vale la pena hablar a sus amigos acerca de esa verdad, no importa si se burlan. Pero el hombre me respondió: No, no puedo- no tengo coraje. Entonces el comenzó a temblar y yo podía ver que el Espíritu de Dios estaba hablando a su alma. Pero ese hombre no podía vencer. Comencé a hablar con él cada noche y trate de mostrarle que Dios es nuestra fuerza pero el solamente me dijo: Yo no tengo coraje, tengo miedo de lo que mis amigos vayan a pensar si yo les hablo de Jesús. **

Después de un tiempo ese hombre dejo de ir a la iglesia, tenía vergüenza de verme en la calle, empezó a perder todo su tiempo con sus amigos. Hace seis meses recibí una carta diciendo que ese hombre estaba a punto de morir. Y él quiso saber si podía dar su vida a Jesús ahora, antes de morir. Le dije que todavía tiene una esperanza si él quiere arrepentir. *Yo ore por ese hombre día tras día. Algunos días pasaron y ese hombre empezó a recuperar de su enfermedad. Era un gran milagro!*

Un día yo fui a su casa y le dije: Creo que sería posible para ti venir a la iglesia muy pronto, porque casi estas sano. Entonces puedes decir a todos en la iglesia que has dado su vida a Jesús y que quieres servir al Señor. Y el hombre me miro y dijo: Pues yo recuerdo que he prometido dar mi vida a Jesús cuando pensaba que iba a morir, pero no quiero hacerlo ahora, voy a dar mi vida a Jesús luego, no puedo ahora. Al oír esto sentí una grande tristeza y no tuve más palabras para ese hombre. Y el hombre me dijo: Primero quiero esperar hasta la primavera y quiero ir a otra ciudad y *comprar una granja, y después de eso voy a dar mi vida a Jesús. Yo le dije: ¿Como sabes que va a vivir? Tú casi mueres, la verdad es que no tienes tiempo para irte y para comprar. Debes dar tu vida a Jesús ahorita!! *
Pero ese hombre solo me respondió: No es así, me siento fuerte, tengo muchos años, no voy a morir, mira yo quiero servir a Jesús pero no puedo ahora, tengo que esperar.
*
¡No! le dije ¡No tienes*tiempo para esperar, debes dar tu vida a Jesús ahora, este día es el día de salvación.
Mira, ya te dije que no tengo coraje en frente de mis amigos, quiero irme a otra ciudad, no puedo servir a Dios aquí.*
Le dije: Si no puedes servir a Dios en esta ciudad, entonces no puedes servir a Dios, no importa donde vivas.*
Ese hombre estaba un poco enojado conmigo y no quiso hablar conmigo mas-- No te preocupes por mi alma, me dijo el hombre, todo estará bien. *

Hace una semana recibí una llamada de teléfono, y era la esposa de ese hombre, ella estaba llorando amargamente y me dijo que su esposo estaba muy grave y va a morir muy pronto y que los doctores no pueden hacer nada para salvarle. *

Le pregunte ¿Su esposo quiere hablar conmigo? * *No! respondió ella. Y le dije: *Entonces ¿Porque me llama si él no quiere hablar conmigo? *Ella me grito: No puedo soportar ver mi esposo así, el está sufriendo tanto! Me dijo que no puede ser salvado y que va a ir al infierno muy pronto. Debe hablar con él y ayudarle!!*

Yo me fui a visitarlo y al entrar su cuarto, el me miro por un momento pero en seguida volvió la cabeza. ¿Como estás? le pregunte pero él no me respondió. *Yo le dije otra vez: ¿Como estas? ¿Por qué no me hablas? *El me miro con una mirada de muerte y terror y dijo: Mi corazón es tan duro como una piedra! Ya es tarde-- no puedo ser salvado!! Muy pronto estaré en el infierno!! * *
¡No hables así, hermano. Si quieres aun ahora puedes dar tu vida a Jesús-- Dios está lleno de misericordia.*
El hombre solo me dijo: No te burles, ya sé que es tarde, no puedo ser salvado!! Le he mentido a Dios, muchas veces Dios me llamo pero no le escuche, no quise servirle. Y ahora tengo que morir e ir al infierno!!
Trate de hablar con él pero no me escucho, así que doble mis rodillas y ore a Dios muy fervientemente. El hombre era lleno de amargura y miedo y cuando yo empecé a orar el dijo: puedes orar por mi esposa o por mis hijos pero no hay necesidad de orar por mi - ya es tarde.*
Yo trate de orar pero tristemente no podía orar, me pareció como que Dios no me escucho. En ese momento me di cuenta que no puedo ayudarle, su corazón estaba cerrado a Dios. Me Levante y salí de esa casa. **
Luego su esposa me dijo lo que paso antes de que ese hombre muriera, era terrible. Con angustia escrita en la cara el dijo lentamente: Paso la siega, termino el verano y no soy salvo.*
El no pudo reposar aun por un momento, solo sentía una angustia profunda, unos minutos pasaría y otra vez el decía: Paso la siega, termino el verano y no soy salvo.

El sol empezó a ponerse y todo se parece muy oscuro, no había paz en la casa, porque todos sabían que ese hombre iba a morir esa noche. * **

Mientras él estaba muriendo, sus labios empezaron a temblar y el trato de decir algo, su esposa se acerca a sus labios pero solo escuchaba las palabras...*Paso la siega, termino el verano y no soy salvo. Entonces murió.**
El vivió una vida sin Cristo, pasó por una muerte sin Cristo, lo envolvimos en un velo sin Cristo, clavado en un ataud sin Cristo, y lo llevó a una sepultura sin Cristo. Oh, cuanta obscuridad, que gran tristeza!. Puedo estar hablando con alguien hoy, y la cosecha puede estar pasando con tu vida, el verano puede estarse acabando. Oh, se sabio ahora y acepta al Señor Jesús.*

Que Dios nos de su bendición y descanso, y que estemos en la gloria, es la oración de mi corazón