Re: Seis dias trabajaras...
Estimado semillita. Saludos cordiales.
Tú dices:
Gabriel
saludos
Es bueno y necesario obedecer a Dios antes que a los hombres, por eso si ves en Romanos 14 te dice claramente la Inspiración de su Santo Espíritu, que en cuestiones de días y comidas no estemos discutiendo para no ser tropiezo a los demás ¿eres fuerte o debil?
No esten increpando a los hermanos Nadie nos juzgue en comidas ni bebidas ni por días de reposo
¿obedecerás?
Ya no estamos bajo la Ley
Respondo: Yo no te juzgo ni en comida ni bebida, tampoco en días de reposo, es Dios quién nos va a juzgar por lo que señala su Palabra: "Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero." Juan 12:47,48
Cada hombre será juzgado por su propia vida. «…y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras» (Mateo 16:27). «Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo» (2 Corintios 5:10).
La Bíblia es la autoridad en el cristianismo porque nos dice qué hacer para ser salvo. «Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego» (Romanos 1:16). «Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen» (Hebreos 5:9).
También debes notar que "Pablo recomienda que "nadie os juzgue en comida o en bebida...", como queriendo decir que el cristiano puede comer y beber cualquier cosa, y ése es el sentido que generalmente les da la cristiandad a estas palabras. Sin embargo, en Hechos 15:19, 20 se prohíbe a los cristianos comer sangre y animales ahogados. ¿Debe o no debe un cristiano apartarse de sangre y de ahogado, a pesar de lo que dice Colosenses 2? Si debe, entonces lo que Pablo escribe a los colosenses ha de tener un significado diferente del de un consejo alimentario, o de lo contrario estaríamos ante una insalvable contradicción.
La clave para entender el asunto está en las palabras que siguen: "...o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o sábados. Todo esto es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo" (Col. 2:16, 17). ¿Qué comidas y bebidas estaban relacionadas con el sacrifico de Cristo? En el AT se prescribe el consumo de ciertos alimentos durante las fiestas anuales, en tanto prohíben otros (Éx. 12:8, 9; Lev. 23:6, 13-15). Estas fiestas estaban ligadas a sacrificios que prefiguraban la muerte de Cristo y, por tanto, eran "sombra de los bienes venideros" (Heb. 10:1), y son esas comidas y bebidas las que refiere Pablo. Habiendo muerto Cristo –nuestro pan de vida (Juan 6:51) y nuestra Pascua (1 Cor. 5:7)–, todo rito de comidas relacionado con la salvación queda inutilizado. Por eso es que Pablo vuelve a describir aquel ceremonial como "símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, ya que consiste solo de comidas y bebidas, de diversas purificaciones y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas" (Heb. 9:9, 10).
En Colosenses 2:20, 21 queda aclarado que, además de las indicaciones rituales establecidas por la ley, los judaizantes de Colosas habían agregado otras restricciones a las fiestas. "No tomes en tus manos, no pruebes, no toques" (NVI).
Como hemos visto, sí hay cosas que los cristianos no deben comer (Hech. 15:20). Por esta razón, en Colosenses 2:16 Pablo no se está refriendo a lo que Dios ha indicado al respecto, sino a "mandamientos y doctrinas de hombres" (Col. 2:22) que los judíos habían inventado.
¿Cuáles son, entonces, los "sábados" referidos en Col 2:16? Al igual que ocurre con las "comidas" y las "bebidas", los "sábados" aquí mencionados son precisamente aquellos que se introdujeron como ritos que prefiguraban la inmolación de Cristo. Estos reposos coincidían con la Pascua, la fiesta de los panes sin levadura, la fiesta de las Semanas, la fiesta de las Trompetas, el Día de la Expiación y la fiesta de los Tabernáculos. Como puede apreciarse de la lectura de Levítico 23, estos sábados no coincidían con el séptimo día de la semana, sino con "el primer día" (vers. 7, 24, 35,39) u "octavo día" (vers. 36, 39), y hasta con el "décimo día" (vers. 27). De modo que son estos los "sábados" aludidos como sombras de Cristo, y no el séptimo día, que es memorial de la Creación (Éx. 20:8-11).
Como el sábado semanal fue instituido en el Edén, no es una sombra del sacrifico de Jesús. Por tanto, Colosenses 2:16 no desvirtúa el cuarto mandamiento, ni las restricciones en cuanto a alimentación.
Thomas Watson, teólogo y comentarista anglicano, publicó hacia 1692 una obra intitulada A Body of Practical Divinity, en la que incluye una esmerada apología del decálogo. En esta obra explica que "el mandamiento de guardar el Sábado no fue abrogado con la ley ceremonial, pues es puramente moral, y la observancia de éste debe continuar hasta el fin del mundo".
Matthew Henry nos aclara a qué ley se refiere Pablo en Colosenses 2:16:
Debe entenderse la ley ceremonial, el manuscrito de ordenanzas, las instituciones o la ley de mandamientos referida a ordenanzas (Ef. 2:15), que fue un yugo para los Judíos y un muro de división para los Gentiles. El Señor Jesús la quitó, clavándolo en la cruz; es decir, anuló su obligación, para que todos pudieran ver y estar satisfechos de que ya no era obligatoria. Cuando la sustancia vino, las sombras se fueron. Fue abolida (2 Co 3.13), y lo que decae y se envejece está listo para desaparecer, Heb 8:13).
Charles Hodge, tras analizar pasajes como Rom. 14:5 y Col. 2:16, responde a los que se oponen a la vigencia del sábado: "Estos [pasajes] no se refieren al Sábado semanal, que fue observado desde la creación, y que los Apóstoles mismos introdujeron y perpetuaron en la Iglesia Cristiana". Así que fue la doctrina protestante la que enseñó que el sábado semanal no quedaba abrogado por las cartas de Pablo." (Aporte de Giovanni Cabrera)
Bendiciones,
Luego todo Israel será salvo.