http://www.larazon.es/noticias/noti_rel14.htm
<CENTER>Si alguien te ofende</CENTER>
José María ALIMBAU
Si alguien te ofende: No recojas su ofensa. Déjala pasar para que se la lleve el viento.
Si una injusticia te hiere: no aumentes tu dolor al dolor de la injusticia. No amases en tu interior el pan amargo del rencor. Clama a Dios y espera en Él. Tarde o temprano hará justicia. Y si te sientes menospreciado: busca el lado positivo de la lección de vida que trae.
Si los otros no te comprenden: haz esfuerzos para que en ti la comprensión cada día sea más y mejor.
Si la humillación te desestabiliza, te abate: levanta los ojos hacia Cristo humillado y procura seguirle en tu camino.
Si el dolor te daña y el sufrimiento te postra: sigue al pie de la letra el consejo de Jesús: «Carga con tu propia cruz y síguele. Hallarás el descanso y la paz».Si estás enfermo: piensa en quienes, de verdad, sufren sin Esperanza...
Si en tu interior hay paz y esperanza: cántale a la vida y dale gracias a Dios. Si, por el contrario, la angustia y la tristeza anidan en tu interior: pon tu alma de rodillas, levanta la mente y pide ayuda al Padre.
<CENTER>Si alguien te ofende</CENTER>
José María ALIMBAU
Si alguien te ofende: No recojas su ofensa. Déjala pasar para que se la lleve el viento.
Si una injusticia te hiere: no aumentes tu dolor al dolor de la injusticia. No amases en tu interior el pan amargo del rencor. Clama a Dios y espera en Él. Tarde o temprano hará justicia. Y si te sientes menospreciado: busca el lado positivo de la lección de vida que trae.
Si los otros no te comprenden: haz esfuerzos para que en ti la comprensión cada día sea más y mejor.
Si la humillación te desestabiliza, te abate: levanta los ojos hacia Cristo humillado y procura seguirle en tu camino.
Si el dolor te daña y el sufrimiento te postra: sigue al pie de la letra el consejo de Jesús: «Carga con tu propia cruz y síguele. Hallarás el descanso y la paz».Si estás enfermo: piensa en quienes, de verdad, sufren sin Esperanza...
Si en tu interior hay paz y esperanza: cántale a la vida y dale gracias a Dios. Si, por el contrario, la angustia y la tristeza anidan en tu interior: pon tu alma de rodillas, levanta la mente y pide ayuda al Padre.
