Su última predicación

Bart

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24 Enero 2001
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<CENTER>Su última predicación</CENTER>

"Somos embajadores en nombre de Cristo,
como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios
"
(2 Corintios 5:20).

Cuando el Titanic se hundió en el Atlántico en abril de 1912,
entre los pasajeros se hallaba John Harper, un joven creyente.
Cuando el transatlántico empezó a zozobrar,
Harper ayudó a los pasajeros a subirse a los botes salvavidas,
pero rehusó entrar en ellos, diciendo:
«Las mujeres y los niños primero, después los incrédulos».
En el último momento, incluso dio su salvavidas.
Luego el Titanic se hundió en las aguas.

Un pasajero escocés que se encontraba entre los náufragos contó lo siguiente:
«Yo flotaba sobre un pedazo de madera cuando un violento remolino
trajo a John Harper cerca de mí, agarrado también de un objeto flotante.
Me preguntó gritando:
-¿Es usted creyente?
-No, le contesté.
Él prosiguió con voz fuerte:
-¡Crea en el Señor Jesús y será salvo!
Las olas lo alejaron, pero poco después volvieron a traerlo cerca de mí.
Entonces me hizo nuevamente la misma pregunta y le di la misma respuesta:
-¡No, no puedo decir que sea salvo.
Él repitió: -Crea en el Señor Jesús y será salvo.
Fueron sus últimas palabras. Un instante después se fue a pique.
Entonces, en medio del océano, durante las trágicas horas que siguieron,
me volví hacia el Salvador y puse mi vida en sus manos.
De esa manera fui el último hombre llevado a Dios
por medio de John Harper».

"Orando en todo tiempo. a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del Evangelio" (Efesios 6:18-19).


© Editorial La Buena Semilla, 1166 Perroy, Suiza.


Mario Contreras T.
Aguas Vivas · Chile
www.aguasvivas.cl