Recibido por e-mail:
<center>Todo lo de Cristo es tuyo</center>
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?” (Romanos 8:32).
“Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece” (Fil. 4:13).
---------------------------------------------------------------------
Todo lo que Cristo, como Dios y hombre, ha tenido o puede tener, es tuyo de pura gracia, dado a ti para que sea tu heredada posesión.
¿Jesús tiene poder?
Entonces ese poder es tuyo para sostenerte y para fortalecerte; para vencer a tus enemigos y para preservarte hasta el fin.
¿Jesús tiene amor?
Entonces ten presente que no hay en su corazón una partícula de ese amor que no sea tuya; puedes sumergirte en el inmenso océano de su amor y decir: “¡Todo es mío!”.
Todo lo que él tiene, como hombre perfecto, es tuyo.
Como hombre perfecto que fue, el Padre se agradó en él y lo aceptó.
Y la aceptación que Dios hizo de Cristo es tu aceptación.
El amor que el Padre depositó en el perfecto Cristo lo deposita ahora en ti.
Todo lo que Cristo hizo es tuyo.
(“Lecturas matutinas”, C. H. Spurgeon).
=============
Mario Contreras T.
Aguas Vivas • Chile
www.aguasvivas.cl
<center>Todo lo de Cristo es tuyo</center>
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?” (Romanos 8:32).
“Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece” (Fil. 4:13).
---------------------------------------------------------------------
Todo lo que Cristo, como Dios y hombre, ha tenido o puede tener, es tuyo de pura gracia, dado a ti para que sea tu heredada posesión.
¿Jesús tiene poder?
Entonces ese poder es tuyo para sostenerte y para fortalecerte; para vencer a tus enemigos y para preservarte hasta el fin.
¿Jesús tiene amor?
Entonces ten presente que no hay en su corazón una partícula de ese amor que no sea tuya; puedes sumergirte en el inmenso océano de su amor y decir: “¡Todo es mío!”.
Todo lo que él tiene, como hombre perfecto, es tuyo.
Como hombre perfecto que fue, el Padre se agradó en él y lo aceptó.
Y la aceptación que Dios hizo de Cristo es tu aceptación.
El amor que el Padre depositó en el perfecto Cristo lo deposita ahora en ti.
Todo lo que Cristo hizo es tuyo.
(“Lecturas matutinas”, C. H. Spurgeon).
=============
Mario Contreras T.
Aguas Vivas • Chile
www.aguasvivas.cl