Me gusta tu aporte, sammyrpc.
Consideremos ahora que nos enseña la Biblia sobre este tema del pecado.
El apóstol Juan dice: “Todo aquel que permanece en él (en Cristo), no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido” (1 Juan 3:6) Ok, vamos a buscar el sentido a este versículo, y vamos a conectarlo con otros versículos, pues como dice el Salmo 119:160; “La suma de tu palabra es verdad” es decir, un versículo, con otro que dicen lo mismo es lo que revela la verdad.
“Todo aquel que permanece en él”, esto es igual, a todo el que persevera en las enseñanzas y en el camino abnegado de Jesús. Recuerda esa enseñanza en Juan 15:5 dice: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” Aquí se nos habla de permanecer. El que no permanece en él, no puede hacer nada para vencer, pues estará luchando con su propia fuerza, y el poder del pecado es más poderoso que el poder humano, por lo cual se necesita un poder superior, que solo Cristo puede ofrecer en nuestra permanencia a él. Que dice 1 Juan 5:18 “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.” Juan dice que el que ha sido engendrado por Dios, le guarda, ¿de que le guarda?, de pecar. Judas versículo 24 “Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros din mancha delante de su gloria con gran alegría...” Dios es muy poderoso para guardarnos sin caída. También se nos dice más enfáticamente en 1 Juan 3:9; “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.” El que ha experimentado el nuevo nacimiento después de su debido arrepentimiento, tendrá el germen de la vida, es decir la simiente incorruptible lo cual no le permite pecar. Uno de los motivos por los que un cristiano no puede pecar es porque ha nacido de Dios, y lo que ha nacido de Dios no practica el pecado. Si conectamos esta línea de pensamientos con lo que el autor de Hebreos quería decir, encontraremos unas verdades que han estado ocultas por mucho tiempo. Hebreos 10:26 dice: “ Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados” ¿Qué significa eso de que ya no quedan más sacrificios por los pecados? Oh, esto parece muy fuerte. Bueno, es importante que tengamos en mente que para el Autor de Hebreos el pecado era algo HORRIBLE, HORROROSO.
Estoy consiente que esto tiene mucho peso, y que te sentirás un poco confrontado por todas estas evidencias bíblicas, a mí siempre me confronta este conocimiento, pero es vital que lo entendamos tal como es. Te noto muy interesado y te voy a explicar más, pues no quiero que quedes con dudas.
Exodo 20:20 dice: “...para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que no pequéis”
Si no tenemos un concepto del pecado, estaremos buscando justificaciones y excusas para crear una licencia para pecar. No podemos caer en confesión derrotista de Romanos 7, pues esta no ha de ser la experiencia del cristiano, pues aun el Apóstol Pablo lo explica bien. Lee el capitulo 6, este capitulo habla sobre estar muertos al pecado, y si estamos muertos al pecado, nuestros estímulos están muertos también, por lo tanto ya no obedecemos al Señorío del pecado. El cristiano tiene que aprender a vivir en la Ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús. Romanos 7 es la experiencia del pasado de Pablo, cuando la ley manifestó su pecaminosidad. En otras palabras, Pablo fue condenado por la ley, “yo no conocí el pecado sino por la ley”. El objetivo de la ley es manifestar la pecaminosidad del hombre. Pablo tuvo esa experiencia cuando empezó a ser confrontado con su pecaminosidad. Lee este capítulo con el pensamientos de que Pablo está siendo despertado para que vea su necesidad de Cristo. La ley es santa, justa y buena, pero no-salva, lo único que hace es condenar, y esta era la lucha continua que Pablo tenia; El veía que había un poder que lo subyugaba, pero que la ley no le liberaba, solo le mostraba cada vez más su pecaminosidad. Pablo necesitaba un poder superior que lo liberara de esa condición. Ahora entenderás el capitulo 8, pues es la solución para la situación de Pablo que vivía bajo la condena de la ley, sin tener el poder para vencer, por esto luego afirma “porque si vivís conforme a la carne moriréis; mas si por el Espíritu, hacéis morir las obras de la carne, viviréis”
Cuando en Juan 8 le trajeron a Jesús a la mujer adúltera, él no la condenó, pero le dijo “vete y no peques más”
Como testimonio personal de un amigo, él pretendía ser Cristiano pero practicaba el pecado, ya sea en sus diferentes y multifacéticas formas, y su autojustificación para no ponerse un listón más alto, era la supuesta vida frustrada de Pablo en Romanos 7, lo cual no es correcto.
Hebres 12:4 dice; “Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;”
Sabes, Dios nos conoce, y a Dios lo que le interesa en la actitud de nuestro corazón, él los pesa y juzga con justicia, por lo tanto si no luchamos por vivir en santidad, (apartados para él) y si no luchamos contra el pecado, este nos alcanzara y nos matara. En Gálatas 5:19-21, se nos describe la lista de los pecados que llevan a una persona a la muerte eterna, y por eso dice Pablo que los que practican tales cosas no heredarán el Reino de Dios. Tenemos que tomar muy en serio lo que es el pecado. No lo veamos como algo que nos daña solamente a nosotros mismo, sino como algo que parte, o quebranta el mismo corazón de Dios. El pecado es quebrantar la ley de Dios voluntariamente, por lo tanto es quebrantar el corazón de Dios. No somos perfectos, pero luchamos por serlo. ¿Se puede vivir sin pecado un minuto?, Si, entonces vivamos minuto a minuto, todo por amor al que se hizo nuestros pecados en la cruz. Cristo se hizo lo que eramos nosotros, para que fuésemos hechos como era él, Santo.
Claro que Jesús dijo que el Espíritu a la verdad esta dispuesto, pero la carne es débil, pues esta sujeta a debilidad por consecuencia de las maldiciones que recayeron por el pecado. Pero Jesús nos da el antídoto, Orar, velar y permanecer en él. Repito, no solo depende de nosotros, Dios no nos deja solos en esta lucha constante, nos da herramientas y recursos, nos da su gracia, nos da su palabra, nos da a Su Espíritu el cual mora en nosotros.
La carne no tiene por que arrastrarnos si la tenemos sometida al poder del Espíritu, pues ya ha sido crucificando con sus pasiones y deseos como dice Pablo en Gálatas 5:24; “Pero lo que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”
Bueno, hay mucho mas por compartir pero vamos paso a paso.
Te quiero hermano en el Señor, animo y tengamos contacto para edificarnos en la sana doctrina de nuestro Señor Jesucristo.