sermon sobre el perdon y sus beneficios

picoro

Miembro senior
3 Abril 2024
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Vivimos en una sociedad egoísta que se centra en ella misma, y que desconoce y desatiende casi por completo el perdón. Hemos caído tan bajo en la impiedad que consideramos débiles a las personas que perdonan, en tanto que las que se niegan a perdonar son consideradas fuertes.
Nuestra cultura exalta y celebra a los héroes de la televisión que toman venganza contra otros. El resultado que esto produce es una sociedad llena de resentimiento, venganza, ira, odio, y hostilidad
Se nos ordena perdonar a otros como Dios nos ha perdonado. El no hacerlo acarreara por lo menos cuatro resultados desagradables. El primero es que la falta de perdón encierra al cristiano tras las rejas del pasado. La falta de perdón mantiene vivo el dolor y deja la herida abierta impidiendo que esta sane. Insistir en los agravios sufridos alimenta el resentimiento, y la ira, lo cual sutrae la alegría de vivir. Por el contrario, el perdón abre las puertas de la prisión del pasado y libera al creyente.
En segundo lugar, la falta de perdón produce amargura. Cuanto mas tiempo permanezca el creyente aferrado a las ofensas que han cometido contra el, mas amargura tendrá en su vida.
La amargura distorciona toda la percepción que tiene una persona produciendo emociones violentas, intolerancia y pensamientos vengativos. El perdón por el contrario cambia la amargura por el amor, la alegría, la paz y demás frutos del Espiritu.
No es exagerado afirmar que gran parte del terreno que Satanas gana en nuestra vida se debe a la falta de perdón. Si en el amor se cumple la ley respecto al prójimo, la falta de perdón infringe esa misma ley, pues es lo mismo que la falta de amor. El perdón impide que cualquier ataque demoniaco avance en nuestra vida.
En cuarto lugar, la falta de perdón estorba nuestra comunión con Dios. Nuestro Señor nos advirtió con vehemencia “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonara también a vosotros vuestro Padre celestial, mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonara vuestras ofensas”
Es un asunto muy serio saber que no podemos estar bien con Dios en tanto que no perdonemos a otros. La importancia del perdón es un tema presente en todas las Escrituras. En la biblia existen por lo menos setenta y cinco ilustraciones diferentes acerca del perdón.
Existe una gran diferencia entre leer las escrituras y comprender intelectualmente la importancia del perdón y poner en practica en la vida cotidiana el perdón, poner en practica las verdades de las Escrituras nos impulsa hacia la madurez espiritual
Resulta necesario anotar ocho principios básicos acerca de la doctrina del perdón.
El primero determina que no solo el asesinato esta prohibido por el sexto mandamiento que dice “no mataras” sino también la ira, y la falta de perdón. Cristo le dio un sentido mucho mas amplio al mandamiento cuando dijo “oísteis que fue dicho a los antiguos “no mataras, y cualquiera que matare será culpable de juicio” Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio, y cualquiera que diga necio a su hermano será culpable ante el concilio, y cualquiera que le diga fatuo quedara expuesto al fuego del infierno. Cuando Dios establecio el mandamiento de no matar también prohibio el odio, la malicia, la ira, la venganza, y la falta de perdón hacia cualquier persona.
Nos resulta fácil perdonarnos y disculparnos a nosotros mismos. Es en extremo egoísta no extender ese mismo perdón hacia las otras personas que nos ofenden. El egoísmo también nos lleva a exagerar las faltas de quienes nos ofenden. Por el contrario, las personas humildes y desprendidas de todo egoísmo ven las ofensas cometidas contra ellas como algo insignificante
Todo pecado atenta en ultimas instancias contra Dios mismo
Nadie puede llegar a ofendernos tanto como cada uno de nosotros ha ofendido a Dios, sin embargo el en su gracia nos perdona. Los creyentes que rehúsan perdonar a otros son como el siervo malvado de la parábola de Jesus en mateo 18 que aunque el rey le perdono una gran deuda que era incapaz de pagar, el malvado siervo se negó a personar a otro siervo una deuda pequeña y por no perdonar el rey no lo perdono
El tercer principio establece que quienes se niegan a perdonar a otros tampoco recibirán el perdón de Dios
Cuando alguien nos ofende e incurre en una deuda con nosotros deberíamos recordar que también nosotros tenemos deudas con otras personas. Todos hemos recibido favores espirituales de otras personas que jamas podríamos pagar, y por lo tanto estamos en deuda con ellas.
Todos los que tenemos deudas tan grandes y con tantas personas debemos ser prontos para perdonar a otros que nos deben
 
Perdonar debería ser la prioridad. Hay que hacerlo tanto como sea posible. Un mundo basado en el perdón, el diálogo y la reconciliación sería mejor que un mundo basado en la venganza, el odio y la hostilidad.

Pero para perdonar más y mejor; quizás sea necesario saber antes si hay arrepentimiento en los otros.