"SABIA USTED QUE!... # 1

21 Marzo 2000
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Sabía Usted Que!... #1

Sabía usted qué!... Es una serie de temas cortos para enriquecer sus conocimientos en la palabra de Dios. por: Manuel Bermudez

"Su lealtad"

"Más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás." (Gén. 2: 17).

Sabia Ud, Que!...
En el Edén, Dios le dijo a Adán acerca del árbol del conocimiento: "El día que de él comieres, ciertamente morirás. Entonces la serpiente dijo a la mujer: no moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vues- tros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal" (Gén. 2: 17; 3: 4-5).

Sabia Ud, Que!...
Nuestros primeros padres, a pesar de que fueron creados inocentes y santos, no fueron colocados fuera del alcance del pecado. . . Debían gozar de la comunión de Dios y de los santos ángeles; pero antes de darles seguridad eterna, era menester que su lealtad se pusiese a prueba. En el mismo principio de la existencia del hombre se le puso freno al egoísmo, la pasión fatal que motivó la caída de Satanás. El árbol del conocimiento, que estaba cerca del árbol de la vida, en el centro del huerto, había de probar la obediencia, la fe y el amor de nuestros primeros padres. Aunque se les permitía comer libremente del fruto de todo otro árbol del huerto, se les prohibía comer de éste, so pena de muerte. También iban a estar expuestos a las tentaciones de Satanás; pero si soportaban con éxito la prueba, serían colocados finalmente fuera del alcance de su poder, para gozar del perpetuo favor de Dios.
Dios pudo haber creado al hombre incapaz de violar su ley; pudo haber detenido la mano de Adán para que no tocara el fruto prohibido, pero en ese caso el hombre hubiese sido, no un ente moral libre sino un mero autómata. Sin libre albedrío, su obediencia no habría sido voluntaria, sino forzada. No habría sido posible el desarrollo de su carácter. . . Hubiese sido indigno del hombre como ser inteligente, y hubiese dado base a las acusaciones de Satanás, de que el gobierno de Dios era arbitrario.
Dios hizo al hombre recto; le dio nobles rasgos de carácter, sin inclinación hacia lo malo. Le dotó de elevadas cualidades intelectuales, y le presentó los más fuertes atractivos posibles para inducirle a ser constante en su lealtad. La obediencia, perfecta y perpetua, era la condición para la felicidad eterna. Cumpliendo esta condición, tendría acceso al árbol de la vida.

Sabía Usted que ..!
En desarmonía con la naturaleza de Dios, desobedeciendo a las demandas de su ley, nada sino la destrucción estaba delante de la raza humana. Puesto que la ley divina es tan inmutable como el carácter de Dios, no podía haber esperanza para el hombre a menos que, en alguna forma, se pudiera idear algo por lo cual pudiera ser perdonada su transgresión, renovada su naturaleza y restaurado su espíritu para reflejar la imagen de Dios. El amor divino había concebido un plan tal. Cristo estuvo con Dios en la obra de la creación. Era uno con Dios, igual al Eterno. Sólo él, el Creador del hombre, podía ser su Salvador. Nadie sino Cristo podía redimir al hombre de la maldición de la ley. Cristo se propuso llegar hasta los abismos de la degradación y del dolor del hombre y restaurar al alma arrepentida y creyente a la armonía con Dios. Cristo, el Cordero muerto desde la fundación del mundo, se ofreció como sacrificio y sustituto para los caídos hijos de Adán.

Sabía Usted que ..! Dios nunca dejará de amarlo.


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