La corrupcion del mundo no se retrasara y sus tinieblas no se iluminaran a menos que el pueblo de Dios sea su sal y su luz. Un rayo de luz conseguirá poco, pero cuando se une con otros rayos se origina una gran luz.
Cristo es la fuente de neustro sabor y de nuestra luz. El es “aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre” El Señor expreso “entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo” Juan 9:5
Pero ahora que el ha dejado el mundo, su luz viene al mundo a través de aquellos a quienes El ilumino. Pablo dice “en otros tiempos erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor, andad como hijos de luz” Efesios 5:8 “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” Colonienses 1:13
No podemos influir en el mundo para Dios cuando nosotros mismos somos mundanos. No podemos proporcionar luz al mundo si nosotros regresamos a lugares y caminos de tinieblas
Ser sal
Con frecuencia a los soldados romanos se les pagaba con sal, y fue de esa costumbre que se origino la expresión “no vale el salario que recibe”
En numerosas maneras los oyentes de Jesus, fueran griegos, romanos o judíos, habían entendido que la sal de la tierra representaba un bien valioso, ellos sabían que Jesus les estaba diciendo a sus seguidores que tenían una función muy importante en el mundo.
Los cristianos debemos ejemplificar las normas divinas de justicia en pensamiento palabra y acciones, guardándonos “sin mancha del mundo” Santiago 1:27
Otros recalcan la característica del sabor. Es decir, los cristianos debemos añadir sabor divino al mundo. Asi como muchos alimentos son insípidos sin sal, el mundo es monótono y sin sabor sin la presencia de cristianos. Incluso alguien ha manifestado “Los cristianos no tenemos derecho a estar aburridos. Nuestra función es añadir sabor y emoción al mundo. Los cristianos son un medio de Dios para bendecir a la humanidad, incluso a los no creyentes, tal como El manda su sol y su lluvia por igual a justos e impíos
Debido a que la sal pica cuando se pone en una herida, algunos intepretes afirman que los cristianos deben hacer arder al mundo, pincharles la conciencia e incomodarlo en la presencia del santo evangelio de Dios.
A menudo la iglesia se preocupa tanto tratando de agradar, atraer, y excusar, que su testimonio contra el pecado se encuentra oculto, ausente, perdido. Podriamos estar tan preocupados con no ofender a otros, que no los confrontamos con su condición perdida y su necesidad desesperada de ser salvos del pecado. Un evangelio que no confronta el pecado no es el evangelio de Jesucristo
Los Cristianos deben ser puros, deben ser fieles a la palabra de Dios, aunque esta arda, y sus vidas deben producir una sed por Dios en aquellos que no quieren conocerlo
Cristo es la fuente de neustro sabor y de nuestra luz. El es “aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre” El Señor expreso “entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo” Juan 9:5
Pero ahora que el ha dejado el mundo, su luz viene al mundo a través de aquellos a quienes El ilumino. Pablo dice “en otros tiempos erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor, andad como hijos de luz” Efesios 5:8 “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” Colonienses 1:13
No podemos influir en el mundo para Dios cuando nosotros mismos somos mundanos. No podemos proporcionar luz al mundo si nosotros regresamos a lugares y caminos de tinieblas
Ser sal
Con frecuencia a los soldados romanos se les pagaba con sal, y fue de esa costumbre que se origino la expresión “no vale el salario que recibe”
En numerosas maneras los oyentes de Jesus, fueran griegos, romanos o judíos, habían entendido que la sal de la tierra representaba un bien valioso, ellos sabían que Jesus les estaba diciendo a sus seguidores que tenían una función muy importante en el mundo.
Los cristianos debemos ejemplificar las normas divinas de justicia en pensamiento palabra y acciones, guardándonos “sin mancha del mundo” Santiago 1:27
Otros recalcan la característica del sabor. Es decir, los cristianos debemos añadir sabor divino al mundo. Asi como muchos alimentos son insípidos sin sal, el mundo es monótono y sin sabor sin la presencia de cristianos. Incluso alguien ha manifestado “Los cristianos no tenemos derecho a estar aburridos. Nuestra función es añadir sabor y emoción al mundo. Los cristianos son un medio de Dios para bendecir a la humanidad, incluso a los no creyentes, tal como El manda su sol y su lluvia por igual a justos e impíos
Debido a que la sal pica cuando se pone en una herida, algunos intepretes afirman que los cristianos deben hacer arder al mundo, pincharles la conciencia e incomodarlo en la presencia del santo evangelio de Dios.
A menudo la iglesia se preocupa tanto tratando de agradar, atraer, y excusar, que su testimonio contra el pecado se encuentra oculto, ausente, perdido. Podriamos estar tan preocupados con no ofender a otros, que no los confrontamos con su condición perdida y su necesidad desesperada de ser salvos del pecado. Un evangelio que no confronta el pecado no es el evangelio de Jesucristo
Los Cristianos deben ser puros, deben ser fieles a la palabra de Dios, aunque esta arda, y sus vidas deben producir una sed por Dios en aquellos que no quieren conocerlo