Hola, tengo miedo de mi mismo pues soy un chico que siempre fue extremadamente tímido y, debido a esto, el día que decidí tomarme el cristianismo en serio no me atreví a ir a la iglesia, ni a confesarme, ni a misa, nada. Decidí no pecar e ir investigando por mi cuenta.
Total, que no pude dejar de masturbarme cuando decidí no hacerlo nunca más y, obviamente al final no me confesé. La cosa fue a más y como no pasaba nada pensé que me dejaba hacerlo y lo hice por placer. Tras eso yo noté como se me iba el espíritu Santo, o algo parecido, porque yo noté como salía algo de mí y después yo no era el mismo.
Con el tiempo volví a intentar estar con Dios y recupere lo perdido, y ahora tras tres meses, como seguía sin poder dejar el vicio y estaba hastiado de todo, he sido tentado con hacerlo a sabiendas de que está mal. Pensé que tenía que recuperar energía y ya volvería después como la anterior vez, que tampoco estaba tan mal, que cada vez aguantaba menos días y que así no podía seguir...
Al final lo hice, pero no fue igual que la anterior, esta vez caí más abajo. Al final ese mismo día me arrepiento y llevo toda la semana pasada recuperándome del estado en el que caí (yo creo que era el infierno, porque no podía sentir nada, ni alegría ni excitación con las mujeres, nada). En fin, que tengo que ir a la iglesia y hacer las cosas bien de una vez. Por eso público el tema para recibir consejo y desahogarme.
Mis preocupaciones son las siguientes:
1- He ido a misa este domingo, pero debido a mi miedo no he dicho ni mu y la gente ahí cantando, el cura me miraba cada dos por tres, y puede ser por no participar o por qué era nuevo y joven pero a mí me echa para atrás eso, porque si algún día quisiera relacionarme con alguien ya estaría marcado como el impío.
2- Me impone mucho respeto el hecho de tener que confesarme, no sé si debería hacerlo con el primer sacerdote que pille o ir varias veces a misa hasta que alguno me caiga bien. No sé qué pasa si no confieso todos los pecados mortales por no acordarme de alguno, yo lo que quiero es que sea válida para poder comerme el pan que se da en la misa para protegerme de más tentaciones. También saber si al mencionar la traición de la pasada semana debería comentárselo con detalles o si simplemente podría decirle que le traicione y luego volví y ya está.
3- Me gustaría saber si a vosotros os ha pasado algo parecido y cómo hacéis para aguantar el hecho de no aguantar estar pecando todo el tiempo.
Gracias.
Total, que no pude dejar de masturbarme cuando decidí no hacerlo nunca más y, obviamente al final no me confesé. La cosa fue a más y como no pasaba nada pensé que me dejaba hacerlo y lo hice por placer. Tras eso yo noté como se me iba el espíritu Santo, o algo parecido, porque yo noté como salía algo de mí y después yo no era el mismo.
Con el tiempo volví a intentar estar con Dios y recupere lo perdido, y ahora tras tres meses, como seguía sin poder dejar el vicio y estaba hastiado de todo, he sido tentado con hacerlo a sabiendas de que está mal. Pensé que tenía que recuperar energía y ya volvería después como la anterior vez, que tampoco estaba tan mal, que cada vez aguantaba menos días y que así no podía seguir...
Al final lo hice, pero no fue igual que la anterior, esta vez caí más abajo. Al final ese mismo día me arrepiento y llevo toda la semana pasada recuperándome del estado en el que caí (yo creo que era el infierno, porque no podía sentir nada, ni alegría ni excitación con las mujeres, nada). En fin, que tengo que ir a la iglesia y hacer las cosas bien de una vez. Por eso público el tema para recibir consejo y desahogarme.
Mis preocupaciones son las siguientes:
1- He ido a misa este domingo, pero debido a mi miedo no he dicho ni mu y la gente ahí cantando, el cura me miraba cada dos por tres, y puede ser por no participar o por qué era nuevo y joven pero a mí me echa para atrás eso, porque si algún día quisiera relacionarme con alguien ya estaría marcado como el impío.
2- Me impone mucho respeto el hecho de tener que confesarme, no sé si debería hacerlo con el primer sacerdote que pille o ir varias veces a misa hasta que alguno me caiga bien. No sé qué pasa si no confieso todos los pecados mortales por no acordarme de alguno, yo lo que quiero es que sea válida para poder comerme el pan que se da en la misa para protegerme de más tentaciones. También saber si al mencionar la traición de la pasada semana debería comentárselo con detalles o si simplemente podría decirle que le traicione y luego volví y ya está.
3- Me gustaría saber si a vosotros os ha pasado algo parecido y cómo hacéis para aguantar el hecho de no aguantar estar pecando todo el tiempo.
Gracias.