Soms transformados al mirar

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5 Septiembre 2001
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Somos transformados al mirar
2 Corintios 4:6 Por que el mismo Dios que dijo: De las tinieblas resplandezca la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
2 Corintios 3:18 Mas, nosotros todos, a cara descubierta mirando y reflejando como un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Señor Espíritu.
La palabra “faz” se refiere al semblante del Señor, a Su presencia. ¡Cuánto necesitamos tener la presencia del Señor en nuestro interior! Su presencia es la gloria de Dios, ya que ésta se encuentra en la faz de Cristo. Cuando estamos en la presencia de Cristo y ante Su rostro, estamos en Su gloria. Nuestra necesidad hoy es mirar y reflejar la gloria del Señor. A medida que miramos Su gloria, somos transformados de gloria en gloria por el Señor Espíritu.
Cristo nos santifica, purifica, sustenta y cuida con ternura con el fin de presentarse a Sí mismo una iglesia gloriosa. Contrario al concepto religioso, esta presentación no ocurrirá repentinamente, sin ninguna preparación, cuando el Señor aparezca en Su venida, sino que requiere un proceso, el cual comenzó en la época de los apóstoles y ha continuado a través de los siglos. Actualmente nosotros participamos de dicho proceso, por el cual Cristo se presenta a Sí mismo una iglesia gloriosa. Esta presentación es la meta por la cual nos santifica, purifica, sustenta y cuida con ternura.
Desde el día que invocamos al Señor Jesús por primera vez y le recibimos, Él ha buscado la oportunidad de forjarse a Sí mismo en nuestro ser. Cuanto más Su elemento se forja en nosotros, más Él nos satura consigo mismo y más nos santifica, purifica, sustenta y cuida con ternura. La máxima consumación de este proceso será cuando El se presente a Sí mismo a la iglesia en gloria.
Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento y los versículos del Antiguo Testamento, de la versión Reina Valera 1960. Las "Palabras del ministerio" provienen de Estudio-vida de Efesios, escrito por Witness Lee, mensajes 59 y 60, págs. 506-507. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA.