Sin vida no hay obra

hgo

2
5 Septiembre 2001
3.029
1
Practicando los libros de 1 y 2 de Tesalonicenses
Espíritu, alma y cuerpo sean guardados irreprensibles
Leer con oración: Mt 25:14-30; Lc 19:17
"Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche" (1 Ts 5:1-2)
Sin vida no hay obra
Primera Tesalonicenses 5:2 nos habla que debemos vigilar, pues no sabemos cuando vendrá el día del Señor, Él viene como ladrón en la noche. Si queremos tener nuestra lámpara llena de aceite, debemos hacerlo mientras estemos vivos, ya que después de morir, es decir, cuando durmamos, no habrá más manera de como obtenerlo. Por tanto, debemos vivir en el espíritu, y no en nuestra alma, El alma es fácilmente atraída por Satanás, por el árbol del conocimiento del bien y del mal, en el cual somos muertos. Debemos preparar nuestro propio aceite, ¡tener llena nuestra vasija de aceite! Tal vez el alma de los que fueron martirizados en Tesalónica, a pesar de haber vivido una vida cristiana por poco tiempo, haya sido totalmente saturada del Espíritu. En la vida de la iglesia, no debemos permanecer en la esfera de la mente; podemos usarla, pero ésta debe ser puesta en el espíritu, para tener vida y paz. Cuando el Señor vuelva queremos ser vencedores.
Después de la parábola de las diez vírgenes, viene la parábola de los talentos (Mt 25:14-30). La parábola de las vírgenes nos habla con respecto a la vida. Con relación a la vida, todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, debe estar saturado del Espíritu. Pero, la parábola de los talentos nos habla de nuestra obra. Cuando estamos llenos de vida salimos para hacer la obra de expansión y solamente aquellos que tienen vida pueden hacerla.
Sin la parábola de las diez vírgenes no hay la de los talentos. Muchos quieren los talentos, pero no buscan la vida. Por tanto, debemos buscar la vida a fin de usar los talentos.
Los talentos nos hablan con respecto a los dones, que recibimos según la capacidad que Dios dio a cada uno. En la iglesia todos tienen talentos, pero hay una diferencia entre el número de talentos recibidos de parte de Dios. El que recibió cinco talentos recibió una capacidad mayor, el que recibió menos capacidad, recibió uno; pero cada uno recibió según su capacidad. Igualmente cuando el Señor venga a pedirnos cuentas, demandará de acuerdo a la capacidad que Él mismo nos dio.
El que recibió un solo talento, argumentó según su mente caída, debido a que tenía varios conceptos acerca de su señor y por miedo, no negoció. Quién vive en el alma natural, difícilmente lleva a las personas a la conversión. Los que multiplicaron sus talentos recibieron el galardón; fueron fieles en lo poco, y en lo mucho fueron colocados (vs. 21, 23). La palabra mucho se refiere a las ciudades que nos serán distribuidas en el reino milenario (Lc 19:17). Nuevamente el Señor nos recuerda de Su pronta venida, haciéndonos salir como iglesia, en amor, para conquistar las ciudades que aún no han sido conquistadas. Los que tienen la capacidad de cinco talentos, deben ayudar a los que sólo tienen uno. Como todos hemos recibido talentos, que podamos en el día de ajuste de cuentas, presentar nuestros talentos multiplicados para el Señor.
Debemos ayudar a todos los santos en amor, teniendo la esperanza de que, vamos a estar juntamente con ellos en pie delante del tribunal de Cristo. Para eso es necesario que los hermanos que tienen dos, tres, cuatro, cinco talentos ayuden a los de un solo talento, a que puedan desenterrar el talento y ganar otro.
El siervo de un talento fue lanzado en las tinieblas de afuera. Anhelamos que todos nosotros tengamos el encargo de ayudar a los hermanos de un talento a multiplicarlo para que en el día del Señor, el día en que seremos juzgados, haya muchos vencedores. Podemos ser esos vencedores, permitiendo que el Espíritu sature nuestra alma, estando llenos de la vida y de la naturaleza de Dios y también por haber multiplicado nuestros talentos.
Punto Clave: Disfrutar de la vida para realizar la obra
Pregunta: ¿Por qué en Mateo 25, el orden es: primero la parábola de las diez vírgenes y después la de los talentos?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a: Editora “Árvore da Vida”
¡Jesús es el Señor!