...SIGUIERON AL FLAUTISTA...( aproximación a la psicopatología de los líderes sectari

Jmo

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27 Febrero 1999
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Líderes hay muchos. Y se autodenominan de diversas maneras: estadista, gurú, pastor, profeta, presidente, comandante, etc. Y hay que reconocerlo, los hay buenos y malos.
Líderes que generan cambios positivos a gran escala en los ámbitos político, social y económico y líderes negativos, que guiándose por sus solos intereses personales o presos de la locura o el mesianismo sólo generan pesadumbre, pobreza y hasta dependencia.
El líder sectario, propiamente hablando, pertenece a esta segunda categoría de liderazgo.

Encontramos en todo grupo humano una identificación recíproca entre sus miembros y además, una identificación personal, individual que establece el vínculo identificatorio de los miembros con una o varias personas notables que son los líderes.
El líder grupal ( y aquí no hacemos distinción entre grupos humanos considerados ¨normales¨ y grupos con características sectarias ) se caracteriza porque posee una especie de prestigio personal a veces adquirido por la publicidad o la propaganda. El prestigio que destaca al líder de los demás le permite mantener dominio sobre sus seguidores.
Ese prestigio nace no de condiciones puramente personales sino más propiamente hablando de las cualidades que los miembros del grupo le adscriben. El líder introyecta las cualidades que el grupo le adjudica y se comporta como si realmente las poseyera. Al mismo tiempo, los seguidores proyectan en la figura del líder sus propias emociones, identificándose con él. Se le adjudica fama, poder, gloria, riquezas, sabiduría como proyección de lo que nosotros queremos ser.
Es probable en muchos grupos humanos que los seguidores desarrollen, al identificarse con el líder, expresiones gestuales semejantes. Es fácil observar que se han introyectado su manera de hablar, sus ademanes, su forma de caminar e incluso, su manera de vestirse.
Sin embargo, y si el líder fracasa en su intento de cristalizar las expectativas del grupo desaparece la identificación colectiva, dando lugar, en cambio, a relaciones agresivas.

Empero, y como dijimos al comienzo de este mensaje, ser lider no es malo. De hecho, la historia de la humanidad cuenta con numerosos líderes que han introducido cambios positivos en la sociedad. Un ejemplo de esto podemos encontrarlo en Mahatma Gandhi, líder religioso y político hindú, luchador por la independencia de su país; o en Martín Luther King, también líder religioso e incansable defensor de la igualdad entre blancos y negros, cuyas acciones han tenido consecuencias positivas en sus países de origen.

Pero entonces, ¿ qué transforma a un líder en positivo o negativo ? ¿ Qué tipo de líder es un líder sectario ? ¿ Cúales son sus características ? ¿ Qué objetivos persigue ? Son, en efecto, numerosas las preguntas que surgen al abordar este tema, y serán muchas más a medida que vayamos avanzando en este nuevo tema de discusión.
Por lo pronto, resulta necesario hacer una aclaración: los líderes sobre los que en este mensaje hablaremos, no son aquellos líderes multitudinarios que ejercen dominio sobre millones de personas y que no tienen contacto directo con ninguna ( o con muy pocas ) de aquellas personas sobre las que mantienen una relación de poder; los líderes sobre los que aquí hablaremos son aquellos líderes de ¨pequeños grupos¨, aquellos que ejercen un dominio casi total sobre sus miembros, y que evidencian ( además de su afán de poder y dinero, en muchas ocasiones ) una evidente estructura psicopatológica, lo que los lleva a montar las más absurdas doctrinas y a crear unos lazos de dependencia casi indestructibles entre su persona y sus seguidores.

De la misma manera, los criterios con los que aquí definiremos a la palabra ¨secta¨, no serán ni sociológicos ni religiosos, lo que traería inconvenientes inevitables; sino que, desde una perspectiva psicológica, utilizaremos la definición dada por la Jonhson Foundation Wispread Conference Center, reunida en 1985 en Racine, Estados Unidos, y de acuerdo a la cúal, una secta es un: ¨movimiento o grupo, caracterizado por la adscripción de personas totalmente dependientes de las ideas de un líder, que pueden presentarse bajo las formas de identidad religiosa, asociación cultural, centro científico o grupo terapéutico; que utilizan técnicas de persuasión y control, manipulativas, coactivas y no éticas para que todos los miembros dependan de la dinámica del grupo y pierdan su estructura y su idea de pensamiento individual a favor de la idea colectiva, creándose muchas veces un fenómeno de epidemia psíquica¨.

Hechas estas aclaraciones y esta breve introducción a la noción de grupos humanos y líder, comenzaremos describiendo una de las características esenciales de todo líder sectario: el fanatismo.
De acuerdo con la etimología de la palabra fanático, esta palabra deriva del verbo lativo fanum que significa lugar, templo sagrado. Dicho de otra manera, el fanático es aquel que considera su creencias, su ideal como algo sagrado y como tal, por encima de cualquier cosa, dispuesto a matar o morir por ese ideal o creencia.
En el libro ¨El verdadero creyente¨, Eric Hoffer describe de la siguiente manera las características del fanático: ¨sentirse en posesión de una verdad que es única y no tener ninguna duda de su exactitud, sentir que es empujado por un misterioso poder que puede ser de Dios, el destino, la ley o la historia, estar convencido de que sus oponentes son la encarnación del mal y deben ser aplastados¨. De esta manera, todo aquello que no se ajusta a SU verdad o a SU ideal, no es más que error o maldad.

En próximos mensajes, seguiremos describiendo las características principales de los líderes sectarios, daremos algunas biografías de los líderes sectarios más famosos y analizaremos las relaciones de estos líderes con su grupo, con el sexo y con el dinero.
Por el momento, sería interesante que si alguno conoce o ha oído la historia de algún líder sectario en su país la relatara, a fin de ir aproximándonos poco a poco a la comprensión de su estructura y su razón de ser.

jMo
 
Buena aportación, Jmo.

¿Es tuya? Si lo es mayor felicitación y si la has copiado gracias por hacerlo,

Cuanto has aportado se puede resumir en una sola frase.

El falso lider es aquel que coacciona la libertad de sus seguidores.

Bendiciones. (Y a la espera de que sigas con ello)
 
Líder sectario: Características

Líder sectario: Características

Ayer vimos que el fanatismo constituye uno de los aspectos propios de todo líder sectario. Hoy veamos algunas de las otras características que constituyen la compleja personalidad de muchos líderes de grupos sectarios destructivos.

Podemos empezar diciendo que el fanático es un hombre profundamente frustrado: necesita creer ya que le resulta insoportable su caos interior; siente seguridad y certidumbre en su idea. Sintiéndose insatisfecho con sus propias capacidades, elige como solución el cambiar de identidad, renunciar a sus atributos individuales e identificarse totalmente con un ideal.
Por otro lado, el líder sectario siempre se caracteriza por ser un personaje mesiánico, carismático, con gran encanto personal; lo que los psicólogos llaman un paranoico expansivo, que se convierte en dueño de cuerpo y alma del adepto, y obviamente, de su dinero y el de su familia si es posible.
Otra de las características del mismo es el de tener una personaliad paranoide. La paranoia, podemos decir, ¨es un delirio interpretativo que evoluciona de forma progresiva, con una lógica aparentemente perfecta y sin deterioro intelectual. La paranoia es raro que se establezca de forma pura, por eso es más conveniente hablar de personalidad paranoica, cuyos rasgos esenciales son una exagerada susceptibilidad, una hipervaloración del yo, desconfianza y una construcción mental peculiar¨.
El líder sectario es frecuentemente acechado por continuas sospechas, viéndose a sí mismo como víctima de un complot o persecución y adjudicando su propia crueldad a sus enemigos.
Por último, podemos señalar como característica de este tipo de líderes el de poseer lo que se ha dado a llamar ¨narcicismo maligno¨, y que se caracteriza por un sentimiento extremo de ampulosidad ( manifestada en arrogancia ), crueldad sádica y una carencia total del sentido de culpabilidad.

Con estos elementos, podemos ir ya haciéndonos una idea de la estructura psicopatológica ( esto es, enfermiza ) que caracteriza a muchos lideres de grupos sectarios destructivos.
A continuación, y con el fin de graficar lo que hasta ahora hemos expuesto, les propongo adentrarnos brevemente en la biografía de un líder sectario de estas características.
El personaje en cuestión se llama Juan Alfredo Unger, argentino, y líder de una secta con características destructivas conocida como ¨Las 8 reinas¨, hoy desarticulada.

Juan Unger nació en Buenos Aires en 1948. Su infancia fue traumática. Su padre, de origen alemán y recién llegado de la ¨postguerra¨ abandonó el hogar cuando él y sus hermanos eran muy pequeños. Desde niño salió a trabajar, por lo que recién terminó la escuela primaria a los diecisiete años, en plena adolescencia. Desde muy joven, se dedica a estudiar libros vinculados con la astrología, el tarot, la parapsicología y el esoterismo. Al mismo tiempo, y de forma paralela, forma una familia y tiene cuatro hijos. Desempeña diversos trabajos: verdulero, vendedor de periódicos y plomero. En la década del setenta logra instalar un negocio de plomería. Allí, su suerte cambiará, cuando conozca a Daniel Héller, un hombre rico quien vivía atormentado por los problemas con su mujer. Unger ofrece asesorarlo espiritualmente y consultar junto con él diverso tipo de oráculos. En 1985, Daniel Héller aparece en la tapa de diversos diarios al publicar decenas de solicitadas referidas a sus conflictos matrimoniales. Unger lo acompaña. Meses después, huye con sus dos hijos a Europa.
Al mismo tiempo, Juan Unger se muda con su familia a un campo de Córdoba ( Argentina ) y viaja frecuentemente a Europa para encontrarse con Héller.
Estando en Córdoba, ocurre un hecho extraño. Una joven de veinticinco años, Adriana Enzainar, desaparece. Su padre hace la denuncia pero nunca más vuelve a saberse de la joven. La última noticia fue cuando estaba en el campo de Unger.
Hacia fines de la década del ochenta, Juan Alfredo Unger abre en la zona de Martínez un instituto de Bioenergía y Control Mental. En poco tiempo, agrupa alrededor de sí a varios seguidores. Paralelamente, y por esa misma época ( 1988 ) toda una familia italiana se traslada a Buenos Aires, convencidos por Unger de que se acercaba la destrucción total del mundo, que Europa sería cubierta de agua y que solamente Argentina se salvaría. Unger alquila un salón en la zona de Don Torcuato ( Argentina ) y reúne a los seguidores argentinos e italianos. Allí, anuncia que es la reencarnación de Jesús, que ellos eran discípulos y que tendría ocho reinas, entre ellas su propia hija de veintitrés años, una menor de quince y una niña de diez.

¨Primero empezaba tocando las partes sensibles del cuerpo, el pecho, la espalda, con besos apasionados, a veces violentos con la finalidad de excitar, una no tiene que reaccionar. Después Unger se excitó hasta la eyaculación y con el semen me hizo signos en todo el cuerpo, estando desnuda, triángulos, cruces y estrellas de cinco o seis puntas. Decía que no era esperma, que eran seres de fuego que iban penetrando en el cuerpo para limpiar la parte sucia...¨
( Testimonio de una ex adepta de la secta de Las 8 reinas )

Finalmente, a principios de la década del noventa, se presenta una denuncia en la justicia. La persona en cuestión es el padre de una menor atrapada en la secta. Se forma un impresionante expediente con testimonios realmente aberrantes ( entre ellos: ¨...tenía relaciones con su hija. Yo vi el momento en que ella estaba acostada, tenía el esperma en el pecho, la hija lloraba, Unger decía que lloraba de emoción...¨ ; ¨...Unger sostenía que todos estábamos reencarnados, y que todos tenían vidas anteriores y que él, había sido Jesucristo...¨), el caso trasciende a la prensa y se abre una causa por la cúal se ordena el allanamiento en varias propiedades de Unger, al mismo tiempo que se ordena la realización de pericias psiquiátricas al líder de ¨Las 8 reinas¨.
Los resultados: Unger poseía una personalidad con ¨rasgos psicopáticos, perversos y megalómanos¨.
( Para aquellos no familiarizados con el vocabulario psicológico/psiquiátrico, brindo las definiciones de estos términos a fin de aclarar mejor la cuestión:
- Psicopatía: nombre genérico de un trastorno mental que se caracteriza por un comportamiento asocial
- Perversión: desviación con respecto al acto sexual normal, definido como coito dirigido a obtener el orgasmo por penetración genital, con una persona del sexo opuesto.
- Megalomanía: delirio de grandeza, manía de poder)

Lamentablemente, el caso de Juan Alfredo Unger está lejos de ser el único. En efecto, existen numerosos casos más ( algunas conocidos, y otros no tanto ) que intentaremos, en la medida de lo posible, de ir desentrañando y exponiendo con el avance de este debate.

Tobi, gracias por tu mensaje. El aporte es mío, en tanto y en cuanto es el resultado de la lectura, la relectura, la síntesis y la selección de contenidos de diversos libros sobre este tema. No me gusta pegar textos o volcar la información de un solo libro a la hora de tratar mis mensajes, prefiero reunir todo el material posible en cuestión, y a partir de allí seleccionar y dar forma a aquello que me parece, puede servir al debate y a la comprensión de un tema complejo como este.

jMo

Los invito a seguir participando de mi otro mensaje: ¨Los 9 mandamientos¨. Me gustaría que aquellos que votaron en la encuesta expusieran las razones por las cúales eligieron una u otra opción, ya que de lo contrario, no podemos seguir avanzando en el debate.