Dios es absolutamente simple, pues en él no reside composición de partes. Explayémonos un poco.
¿Por qué Dios debería ser absolutamente simple?
Porque ello va de la mano con la asiedad, o sea, que exista por su ser en sí mismo y no por algo externo a aquel que es su ser.
¿Cómo tiene esto que ver con la posibilidad de que Dios sea compuesto?
Fácil: si algo es compuesto por dos o más elementos, ello significa que depende de aquellas partes, pues sin ellas aquello no sería lo que es. Esto se traduce en que aquello no depende de su ser en sí mismo, sino de aquellas partes.
¿Y?
Y ello implica que, si Dios tuviese partes, ello supondría que depende de aquellas, lo cual es absurdo, pues si Dios depende de algo para ser que no es él mismo, ello quita la asiedad. Mas, por definición, Dios posee asiedad, o sea, existe solo por sí mismo.
Ergo, Dios es absolutamente simple, o sea, incompuesto.
¿Por qué Dios debería ser absolutamente simple?
Porque ello va de la mano con la asiedad, o sea, que exista por su ser en sí mismo y no por algo externo a aquel que es su ser.
¿Cómo tiene esto que ver con la posibilidad de que Dios sea compuesto?
Fácil: si algo es compuesto por dos o más elementos, ello significa que depende de aquellas partes, pues sin ellas aquello no sería lo que es. Esto se traduce en que aquello no depende de su ser en sí mismo, sino de aquellas partes.
¿Y?
Y ello implica que, si Dios tuviese partes, ello supondría que depende de aquellas, lo cual es absurdo, pues si Dios depende de algo para ser que no es él mismo, ello quita la asiedad. Mas, por definición, Dios posee asiedad, o sea, existe solo por sí mismo.
Ergo, Dios es absolutamente simple, o sea, incompuesto.