SAN ANTONIO DE PADUA / SANTO MUNDIAL / EJEMPLO DE SANTIDAD

abel34

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16 Abril 2000
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Hermanos, sabemos que el ejemplo de vida de un hombre que confiesa a nuestro Señor Jesucristo y vive en función de EL, es muy importante para alcanzar la eterna vida en EL mismo. Por esta razón les presento a continuación aspectos de la vida de SAN ANTONIO DE PADUA, ejemplo de santidad. Esta presentación se realiza gracias al trabajo realizado por Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.

SAN ANTONIO DE PADUA.
PARTE II

Antonio de Padua
Fiesta: 13 de junio
Fraile franciscano, Doctor de la Iglesia (1195-1231)


PARTE II

Además de la misión de predicador, se le dio el cargo de lector en teología entre sus hermanos. Aquella fue la primera vez que un miembro de la Orden Franciscana cumplía con aquella función. En una carta que, por lo general, se considera como perteneciente a San Francisco, se confirma este nombramiento con las siguientes palabras: “Al muy amado hermano Antonio, el hermano Francisco le saluda en Jesucristo. Me complace en extremo que seas tú el que lea la sagrada teología a los frailes, siempre que esos estudios no afecten al santo espíritu de plegaria y devoción que está de acuerdo con nuestra regla”. Sin embargo, se advirtió cada vez con mayor claridad que, la verdadera misión del hermano Antonio estaba en el púlpito. Por cierto que poseía todas las cualidades del predicador: ciencia, elocuencia, un gran poder de persuasión, un ardiente celo por el bien de las almas y una voz sonora y bien timbrada que llegaba muy lejos. Por otra parte, se afirmaba que estaba dotado con el poder de obrar milagros y, a pesar de que era de corta estatura y con cierta inclinación a la corpulencia, poseía una personalidad extraordinariamente atractiva, casi magnética. A veces, bastaba su presencia para que los pecadores cayesen de rodillas a sus pies; parecía que de su persona irradiaba la santidad. A donde quiera que iba, las gentes le seguían en tropel para escucharle, y con eso había para que los criminales empedernidos, los indiferentes y los herejes, pidiesen confesión. Las gentes cerraban sus tiendas, oficinas y talleres para asistir a sus sermones; muchas veces sucedió que algunas mujeres salieron antes del alba o permanecieron toda la noche en la iglesia, para conseguir un lugar cerca del púlpito. Con frecuencia, las iglesias eran insuficiente para contener a los enormes auditorios y, para que nadie dejara de oírle, a menudo predicaba en las plazas públicas y en los mercados. Poco después de la muerte de San Francisco, el hermano Antonio fue llamado, probablemente con la intención de nombrarle ministro provincial de la Emilia o la Romagna. En relación con la actitud que asumió el santo en las disensiones que surgieron en el seno de la orden, los historiadores modernos no dan crédito a la leyenda de que fue Antonio quien encabezó el movimiento de oposición al hermano Elías y a cualquier desviación de la regla original; esos historiadores señalan que el propio puesto de lector en teología, creado para él, era ya una innovación. Más bien parece que, en aquella ocasión, el santo actuó como un enviado del capítulo general de 1226 ante el Papa, Gregorio IX, para exponerle las cuestiones que hubiesen surgido, a fin de que el Pontífice manifestara su decisión. En aquella oportunidad, Antonio obtuvo del Papa la autorización para dejar su puesto de lector y dedicarse exclusivamente a la predicación. El Pontífice tenía una elevada opinión sobre el hermano Antonio, a quien cierta vez llamó “el Arca de los Testamentos”, por los extraordinarios conocimientos que tenía de las Sagradas Escrituras.
Desde aquel momento, el lugar de residencia de San Antonio fue Padua, una ciudad donde anteriormente había trabajado, donde todos le amaban y veneraban y donde, en mayor grado que en cualquier otra parte, tuvo el privilegio de ver los abundantísimos frutos de su ministerio. Porque no solamente escuchaban sus sermones multitudes enormes, sino que éstos obtuvieron una muy amplia y general reforma de conducta. Las ancestrales disputas familiares se arreglaron definitivamente, los prisioneros quedaron en libertad y muchos de los que habían obtenido ganancias ilícitas las restituyeron, a veces en público, dejando títulos y dineros a los pies de San Antonio, para que éste los devolviera a sus legítimos dueños. Para beneficio de los pobres, denunció y combatió el muy ampliamente practicado vicio de la usura y luchó para que las autoridades aprobasen la ley que eximía de la pena de prisión a los deudores que se manifestasen dispuestos a desprenderse de sus posesiones para pagar a sus acreedores. Se dice que también se enfrentó abiertamente con el violento duque Eccelino para exigirle que dejase en libertad a ciertos ciudadanos de Verona que el duque había encarcelado. A pesar de que no consiguió realizar sus propósitos en favor de los presos, su actitud nos demuestra el respeto y la veneración de que gozaba, ya que se afirma que el duque le escuchó con paciencia y se le permitió partir, sin que nadie le molestara.
Después de predicar una serie de sermones durante la primavera de 1231, la salud de San Antonio comenzó a ceder y se retiró a descansar, con otros dos frailes, a los bosques de Camposampiero. Bien pronto se dio cuenta de que sus días estaban contados y entonces pidió que le llevasen a Padua. No llegó vivo más que a los aledaños de la ciudad. El 13 de junio de 1231, en la habitación particular del capellán de las Clarisas Pobres de Arcella recibió los últimos sacramentos. Entonó un canto a la Stma. Virgen y sonriendo dijo: “Veo venir a Nuestro Señor” y murió. Era el 13 de junio de 1231. La gente recorría las calles diciendo: “¡Ha muerto un santo! ¡Ha muerto un santo!.Al morir tenía tan sólo treinta y cinco años de edad. Durante sus funerales se produjeron extraordinarias demostraciones de la honda veneración que se le tenía. Los paduanos han considerado siempre sus reliquias como el tesoro más preciado.
San Antonio fue canonizado antes de que hubiese transcurrido un año de su muerte; en esa ocasión, el Papa Gregorio IX pronunció la antífona “O doctor optime” en su honor y, de esta manera, se anticipó en siete siglos a la fecha del año 1946, cuando el Papa Pío XII declaró a San Antonio “Doctor de la Iglesia”. Se le llama el “Milagroso San Antonio” por ser interminable lista de favores y beneficios que ha obtenido del cielo para sus devotos, desde el momento de su muerte. Uno de los milagros mas famosos de su vida es el de la mula: Quiso uno retarle a San Antonio a que probase con un milagro que Jesús está en la Santa Hostia. El hombre dejó a su mula tres días sin comer, y luego cuando la trajo a la puerta del templo le presentó un bulto de pasto fresco y al otro lado a San Antonio con una Santa Hostia. La mula dejó el pasto y se fue ante la Santa Hostia y se arrodilló.
Iconografía: Por regla general, a partir del siglo XVII, se ha representado a San Antonio con el Niño Jesús en los brazos; ello se debe a un suceso que tuvo mucha difusión y que ocurrió cuando San Antonio estaba de visita en la casa de un amigo. En un momento dado, éste se asomó por la ventana y vio al santo que contemplaba, arrobado, a un niño hermosísimo y resplandeciente que sostenía en sus brazos. En las representaciones anteriores al siglo XVII aparece San Antonio sin otro distintivo que un libro, símbolo de su sabiduría respecto a las Sagradas Escrituras. En ocasiones se le representó con un lirio en las manos y también junto a una mula que, según la leyenda, se arrodilló ante el Santísimo Sacramento que mostraba el santo; la actitud de la mula fue el motivo para que su dueño, un campesino escéptico, creyese en la presencia real. San Antonio es el patrón de los pobres y, ciertas limosnas especiales que se dan para obtener su intercesión, se llama “pan de San Antonio”; esta tradición comenzó a practicarse en 1890. No hay ninguna explicación satisfactoria sobre el motivo por el que se le invoca para encontrar los objetos perdidos, pero es muy posible que esa devoción esté relacionada con un suceso que se relata entre los milagros, en la “Chronica XXIV Generalium” (No. 21): un novicio huyó del convento y se llevó un valioso salterio que utilizaba San Antonio; el santo oró para que fuese recuperado su libro y, al instante, el novicio fugitivo se vio ante una aparición terrible y amenazante que lo obligó a regresar al convento y devolver el libro. En Padua hay una magnífica basílica donde se guardan sus restos mortales.
BIBLIOGRAFÍA
Butler, Vida de los Santos.
Salesman, P. Eliécer, Vidas de los Santos.
Sgarbossa, Mario y Luigi Giovannini - Un Santo Para Cada Día



Esta página es obra de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.
 
El que cree en el Hijo TIENE vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.(Palabras de Jesús en Juan 3:36)

De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, TIENE VIDA ETERNA; y no vendrá a condenación, mas HA PASADO de muerte a vida.(Palabras de Jesús en Juan 5:24)


Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y YO LES DOY VIDA ETERNA; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.(Palabras de Jesús en Juan 10:28)


Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, PARA QUE SEPÁIS QUE TENÉIS VIDA ETRNA, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.( 1 Juan 5:13)

ESTAS CITAS BIBLICAS SE HALLAN EN LA PALABRA DE DIOS, EN ELLA ENCONTRARAS A JESUS,EL VERDADERO Y UNICO EJEMPLO A SEGUIR, EL UNICO SIN PECADO.

SI ENTREGAS TU VIDA A CRISTO RECIBIRAS EL DON DE LA SALVACION Y LA VIDA ETERNA.
 
JESUS, EL MEJOR EJEMPLO A SEGUIR

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.(Hebreos 12:1-2)

Esto que estoy haciendo, ¿lo haría Jesús?
Si Jesús volviera en este preciso momento, ¿me gustaría que me encontrara haciendo lo que hago?
Lo que estoy haciendo, ¿a quien glorifica, a mi mismo, a otro o a Dios?

Estas y muchas otras preguntas, deberían de salir de lo más hondo de nuestro ser, cada vez que emprendemos una acción. Quizá más de uno se preguntará: ¿no es poner el listón demasiado alto?, ¿cómo voy a parecerme a Jesús, si yo soy pecador y Él es Dios?. Hemos de pensar, sin embargo, cuál es la voluntad de Dios:” Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. “(Romanos 8:29).
La palabra de Dios nos muestra la historia de cientos de personajes, unos más resaltados, otros menos, y sin embargo, es notable que Dios quiera que nos parezcamos a Su Hijo, no a cualquier personaje bíblico; ¿se han preguntado por qué?, la Biblia misma nos da la respuesta, ya que si nos fijamos en un ser pecador, fácilmente nos escudaremos en sus debilidades y caídas; sin embargo Dios quiere que seamos perfectos y santos (1 Pedro 1:16, Mateo 5:48) y que nos fijemos en Su perfección como meta; ¿acaso el atleta de salto de altura pone el listón de un aficcionado?, no, él quiere llegar al record.
¿Cuál pues ha de ser nuestro record?: El que nos marcó Cristo, Él ha de ser nuestro verdadero ejemplo , y nuestra mejor meta a lograr el parecernos cada día un poco más a Él.
Acudamos pues al trono de la Gracia y pidamos ser cada día algo más iguales a Cristo, nuestro Señor, Salvador y Dios; y digamos como Pablo: Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.(1 Corintios 11:1)

No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.(Biblia Dios Habla Hoy, Romanos 12:2)

Mari Paz (Agosto 2000)
 
Hermanos:

Por error
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involuntario no manifeste que esta es la parte II y final de la apertura concerniente a San Antonio de Padua.

Que Cristo los bendiga
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