"Es sofistería de Satanás la idea de que la muerte de Cristo introdujo la
gracia para ocupar el lugar de la ley. La muerte de Jesús no modificó ni
anuló ni menoscabó en el menor grado la ley de los Diez Mandamientos. Esa
preciosa gracia ofrecida a los hombres por medio de la sangre del
Salvador, establece la ley de Dios. Desde la caída del hombre, el
gobierno moral de Dios y su gracia son inseparables. Ambos van de la mano
a través de todas las dispensaciones. "La misericordia y la verdad se
encontraron; la justicia y la paz se besaron" (Sal. 85: 10).
Jesús, nuestro Sustituto, aceptó cargar por el hombre con la penalidad de
la ley transgredida. Cubrió su divinidad con humanidad y de ese modo
llegó a ser el Hijo del Hombre, un Salvador y Redentor. El hecho mismo
de la muerte del amado Hijo de Dios a fin de redimir al hombre, muestra la
inmutabilidad de la ley divina. ¡Cuán fácilmente, desde el punto de vista
del transgresor, Dios podría haber abolido su ley, proveyendo así una vía
por la cual los hombres pudieran salvarse y Cristo permanecer en el cielo!
La doctrina que enseña libertad, mediante la gracia, para quebrantar la
ley, es un engaño fatal. Todo transgresor de la ley de Dios es un
pecador, y nadie puede ser santificado mientras vive conscientemente en
pecado.
La condescendencia y la agonía del amado Hijo de Dios no fueron soportadas
para concederle al hombre libertad para transgredir la ley del Padre y no
obstante sentarse con Cristo en su trono. Fueron para que mediante los
méritos de Jesús, y el ejercicio del arrepentimiento y la fe, hasta el
pecador más culpable pudiera recibir perdón y obtener fortaleza para vivir
una vida de obediencia. El pecador no es salvado en sus pecados, sino de
sus pecados." de Elena G. de White
1Jn 3:4
"Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley." (RVA)
1Jn 2:1
"HIJITOS míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, á Jesucristo el justo;" (RVA)
1Jn 1:6
"Si nosotros dijéremos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no hacemos la verdad;" (RVA)
1Jn 2:3
"Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos." 1Jn 2:4
"El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él;" (RVA)
Habran los Ojos, La iglesia de Laodicea no puede ver , por eso necesita un COlirio para ver.. pidanle al Señor ese colirio
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- "Clamaba con fuerza: <<Rindan a Dios honor y gloria, porque llegó la hora de su Juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y las fuentes.>>" Ap.14:7
- "Otro angel lo siguio, gritando: <<Cayó, cayo Babilonia la grande, la prostituta que dio de beber a todas la naciones y las emborrachó con su vino.>>" Ap.14:8
- "Un tercer ángel pasó después clamando: <<Si alguien adora a la bestia o su imagen o se hace marcar en la frente o en la mano, éste también tomará el vino puro del furor de Dios, que ya esta preparado en la copa de su enojo. Sufrirá el suplicio del fuego y del azufre en presencia de los ángeles santos y del Cordero.>> Ap.14:9-10
gracia para ocupar el lugar de la ley. La muerte de Jesús no modificó ni
anuló ni menoscabó en el menor grado la ley de los Diez Mandamientos. Esa
preciosa gracia ofrecida a los hombres por medio de la sangre del
Salvador, establece la ley de Dios. Desde la caída del hombre, el
gobierno moral de Dios y su gracia son inseparables. Ambos van de la mano
a través de todas las dispensaciones. "La misericordia y la verdad se
encontraron; la justicia y la paz se besaron" (Sal. 85: 10).
Jesús, nuestro Sustituto, aceptó cargar por el hombre con la penalidad de
la ley transgredida. Cubrió su divinidad con humanidad y de ese modo
llegó a ser el Hijo del Hombre, un Salvador y Redentor. El hecho mismo
de la muerte del amado Hijo de Dios a fin de redimir al hombre, muestra la
inmutabilidad de la ley divina. ¡Cuán fácilmente, desde el punto de vista
del transgresor, Dios podría haber abolido su ley, proveyendo así una vía
por la cual los hombres pudieran salvarse y Cristo permanecer en el cielo!
La doctrina que enseña libertad, mediante la gracia, para quebrantar la
ley, es un engaño fatal. Todo transgresor de la ley de Dios es un
pecador, y nadie puede ser santificado mientras vive conscientemente en
pecado.
La condescendencia y la agonía del amado Hijo de Dios no fueron soportadas
para concederle al hombre libertad para transgredir la ley del Padre y no
obstante sentarse con Cristo en su trono. Fueron para que mediante los
méritos de Jesús, y el ejercicio del arrepentimiento y la fe, hasta el
pecador más culpable pudiera recibir perdón y obtener fortaleza para vivir
una vida de obediencia. El pecador no es salvado en sus pecados, sino de
sus pecados." de Elena G. de White
1Jn 3:4
"Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley." (RVA)
1Jn 2:1
"HIJITOS míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, á Jesucristo el justo;" (RVA)
1Jn 1:6
"Si nosotros dijéremos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no hacemos la verdad;" (RVA)
1Jn 2:3
"Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos." 1Jn 2:4
"El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él;" (RVA)
Habran los Ojos, La iglesia de Laodicea no puede ver , por eso necesita un COlirio para ver.. pidanle al Señor ese colirio
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- "Clamaba con fuerza: <<Rindan a Dios honor y gloria, porque llegó la hora de su Juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y las fuentes.>>" Ap.14:7
- "Otro angel lo siguio, gritando: <<Cayó, cayo Babilonia la grande, la prostituta que dio de beber a todas la naciones y las emborrachó con su vino.>>" Ap.14:8
- "Un tercer ángel pasó después clamando: <<Si alguien adora a la bestia o su imagen o se hace marcar en la frente o en la mano, éste también tomará el vino puro del furor de Dios, que ya esta preparado en la copa de su enojo. Sufrirá el suplicio del fuego y del azufre en presencia de los ángeles santos y del Cordero.>> Ap.14:9-10