"TENDRÉ MISERICORDIA DEL QUE YO TENGA MISERICORDIA" - EL SEÑORÍO DE CRISTO!!!

Salmos 1

Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio...
4 Julio 2012
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4.201

La elección arbitraria: ¿Es Dios injusto?


Un argumento central del calvinismo sostiene que Dios no comete injusticia al elegir solo a algunos para salvación porque, inicialmente, todos merecían perderse.

Según este razonamiento, la elección divina no es injusta porque ningún ser humano merecía la salvación.

Sin embargo, al analizar detenidamente esta postura surge un problema ético fundamental.
La injusticia no radica en que Dios decida salvar a algunos pecadores, sino en que decida salvar solamente a algunos si la salvación depende exclusivamente de una elección unilateral y forzosa.
Esto implicaría que Dios, teniendo la capacidad y voluntad absoluta para salvar, opta deliberadamente por no salvar a todos, lo cual sí sería hacer acepción de personas.

Ahora bien, ¿cuál es la diferencia que presenta la Teología Bíblica frente a este dilema planteado por el calvinismo?

La clave está en la obra redentora universal de Jesucristo.
La justicia divina requiere la muerte del pecador y todos, sin excepción, hemos pecado.
Por lo tanto, Dios no puede simplemente ignorar su propia justicia y perdonar a algunos arbitrariamente.
Eso sería injusticia absoluta.

En cambio, Dios, en su infinita sabiduría y misericordia, resuelve esto a través del sacrificio universal de Jesucristo, quien paga con su propia vida la deuda de muerte que todos tenemos ante el Padre.

Al morir Cristo, Él adquiere legalmente la propiedad y el señorío de todas las vidas humanas.
Así, todos los seres humanos quedan redimidos de la muerte eterna por medio de su sacrificio.
La redención universal, en este sentido, elimina la acepción de personas, porque todos, absolutamente todos, reciben igualmente esta primera etapa de salvación: la liberación de la muerte primera.

No obstante, esta redención universal implica una transferencia de propiedad.

Ahora todos somos propiedad legítima de Cristo, el Redentor.
Bajo este nuevo régimen ya no estamos bajo la ley estricta e imparcial del Padre, sino bajo la autoridad y el señorío del Hijo, Jesucristo.

Es importante notar esta diferencia crucial: bajo la ley, el juez no puede arbitrar, debe actuar según normas justas y perfectamente claras.
Pero bajo el señorío del Hijo, Cristo tiene plena autoridad para juzgar arbitrariamente, porque Él nos compró con su vida, somos suyos y Él es Rey y Señor.

Aquí la salvación eterna (segunda etapa) no es una elección arbitraria sin base, sino una decisión soberana de Cristo basada en la respuesta de cada persona a su señorío y a su mensaje. Es decir, no somos elegidos caprichosamente, sino juzgados justamente según la fe y obediencia al evangelio bajo el señorío de Jesucristo.

Por tanto, mientras la elección calvinista tradicional coloca toda la arbitrariedad sobre el Padre, la redención universal centrada en Cristo presenta una lógica coherente y justa.

Dios no es injusto al salvar arbitrariamente, sino justo al redimir a todos primero, y luego permitir que el Hijo ejerza legítimamente su autoridad soberana en una segunda etapa.

Elección arbitraria del Padre bajo la Ley vs. la del Hijo bajo el Reino


Con todo muchos defensores del calvinismo insisten en que Dios tiene el derecho a elegir arbitrariamente quién será salvo y quién no, citando Romanos 9:15:
"Tendré misericordia del que yo tenga misericordia".

Sin embargo, hay una confusión importante sobre el ámbito en el cual Dios puede ejercer esta arbitrariedad legítimamente:
  • Bajo la Ley (Juicio del Padre):
    El sistema legal divino exige justicia absoluta, sin acepción de personas ni parcialidades. Bajo la ley, Dios no puede salvar arbitrariamente, porque la misma ley que Él estableció exige imparcialidad perfecta. El juicio debe basarse exclusivamente en obras justas o injustas. Por lo tanto, si Dios escogiera salvar arbitrariamente a algunos, bajo este contexto, estaría cometiendo injusticia y violando Su propia ley. Aquí no hay lugar para la arbitrariedad. Por eso, bajo la ley, si Dios quisiera salvar a alguien, debería salvarlos a todos por igual. Pero salvarlos a todos sin una justificación real también sería injusto porque violaría su propia palabra: "Ciertamente morirás" (Génesis 2:17).
  • Bajo la Gracia (Juicio del Hijo):
    La muerte de Jesús como sustitución real resuelve este dilema legal. Jesús compra a todos, paga por todos, y por lo tanto todos pasan del sistema de ley a un sistema de señorío o reino, donde el que juzga es ahora Cristo mismo. Al comprar con Su vida a toda la humanidad, Jesús se convierte legítimamente en dueño y Señor de todas las vidas humanas. Bajo esta autoridad suprema y absoluta, Jesús puede elegir arbitrariamente, si lo desea, porque ya no se encuentra bajo las limitaciones jurídicas que impone la ley.
    En otras palabras, el juicio bajo el Reino de Cristo es completamente diferente. No es un juicio basado en una ley fija e inflexible, sino que depende exclusivamente del criterio personal del Rey. Por lo tanto, la declaración "Tendré misericordia del que yo tenga misericordia" tiene total sentido aquí. Jesús tiene derecho a decidir sobre Su propia propiedad como Él estime conveniente.
    Esto no implica injusticia, sino la absoluta soberanía del Rey sobre lo que compró con Su propia sangre. Cristo no está obligado por una ley objetiva al evaluar el corazón o la fe de alguien, sino que actúa según Su propio juicio personal y divino.

Conclusión contundente:
La diferencia crítica está en comprender que la elección arbitraria solo puede ejercerse legítimamente bajo el ámbito de un Reino donde el Señor tiene derecho absoluto, y no bajo un sistema de ley fija.
La elección arbitraria de Dios Padre, en un contexto legal, sería injusta; pero la elección arbitraria del Hijo, como legítimo Señor, es perfectamente justa y legítima, porque está juzgando algo que ya le pertenece totalmente por derecho propio.
 
ROMANOS 9 EXPLICADO CON SABIDURÍA:

"Tendré misericordia del que yo tenga misericordia".

Dios es soberano y puede actuar como él quiera. Sin embargo, Dios no es caprichoso ni arbitrario y él ha dejado muy claro en su Palabra, quiénes son esos a quienes él va a decidir salvar.

Los escogidos para la Salvación son todos aquellos que aceptan su Plan de Salvación por medio de Jesucristo. Dios ha creado un camino para que los seres humanos lleguen a él y ese camino ES JESUCRISTO. Dios les da a los seres humanos ese camino para que lo tomen y se salven, pero es el ser humano el que decide si lo toma o no.

Dios no va salvar a un ateo (a no ser que ese ateo se arrepienta de su ateísmo y crea en Dios y en Jesús como Salvador)

Dios no va a salvar a un homosexual (a no ser que ese homosexual se arrepienta de su homosexualidad y crea en Dios y en Jesús como Salvador)

Dios no va a salvar a un musulmán (a no ser que ese musulmán renuncie a su religión diabólica y crea en el Dios de la Biblia y en Jesús como Salvador)

Dios no va a salvar a un budista (a no ser que ese budista renuncie a su budismo y crea en el Dios de la Biblia y en Jesús como Salvador)

Entonces es cierto que Dios salva a los que él desea salvar. Sin embargo, esos que "él desea salvar" tienen la característica de haberse arrepentido de sus pecados y haber aceptado a Cristo como su Señor y Salvador. Los que no tengan esa característica no caen dentro del grupo de los que Dios quiere salvar.

El texto simplemente dice que no es el hombre quien decide quiénes se salvan y quiénes no. Dios es el JUEZ SUPREMO Y ABSOLUTO pero siempre actuando en base al criterio que él mismo estableció porque, de lo contrario, el sacrificio de Jesús no era necesario y simplemente hubiera bastado con que los hombres fueran buenitos, amables y bondadosos.

Es como un Juez justo. El juez justo absuelve a los que él desea absolver. Sin embargo, esos que él desea absolver, tienen que cumplir el requisito de ser inocentes porque si absuelve a un culpable (ya sea por error o deliberadamente) ya no sería un Juez Justo.

Sencillo.
 
ROMANOS 9 EXPLICADO CON SABIDURÍA:

"Tendré misericordia del que yo tenga misericordia".

Dios es soberano y puede actuar como él quiera. Sin embargo, Dios no es caprichoso ni arbitrario y él ha dejado muy claro en su Palabra, quiénes son esos a quienes él va a decidir salvar.

Los escogidos para la Salvación son todos aquellos que aceptan su Plan de Salvación por medio de Jesucristo. Dios ha creado un camino para que los seres humanos lleguen a él y ese camino ES JESUCRISTO. Dios les da a los seres humanos ese camino para que lo tomen y se salven, pero es el ser humano el que decide si lo toma o no.

Dios no va salvar a un ateo (a no ser que ese ateo se arrepienta de su ateísmo y crea en Dios y en Jesús como Salvador)

Dios no va a salvar a un homosexual (a no ser que ese homosexual se arrepienta de su homosexualidad y crea en Dios y en Jesús como Salvador)

Dios no va a salvar a un musulmán (a no ser que ese musulmán renuncie a su religión diabólica y crea en el Dios de la Biblia y en Jesús como Salvador)

Dios no va a salvar a un budista (a no ser que ese budista renuncie a su budismo y crea en el Dios de la Biblia y en Jesús como Salvador)

Entonces es cierto que Dios salva a los que él desea salvar. Sin embargo, esos que "él desea salvar" tienen la característica de haberse arrepentido de sus pecados y haber aceptado a Cristo como su Señor y Salvador. Los que no tengan esa característica no caen dentro del grupo de los que Dios quiere salvar.

El texto simplemente dice que no es el hombre quien decide quiénes se salvan y quiénes no. Dios es el JUEZ SUPREMO Y ABSOLUTO pero siempre actuando en base al criterio que él mismo estableció porque, de lo contrario, el sacrificio de Jesús no era necesario y simplemente hubiera bastado con que los hombres fueran buenitos, amables y bondadosos.

Es como un Juez justo. El juez justo absuelve a los que él desea absolver. Sin embargo, esos que él desea absolver, tienen que cumplir el requisito de ser inocentes porque si absuelve a un culpable (ya sea por error o deliberadamente) ya no sería un Juez Justo.

Sencillo.
La salvación conlleva dos etapas: La redención y la selección.
La redención es universal mientras que la selección es personal.
Saludos.
 
La redención es universal mientras que la selección es personal.
No sé a qué te referís con "redención universal" (casi nunca entiendo lo que decís), pero lo que tengo claro es que la gracia sólo se derrama sobre la persona que consciente y voluntariamente deposita su fe en Cristo aceptándolo como Salvador y arrepintiéndose de sus pecados.

Ojalá no estés apelando al universalismo, porque el universalismo es una postura falsa. El universalismo dice que al final Dios va a salvar a todos sin importar cómo respondieron los hombres al evangelio y eso definitivamente no es verdad.

Saludos.
 
No sé a qué te referís con "redención universal"
Que la muerte de Cristo nos redime a TODOS.
De ahí UNIVERSAL.
(casi nunca entiendo lo que decís)
No te hagas problema.
pero lo que tengo claro es que la gracia sólo se derrama sobre la persona que consciente y voluntariamente deposita su fe en Cristo aceptándolo como Salvador y arrepintiéndose de sus pecados.
¿Si eso es lo que tenés claro como será lo que no?
La Gracia de Dios se derrama sobre TODOS y por eso TODOS vencen la muerte.
La redención limitada es una mentira del calvinismo.
La sangre de Jesucristo no es eficás para algunos y para otros no.
Jesús vino al mundo a morir por TODOS.
La Gracia es un regalo y Dios nos la otorga unilateralmente pero no todos lo aceptan.
No todos la quieren.
Ojalá no estés apelando al universalismo, porque el universalismo es una postura falsa.
No se que sea el universalismo pero si querés podés contarme.
El universalismo dice que al final Dios va a salvar a todos sin importar cómo respondieron los hombres al evangelio y eso definitivamente no es verdad.
Saludos.
Fue mas rápido de lo que me imaginé. Jajaja
Definitivamente no creo que se salven todos.
Porque tampoco creo que todos crean en el evangelio de salvación.
Pero es la GRACIA la encargada de separar a aquellos que irán a condenación.
Saludos.
 
Que la muerte de Cristo nos redime a TODOS.
De ahí UNIVERSAL.
Jesús murió por TODOS pero la gracia únicamente se derrama encima de los que creen en Jesucristo como Señor y Salvador y se arrepienten de sus pecados. Los calvinistas dicen que la gracia se derrama caprichosa y arbitrariamente sobre algunos sin tomar en cuenta la obediencia o desobediencia, la sujeción o rebeldía de los hombres.

La Gracia de Dios se derrama sobre TODOS y por eso TODOS vencen la muerte.
No. No es así. La gracia de Dios sólo se derrama sobre los que creen en Jesús como Salvador. Los que no creen están condenados (Juan 3:18). Y aclaro que no soy calvinista. Rechazo el calvinismo en sus cinco puntos TULIP. La gracia de Dios se les ofrece a TODOS pero NO todos la aceptan.

Definitivamente no creo que se salven todos.
Así es. No se salvan todos porque la gracia sólo se derrama encima de los que creen en Jesús. El que no cree ya está condenado (Juan 3:18).
 
Jesús murió por TODOS pero la gracia únicamente se derrama encima de los que creen en Jesucristo como Señor y Salvador y se arrepienten de sus pecados.
La GRACIA se derrama sobre todos porque CRISTO muere por TODOS.
Pero luego no todos MUEREN EN CRISTO.
Por eso TODOS resucitan pero no todos se salvan sino que algunos vencen la MUERTE para condenación ETERNA.
Todos salimos de la primera muerte pero no todos son separados eternamente de Dios.
Tenés que ordenar tus ideas.
Los calvinistas dicen que la gracia se derrama caprichosa y arbitrariamente sobre algunos sin tomar en cuenta la obediencia o desobediencia, la sujeción o rebeldía de los hombres.
El calvinismo es un evangelio anatema.
La gracia de Dios sólo se derrama sobre los que creen en Jesús como Salvador.
No. Te explico.
Una cosa es GRACIA y otra cosa es VIDA ETERNA.
La GRACIA nos alcanza a todos pero no todos reciben la VIDA ETERNA.
Por eso te explique que la salvación tiene dos etapas.
La primera etapa es vencer la ley y quitar el pecado por GRACIA y la segunda etapa es el juicio de la GRACIA donde se separan los redimidos por la sangre de Jesús.
Los que no creen están condenados (Juan 3:18).
La fe no te justifica de la muerte primera sino ante la GRACIA.
La justificación por OBRAS ante la LEY nos la consigue Cristo por GRACIA.
Y aclaro que no soy calvinista.
Me alegra saber eso.
Rechazo el calvinismo en sus cinco puntos TULIP.
Bien.
La gracia de Dios se les ofrece a TODOS pero NO todos la aceptan.
No se les ofrece sino que se les imparte a TODOS.
Por eso es Gracia. Es un regalo inmerecido. No tenemos que hacer nada para recibirlo.
La GRACIA nos saca del juico del Padre y nos pasa al juicio del Hijo.
Luego es el Hijo quien determina quienes tendrán vida eterna y quienes se van al infierno.
Y ahí si importa nuestra fe.
No se salvan todos porque la gracia sólo se derrama encima de los que creen en Jesús. El que no cree ya está condenado (Juan 3:18).
Antes de poder juzgar la fe de alguien y justificarlo por fe tenés que justificarlo por OBRAS.
La GRACIA es la que nos justifica por OBRAS y así entonces recién podemos ser justificados por nuestra fe.
 
La GRACIA se derrama sobre todos porque
Respuesta corta por favor. Ya te dije que no leo grandes porciones de texto (y cuidadito con insultarme porque te reporto).

Te la pongo corta y fácil:

Jesús murió por TODOS pero la gracia sólo se derrama sobre los que han depositado su fe en Cristo como Señor y Salvador y se han arrepentido de sus pecados. La Biblia dice que el que no cree ya ha sido condenado (Juan 3:18). Si ese que no creyó se condena, obviamente la gracia no se derramó sobre él.

Es todo lo que tengo que decir.
 
Respuesta corta por favor.
Sorry.
Ya te dije que no leo grandes porciones de texto (y cuidadito con insultarme porque te reporto).
Por eso no sabés nada. Sos muy rebuscado y caprichoso.
Aprendiste dos pavadas y te creiste que ya no tenías que aprender nada.
Sentís que estás a salvo del infierno solo porque no sos católico.
Sos patético pero siempre lo fuiste.
Te la pongo corta y fácil...
22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza,
Y los burladores desearán el burlar,
Y los insensatos aborrecerán la ciencia?

Jesús murió por TODOS pero la gracia sólo se derrama sobre los que han depositado su fe en Cristo como Señor y Salvador y se han arrepentido de sus pecados. La Biblia dice que el que no cree ya ha sido condenado (Juan 3:18). Si ese que no creyó se condena, obviamente la gracia no se derramó sobre él.
Es todo lo que tengo que decir.
Gracias. Lo tendré en cuenta.
Pero tratá de instruirte.
Claro que si solo lees pavadas no creo que llegues lejos.

Pero ahora entiendo porque no entendés nada: La biblia misma es una gran porción de texto.
Parece que nunca la leiste...
 

Respuesta corta. No leo grandes porciones de texto. Te la voy a poner fácil y corta:

Jesús murió por TODOS pero la gracia sólo se derrama sobre los que han depositado su fe en Cristo como Señor y Salvador y se han arrepentido de sus pecados. La Biblia dice que el que no cree ya ha sido condenado (Juan 3:18). Si ese que no creyó se condena, obviamente la gracia no pudo haberse derramado sobre él.

Es todo lo que tengo que decir.

Por otro lado, si leyera pavadas, te estaría leyendo a vos. Con vos me doy cuenta que la vejez NO da sabiduría sino canas. La Palabra de Dios es la que da sabiduría.

Perdés.
 
Respuesta corta.
¿Si la muerte es la paga por el pecado como resucitan los que van a condenación eterna sin aprovecharse de la muerte de Cristo?
No tenés que responder.
Ya se que no sabés.
 
¿Si la muerte es la paga por el pecado como resucitan los que van a condenación eterna sin aprovecharse de la muerte de Cristo?
"y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación." (Juan 5:29) Sólo los que salgan a resurección de vida habrán aprovechado bien la muerte de Cristo.

Vos te enredás demasiado y filosofás mucho y eso te ha hecho desenfocarte del mensaje principal. Patético.

Volviendo al tema, sí es cierto que Dios tiene misericordia del que él quiere, pero ese que va a recibir misericordia de Dios tiene que haber depositado su fe en Cristo y haberse arrepentido de sus pecados. En pocas palabras:

Jesús murió por TODOS pero la gracia sólo se derrama sobre los que han depositado su fe en Cristo como Señor y Salvador y se han arrepentido de sus pecados. La Biblia dice que el que no cree ya ha sido condenado (Juan 3:18). Si ese que no creyó se condena, obviamente la gracia no pudo haberse derramado sobre él.

Es todo lo que tengo que decir.
 
"y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación." (Juan 5:29) Sólo los que salgan a resurección de vida habrán aprovechado bien la muerte de Cristo.
¿Como salen a resurrección de condenación los que hicieron lo malo si ya la muerte es la paga por el pecado?
Si vos debés mil dolares y los pagas no tenés que volverlos a pagar.
Volviendo al tema, sí es cierto que Dios tiene misericordia del que él quiere, pero ese que va a recibir misericordia de Dios tiene que haber depositado su fe en Cristo y haberse arrepentido de sus pecados.
Okey. Pero esta es la segunda fase.
Lo primero que tiene que hacer Dios es vencer la muerte para todos y en todo caso despues seprara a los buenos de los malos.
Jesús murió por TODOS pero la gracia sólo se derrama sobre los que han depositado su fe en Cristo como Señor y Salvador y se han arrepentido de sus pecados. La Biblia dice que el que no cree ya ha sido condenado (Juan 3:18). Si ese que no creyó se condena, obviamente la gracia no pudo haberse derramado sobre él.
Ahora va mejor. Murió por todos y luego son separados los redimidos entre los buenos y los malos.
 

La elección arbitraria: ¿Es Dios injusto?


Un argumento central del calvinismo sostiene que Dios no comete injusticia al elegir solo a algunos para salvación porque, inicialmente, todos merecían perderse.

Según este razonamiento, la elección divina no es injusta porque ningún ser humano merecía la salvación.

Sin embargo, al analizar detenidamente esta postura surge un problema ético fundamental.
La injusticia no radica en que Dios decida salvar a algunos pecadores, sino en que decida salvar solamente a algunos si la salvación depende exclusivamente de una elección unilateral y forzosa.
Esto implicaría que Dios, teniendo la capacidad y voluntad absoluta para salvar, opta deliberadamente por no salvar a todos, lo cual sí sería hacer acepción de personas.

Ahora bien, ¿cuál es la diferencia que presenta la Teología Bíblica frente a este dilema planteado por el calvinismo?

La clave está en la obra redentora universal de Jesucristo.
La justicia divina requiere la muerte del pecador y todos, sin excepción, hemos pecado.
Por lo tanto, Dios no puede simplemente ignorar su propia justicia y perdonar a algunos arbitrariamente.
Eso sería injusticia absoluta.

En cambio, Dios, en su infinita sabiduría y misericordia, resuelve esto a través del sacrificio universal de Jesucristo, quien paga con su propia vida la deuda de muerte que todos tenemos ante el Padre.

Al morir Cristo, Él adquiere legalmente la propiedad y el señorío de todas las vidas humanas.
Así, todos los seres humanos quedan redimidos de la muerte eterna por medio de su sacrificio.
La redención universal, en este sentido, elimina la acepción de personas, porque todos, absolutamente todos, reciben igualmente esta primera etapa de salvación: la liberación de la muerte primera.

No obstante, esta redención universal implica una transferencia de propiedad.

Ahora todos somos propiedad legítima de Cristo, el Redentor.
Bajo este nuevo régimen ya no estamos bajo la ley estricta e imparcial del Padre, sino bajo la autoridad y el señorío del Hijo, Jesucristo.

Es importante notar esta diferencia crucial: bajo la ley, el juez no puede arbitrar, debe actuar según normas justas y perfectamente claras.
Pero bajo el señorío del Hijo, Cristo tiene plena autoridad para juzgar arbitrariamente, porque Él nos compró con su vida, somos suyos y Él es Rey y Señor.

Aquí la salvación eterna (segunda etapa) no es una elección arbitraria sin base, sino una decisión soberana de Cristo basada en la respuesta de cada persona a su señorío y a su mensaje. Es decir, no somos elegidos caprichosamente, sino juzgados justamente según la fe y obediencia al evangelio bajo el señorío de Jesucristo.

Por tanto, mientras la elección calvinista tradicional coloca toda la arbitrariedad sobre el Padre, la redención universal centrada en Cristo presenta una lógica coherente y justa.

Dios no es injusto al salvar arbitrariamente, sino justo al redimir a todos primero, y luego permitir que el Hijo ejerza legítimamente su autoridad soberana en una segunda etapa.

Elección arbitraria del Padre bajo la Ley vs. la del Hijo bajo el Reino


Con todo muchos defensores del calvinismo insisten en que Dios tiene el derecho a elegir arbitrariamente quién será salvo y quién no, citando Romanos 9:15:


Sin embargo, hay una confusión importante sobre el ámbito en el cual Dios puede ejercer esta arbitrariedad legítimamente:
  • Bajo la Ley (Juicio del Padre):
    El sistema legal divino exige justicia absoluta, sin acepción de personas ni parcialidades. Bajo la ley, Dios no puede salvar arbitrariamente, porque la misma ley que Él estableció exige imparcialidad perfecta. El juicio debe basarse exclusivamente en obras justas o injustas. Por lo tanto, si Dios escogiera salvar arbitrariamente a algunos, bajo este contexto, estaría cometiendo injusticia y violando Su propia ley. Aquí no hay lugar para la arbitrariedad. Por eso, bajo la ley, si Dios quisiera salvar a alguien, debería salvarlos a todos por igual. Pero salvarlos a todos sin una justificación real también sería injusto porque violaría su propia palabra: "Ciertamente morirás" (Génesis 2:17).
  • Bajo la Gracia (Juicio del Hijo):
    La muerte de Jesús como sustitución real resuelve este dilema legal. Jesús compra a todos, paga por todos, y por lo tanto todos pasan del sistema de ley a un sistema de señorío o reino, donde el que juzga es ahora Cristo mismo. Al comprar con Su vida a toda la humanidad, Jesús se convierte legítimamente en dueño y Señor de todas las vidas humanas. Bajo esta autoridad suprema y absoluta, Jesús puede elegir arbitrariamente, si lo desea, porque ya no se encuentra bajo las limitaciones jurídicas que impone la ley.
    En otras palabras, el juicio bajo el Reino de Cristo es completamente diferente. No es un juicio basado en una ley fija e inflexible, sino que depende exclusivamente del criterio personal del Rey. Por lo tanto, la declaración "Tendré misericordia del que yo tenga misericordia" tiene total sentido aquí. Jesús tiene derecho a decidir sobre Su propia propiedad como Él estime conveniente.
    Esto no implica injusticia, sino la absoluta soberanía del Rey sobre lo que compró con Su propia sangre. Cristo no está obligado por una ley objetiva al evaluar el corazón o la fe de alguien, sino que actúa según Su propio juicio personal y divino.

Conclusión contundente:
La diferencia crítica está en comprender que la elección arbitraria solo puede ejercerse legítimamente bajo el ámbito de un Reino donde el Señor tiene derecho absoluto, y no bajo un sistema de ley fija.
La elección arbitraria de Dios Padre, en un contexto legal, sería injusta; pero la elección arbitraria del Hijo, como legítimo Señor, es perfectamente justa y legítima, porque está juzgando algo que ya le pertenece totalmente por derecho propio.
Esto es cónsono con esta predicación de Jesús:

1743046653491.png

El hombre tiene la tendencia a creer que quienes recibieron "castigo" son peores y que uno mismo es mejor que ellos.

En realidad la misericordia que tiene para nosotros es inmerecida y que aquellos muertos por ser pecadores lo fueron porque estuvieron en el lugar y momento equivocado, no porque nosotros no merezcamos lo mismo.

Entonces no se le cuestiona a DIOS sobre a quien beneficia con su piedad y a quien no, porque nadie la merece en realidad y cada día vivo es un regalo.

No hay calvinismo aqui por ningún lado.
 
Vos te enredás demasiado. Mirá, yo ya te dije cómo veo yo las cosas:

Jesús murió por TODOS pero la salvación sólo se vuelve efectiva sobre los que creen en él como Señor y Salvador y se arrepienten de sus pecados.

Así lo veo yo.