Un corazon que predica el evangelio

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5 Septiembre 2001
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ALIMENTO DIARIO
“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Co. 9:16)
UN CORAZÓN QUE PREDICA EL EVANGELIO
El tema de esta semana es "El corazón del apóstol Pablo (1 Ts 2:4). En el mensaje de la semana pasada vimos sobre el evangelio que predicaba Pablo. El libro de Romanos puede ser considerado el evangelio de Pablo y se refiere al Hijo de Dios Jesucristo, que según la carne, vino de la descendencia de David, y fue designado Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad por la resurrección de entre los muertos (Ro 1:1-4).
En Romanos 1 :8-10 y 13-15 vemos el corazón del apóstol Pablo. Prestemos atención a los versículos 14-15: “A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma”. Qué corazón tenía Pablo, que predicaba el evangelio como si debiese algo. Recordemos que él dijo en 1 Corintios 9:16-18: “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ay de mí si no anunciare el evangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio lo presente gratuitamente el evangelio de Cristo, paro. no abuse de mi derecho en el evangelio”. Pablo predicaba el evangelio por un encargo interior y su corazón era totalmente fiel a Dios. Él deseaba anunciar el evangelio y hasta se consideraba deudor de todos. De la misma manera, cuando predicamos el evangelio hoy, debemos tener tal corazón: predicar el evangelio porque somos deudores a las personas.
Frecuentemente hablamos sobre el corazón, pero no tenemos mucha claridad con respecto a su definición. ¿Qué es e1 corazón? Es el conglomerado de las partes interiores del hombre, es el principal representante del hombre. ¿Dónde está ubicado? Lógicamente, sabemos que el corazón está dentro de nosotros. Está compuesto por las tres partes del alma: la mente, la emoción y la voluntad. Pero Dios es muy sabio, además de las tres partes del alma humana, el unió al corazón una parte del espíritu humano: la conciencia.
El espíritu humano surgió cuando, en la creación del hombre, Dios sopló en su nariz aliento de vida (Gn 2:7). Ese soplo entró en el hombre llegando a ser el espíritu humano (cfr. Job 32:8). Cuando sucedió eso, surgió el alma, y el hombre llegó ser un alma viviente. El alma, en verdad, es el mismo hombre y es también la vida del hombre.
Cuando Dios creó al hombre, quería tener una conexión, una comunicación con él. Así que, creó el espíritu del hombre con tres partes: la conciencia, la comunión y la intuición. Ya que el espíritu del hombre tiene como objetivo contactar a Dios, que es Espíritu, la comunión y la intuición están más relacionadas con Dios y la conciencia está más relacionada con el hombre. Así la conciencia junto con las tres partes del alma del hombre forman el corazón del hombre. Por tanto, el corazón del hombre está formado de la mente, emoción y voluntad, que son las tres partes del alma, más la conciencia; que es una parte del espíritu humano. La conciencia tiene el papel de controlar las tres partes del alma, y el de decirle al hombre lo que está correcto y lo que está equivocado, lo que agrada y lo que desagrada a Dios. Esta es realmente la sabiduría de Dios. Él no desea que el hombre siga a su propia alma que no es gobernada ni que vive de acuerdo con ella. Por eso, mezcló la conciencia, que es parte del espíritu humano, con el alma. Tenemos entonces el corazón que está compuesto de: mente, emoción y voluntad que son controladas por la conciencia.
Palabra clave: Predicar el evangelio de corazón.
Dong Yu Lan
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Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!
 
Re: Un corazon que predica el evangelio

Me parece una exposición bastante hacertada la que nos has colocado, creo que Pablo, dice en esa Carta a los Romanos: "El Amor de Cristo se ha derramado en Nuestros Corazones" y esto me recuerda otra expresión de Pablo en su Carta a los Gálatas "Ya no soy yo quien vive es Cristo quien vive en mí", Interesante, un corazón que gobierna la Voluntad, la mente y el Espíritu (esto es Teología protestante, no la comparto al 100 %, pero la respeto y se que piso terreno Sagrado) es el donde Habita Él. El corazón que tiene a Cristo no puede vivir en Extasis por este mundo, tiene que predicar el Evangelio, tiene que dar lo que ha recibido, sino esto suele pudrirse (como se pudría el Maná en el Desierto, de los israelitas que guardaban en sus bolsas el tan preciado alimento), sino darlo, al crudo y al natural, tal como Dios lo da.

Creo un buen tema, y más una Exhortación para quien se ha convertido en evangelizador, para quien cumple con el mandato de Jesús de "Ir por todo el mundo y Hacer discípulos a todos los hombres".

Qué el Amor de Dios nos Una

Mario