Suicidio?
- Autor himartinn
- Fecha de inicio
-El donante de su corazón para un trasplante lo hace para después que él muera. En cambio, quien tiene sus dos riñones sanos, puede donar uno a un ser amado, ya que con cuidados sobrevivirá bien con uno solo.
Eso no es lícito hacerlo si no estás en peligro de muerte inminente o estes registrado como donante en caso de fallecimiento accidental.
Es decirle a DIOS, yo gobierno sobre la vida y no Tú. Yo decido quien vive y quien muere.
No, no estarías obrando según Juan 15:13.
Hay que saber discernir.
Caso distinto es que vayas a la guerra por salvar a tus seres queridos y paisanos y mueras haciéndolo.
Caso distinto es que te atravieses a una bala para que el que está atrás no resulte herido.
Dar la vida no es matarse, es exponerse a la muerte o en un caso excepcional suicidarse por un bien mayor.
Por ejemplo, lanzarse de un bote lleno de gente que se hundiría por sobrepeso.
Aunque estoy de acuerdo con tu respuesta en lo general, compañero Valencia, la cosa no es tan sencilla.
Afirmas en estas dos últimas frases que suicidarse por un bien mayor sería aceptable como forma de dar la vida por el otro.
Pues bien, dar la vida por alguien a quien uno ama es similar: uno da la vida por algo que cree que es un bien mayor, a saber, que siga viviendo la otra persona.
Podríamos verlo quizá con más claridad en los padres que sacrifican su vida por sus hijos.
El argumento de que el suicida intenta tomar el lugar que solo corresponde a Dios es correcto...pero solo hasta cierto punto.
Finalmente, Dios nos ha dado la mayordomía sobre nuestros cuerpos.
En el caso del bote salvavidas cargado de gente que pones como ejemplo, el que se arroja al agua no se esperó sentado pensando "Si Dios quiere que uno de nosotros muera, le mandará un rayo, o un tiburón que salte al bote y lo devore. Si no elimina a nadie, es que su Voluntad es que todos nos hundamos"
No no es sencillo para el hombre natural, pero el Espíritu dá la respuesta en el momento trascendente.
Es así como tengo la certeza de que Leónidas y sus 300 espartanos se salvaron:
"No hay mayor amor que el del que dá la vida por sus amigos".
No era un simple intercambio de vidas uno a uno, dieron su vida por cientos de miles, y aunque fueron derrotados retrasaron la invasión persa hasta que los griegos se unieron todos y pudieron hacerle frente.
No es que sea sencilla una decisión asi, es que un corazón iluminado por el Espíritu Santo tomará la decisión correcta más allá del sentimentalismo que impone la carne.
Es así como tengo la certeza de que Leónidas y sus 300 espartanos se salvaron:
"No hay mayor amor que el del que dá la vida por sus amigos".
No era un simple intercambio de vidas uno a uno, dieron su vida por cientos de miles, y aunque fueron derrotados retrasaron la invasión persa hasta que los griegos se unieron todos y pudieron hacerle frente.
No es que sea sencilla una decisión asi, es que un corazón iluminado por el Espíritu Santo tomará la decisión correcta más allá del sentimentalismo que impone la carne.
Te voy a contar otro caso, este es un sacerdote que conocí, uno carismático de los buenos, el ofreció su vida por su sobrina que tenía cáncer.
El falleció y días después su sobrina completamente curada.
Todavía sus risotadas de victoria, te lo juro, están aqui en mi cabeza desde el más allá se anotó un golazo con eso.
Ofreció su cuerpo viejo y decrépito, que ya poco le servía, por una persona joven y con una larga vida por delante
¡Solo yo le entendí!
Ofreció su barato cuerpo decadente, por uno que habría durar y ser feliz.
Pero al final.... fué DIOS quien tomó la decisión de aceptar la ofrenda.
El falleció y días después su sobrina completamente curada.
Todavía sus risotadas de victoria, te lo juro, están aqui en mi cabeza desde el más allá se anotó un golazo con eso.
Ofreció su cuerpo viejo y decrépito, que ya poco le servía, por una persona joven y con una larga vida por delante
¡Solo yo le entendí!
Ofreció su barato cuerpo decadente, por uno que habría durar y ser feliz.
Pero al final.... fué DIOS quien tomó la decisión de aceptar la ofrenda.