Nuestro Pan Diario
10 de agosto, 2003
Sigue remando
Lectura: 1 Corintios 3:18-4:1
Que todo hombre nos considere de esta manera: como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. --1 Corintios 4:1.
Una vez vi una tira cómica que presentaba a un grupo de prisioneros encadenados de pie en un muelle esperando a una galera romana que estaba entrando a puerto. «¡Qué barco tan fantástico! --dijo alguien en tono meditativo--. ¿Qué será lo que lo hace moverse?»
La tira me acordó las palabras del apóstol Pablo: «Que todo hombre nos considere de esta manera: como servidores de Cristo. . .» (1 Corintios 4:1). Pablo utilizó una palabra griega poco común para referirse a los siervos. Literalmente significa «los que reman por debajo», y en aquel día se refería a los esclavos que tiraban de los remos en los barcos de guerra romanos.
¡Qué imagen tan impresionante! El gran apóstol, que pudo haber afirmado su autoridad, se consideraba a sí mismo un mero esclavo de galera sosteniendo el barco junto con el resto del pueblo de Dios, remando como todo el mundo.
Esto es diferente de nuestro concepto acostumbrado sobre el liderazgo. Tendemos a pensar en un capitán vestido de realeza de pie en la cubierta de un gran barco de vela, «dando órdenes» y controlando el barco.
El Señor Jesús es nuestro verdadero capitán. La dirección en la cual va una iglesia o cualquier otro ministerio, la velocidad con la que se desarrolla, y el tamaño hasta el cual crece es prerrogativa Suya. Nuestra tarea, cualquiera que sea nuestra posición o trabajo, es mantener la mirada en Cristo y seguir remando. --David Roper
LOS LÍDERES NO LOGRAN LA GRANDEZA DANDO ÓRDENES, SINO SIRVIENDO A LOS DEMÁS.
http://www.gospelcom.net/rbc/npd/npd-08-10-03.html
10 de agosto, 2003
Sigue remando
Lectura: 1 Corintios 3:18-4:1
Que todo hombre nos considere de esta manera: como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. --1 Corintios 4:1.
Una vez vi una tira cómica que presentaba a un grupo de prisioneros encadenados de pie en un muelle esperando a una galera romana que estaba entrando a puerto. «¡Qué barco tan fantástico! --dijo alguien en tono meditativo--. ¿Qué será lo que lo hace moverse?»
La tira me acordó las palabras del apóstol Pablo: «Que todo hombre nos considere de esta manera: como servidores de Cristo. . .» (1 Corintios 4:1). Pablo utilizó una palabra griega poco común para referirse a los siervos. Literalmente significa «los que reman por debajo», y en aquel día se refería a los esclavos que tiraban de los remos en los barcos de guerra romanos.
¡Qué imagen tan impresionante! El gran apóstol, que pudo haber afirmado su autoridad, se consideraba a sí mismo un mero esclavo de galera sosteniendo el barco junto con el resto del pueblo de Dios, remando como todo el mundo.
Esto es diferente de nuestro concepto acostumbrado sobre el liderazgo. Tendemos a pensar en un capitán vestido de realeza de pie en la cubierta de un gran barco de vela, «dando órdenes» y controlando el barco.
El Señor Jesús es nuestro verdadero capitán. La dirección en la cual va una iglesia o cualquier otro ministerio, la velocidad con la que se desarrolla, y el tamaño hasta el cual crece es prerrogativa Suya. Nuestra tarea, cualquiera que sea nuestra posición o trabajo, es mantener la mirada en Cristo y seguir remando. --David Roper
LOS LÍDERES NO LOGRAN LA GRANDEZA DANDO ÓRDENES, SINO SIRVIENDO A LOS DEMÁS.
http://www.gospelcom.net/rbc/npd/npd-08-10-03.html