Juan Pablo II canonizó a 27 beatos mexicanos Ciudad del Vaticano [Efe]. México se convirtió en el país latinoamericano con mayor número de santos, tras la canonización por el papa Juan Pablo II de 27 beatos que acompañarán en los altares a San Felipe de Jesús.
La proclamación de los nuevos santos tuvo lugar en una solemne ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano con la asistencia de más de 40.000 personas, gran parte de ellas llegadas desde tierras mexicanas, que enarbolaron de forma entusiasta banderas tricolores. Veinticinco de los 27 mexicanos canonizados fueron asesinados durante las persecuciones religiosas en la década de 1920 a 1930. Tras la exposición de la vida y milagros de los beatos por el presidente de la Congregación para la Causa de los Santos, Juan Pablo II pronunció la fórmula solemne de canonización, recibida por los fieles con una largo aplauso. Con esta proclamación, el santoral mexicano suma 27 nuevas hornacinas a la que hasta ahora acogía al único santo nacional, San Felipe de Jesús. En los altares serán venerados en adelante como santos Cristóbal Magallanes -el más conocido porque perdonó a sus ejecutores momentos antes que lo fusilen en 1927- y otros 24 compañeros, sacerdotes diocesanos y laicos, todos ellos martirizados entre 1915 y 1937 durante las persecuciones contra la Iglesia en México.
La proclamación de los nuevos santos tuvo lugar en una solemne ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro del Vaticano con la asistencia de más de 40.000 personas, gran parte de ellas llegadas desde tierras mexicanas, que enarbolaron de forma entusiasta banderas tricolores. Veinticinco de los 27 mexicanos canonizados fueron asesinados durante las persecuciones religiosas en la década de 1920 a 1930. Tras la exposición de la vida y milagros de los beatos por el presidente de la Congregación para la Causa de los Santos, Juan Pablo II pronunció la fórmula solemne de canonización, recibida por los fieles con una largo aplauso. Con esta proclamación, el santoral mexicano suma 27 nuevas hornacinas a la que hasta ahora acogía al único santo nacional, San Felipe de Jesús. En los altares serán venerados en adelante como santos Cristóbal Magallanes -el más conocido porque perdonó a sus ejecutores momentos antes que lo fusilen en 1927- y otros 24 compañeros, sacerdotes diocesanos y laicos, todos ellos martirizados entre 1915 y 1937 durante las persecuciones contra la Iglesia en México.