PROBLEMAS DEL PREDICADOR
(Cuarteta)
El Señor dijo a sus hijos
ayuden a sus hermanos,
denles el pan y el abrigo
y tráiganlos a mis manos.
Muéstrenle con la Palabra
su error y su pecado,
así no tendrán la paga,
junto con los malvados.
Enseñenles el camino,
puro de la salvación;
traedlos a todos conmigo,
a morar aquí en Sión.
Profetas y predicadores
salen, siembran la semilla;
se gozan en sus labores
y en la Palabra de Vida.
Siembran sin descansar,
a toda hora del dia;
de noche también es su afán
y el Maestro es su guía.
Siembran en todo terreno,
en tierra mala y buena,
porque saben que el Eterno
puede ablandar las piedras.
Pero la gente rechaza
La Palabra que los salva,
y pocos son los que abrazan
el Evangelio que guarda.
Rechazan por su tradición
la Palabra de Jesús,
y creen que su religión
ya no necesita más luz.
Dicen seguir al Señor,
y poco se lee la Biblia;
cambian los dichos de Dios
por fábulas y mentiras.
Por cambios que ha hecho el hombre,
mas no lo dijo el Maestro,
por quienes dicen ser nobles
se emiten esos decretos.
Quizás al leer este texto
tu me concedas razón,
pero si toco lo vuestro,
dirás que estoy en error.
A lo mejor tú prefieras
palabras suaves y blandas,
de esas que hay por doquiera,
desviando todas las almas.
Mejor detén tu lectura
si crees que vas a leer,
palabras de pastor o cura
que digan: Todo va bien.
Yo nací en mi religión,
dice un discípulo errado;
yo no cambio el patrón
que mis padres me han trazado.
Mi religión es verdadera,
fue la que Cristo fundó;
tiene la verdad eterna,
la que el Maestro enseñó.
Yo no dejo de adorar
imágenes y a María,
aunque al leer llegue a notar
que estoy en idolatría.
No dejaré de guardar
el sábado santo de Dios,
aunque Pablo al predicar
de esto al gentil absorbió.
Los diezmos yo llevaré
a los pies de mi pastor,
porque no me cogeré
la parte que es para Dios.
El pastor es el levita
de estos tiempos modernos,
porque él es quien más predica,
mientras yo descanso y duermo.
Al Cerro Santo yo voy,
A pie y sin comer nada;
ayuno para el Señor,
llevo mis obras contadas.
Rezaré mil Padre Nuestro
y diez mil ave María,
para ir al cielo derecho
a reclamar mi estadía.
Yo solo creo en mi ciencia,
surgimos de la evolución;
no llames torcer conciencia
nuestra gran educación.
Soy licenciado y doctor,
no necesito la Biblia;
vuélvete a tu Señor
y déjame en mis mentiras.
Otros esperan tranquilos
aquel rapto secreto,
que los llevará en camino
al cielo seguro y derecho.
Practican la brujería
y se salen de sus cuerpos,
y creen en un Mesías
de velas, ensalmos e incienso.
Tienen miles de maestros,
creen en la astrología;
se bautizan por los muertos
y les gustan las orgías.
Hacen de los alimentos
mil doctrinas y hasta pecado,
no comen para su sustento
lo que Dios les ha creado.
Dicen que Cristo no es Dios,
tampoco el Espíritu Santo;
ausentes del amor,
vacío y vano es su canto.
A Clubes a ti te invitan
Cuando tienes posición,
pero tu mirada evitan
si no eres del rico adulón.
Solo creen en su logia,
su orgullo es ser un orfelo;
y confían en la victoria
que les da su dios dinero.
Dinero solo necesita
para su felicidad,
y a su prójimo esclaviza
en su afán de tener más.
No es malo la lotería,
ni tomar la prostituta;
esto dicen cada dia,
porque el pecado les gusta.
Mi iglesia tiene profeta,
por eso es verdadera;
todos sus libros respeta,
son la verdad de esta era.
Nos dicen que la pobreza
tenemos que erradicar,
y toda piedra y riqueza
al Vaticano va a parar.
Basílica de San Pedro
Que de oro y plata reboza,
allí se estanca el dinero
de quien se cree una diosa,
Y creen que hablar en lenguas
los hace hijos de Dios,
pero cuando Cristo venga
sabrán quien es su señor.
El político en su discurso
a los pobres va ayudar,
y su gobierno es anuncios
de impuestos para aumentar.
Impuesto que a los ricos
no les hace nunca roncha,
porque ellos con sus trucos
al pobre la carga volcan.
Y así con miles de excusas
Se rechaza el evangelio,
y cada hermano busca
la gloria sin vituperio.
Y creen que va para el cielo
todo muerto de velorio,
con Horas Santas y ruegos
de falsos profetas todos.
Pretenden llegar al cielo
con juegos de azar y mentiras;
allá de blanco es su anhelo,
en la tierra prometida.
Pocos dejan los caminos
de placeres y pecados,
pocos retienen consigo
la verdad de los salvados.
No quieren cambiar de vida,
le temen a la sociedad.
Que dirá nuestra familia
si cambio yo mi pensar?
Cobardes e indecisos
se pierden de esta manera,
y en su pecado enfermizos
la muerte eterna les espera.
Rechazaron la verdad,
y escogen mejor las fábulas;
se visten de impiedad,
no les gusta la Palabra.
Toda una vida entera
se negaron al llamado,
del Espíritu que espera
que nadie sea condenado.
Ojalá no sea tarde
para a Jesús aceptar,
y después busques en balde
sin poderlo ya encontrar.
De que le vale al hombre
tener todo en este mundo,
si allá será él muy pobre
con el infierno seguro.
Y en esa hora querrás
andar el camino santo,
mas tarde tu buscarás
lo que rechazaste tanto.
La Biblia te enseña el camino
y tienes el libre albedrío,
mas Cristo te quiere consigo,
El llenará tu vacío.
Espero opiniones, no importa que sean de quien se sienta aludido.
Lo que acaba de leer el lector es un pequeño fragmento del libro SALID DE ELLA, PUEBLO MIO, de Félix Lantigua Paulino.
Visualice pronto su versión completa en Internet.
[email protected]
Si te identificas con este mensaje, quizás sientas el deseo de llevarle una copia de él a quien lo creas propicio. Ojalá sientas esto.
(Cuarteta)
El Señor dijo a sus hijos
ayuden a sus hermanos,
denles el pan y el abrigo
y tráiganlos a mis manos.
Muéstrenle con la Palabra
su error y su pecado,
así no tendrán la paga,
junto con los malvados.
Enseñenles el camino,
puro de la salvación;
traedlos a todos conmigo,
a morar aquí en Sión.
Profetas y predicadores
salen, siembran la semilla;
se gozan en sus labores
y en la Palabra de Vida.
Siembran sin descansar,
a toda hora del dia;
de noche también es su afán
y el Maestro es su guía.
Siembran en todo terreno,
en tierra mala y buena,
porque saben que el Eterno
puede ablandar las piedras.
Pero la gente rechaza
La Palabra que los salva,
y pocos son los que abrazan
el Evangelio que guarda.
Rechazan por su tradición
la Palabra de Jesús,
y creen que su religión
ya no necesita más luz.
Dicen seguir al Señor,
y poco se lee la Biblia;
cambian los dichos de Dios
por fábulas y mentiras.
Por cambios que ha hecho el hombre,
mas no lo dijo el Maestro,
por quienes dicen ser nobles
se emiten esos decretos.
Quizás al leer este texto
tu me concedas razón,
pero si toco lo vuestro,
dirás que estoy en error.
A lo mejor tú prefieras
palabras suaves y blandas,
de esas que hay por doquiera,
desviando todas las almas.
Mejor detén tu lectura
si crees que vas a leer,
palabras de pastor o cura
que digan: Todo va bien.
Yo nací en mi religión,
dice un discípulo errado;
yo no cambio el patrón
que mis padres me han trazado.
Mi religión es verdadera,
fue la que Cristo fundó;
tiene la verdad eterna,
la que el Maestro enseñó.
Yo no dejo de adorar
imágenes y a María,
aunque al leer llegue a notar
que estoy en idolatría.
No dejaré de guardar
el sábado santo de Dios,
aunque Pablo al predicar
de esto al gentil absorbió.
Los diezmos yo llevaré
a los pies de mi pastor,
porque no me cogeré
la parte que es para Dios.
El pastor es el levita
de estos tiempos modernos,
porque él es quien más predica,
mientras yo descanso y duermo.
Al Cerro Santo yo voy,
A pie y sin comer nada;
ayuno para el Señor,
llevo mis obras contadas.
Rezaré mil Padre Nuestro
y diez mil ave María,
para ir al cielo derecho
a reclamar mi estadía.
Yo solo creo en mi ciencia,
surgimos de la evolución;
no llames torcer conciencia
nuestra gran educación.
Soy licenciado y doctor,
no necesito la Biblia;
vuélvete a tu Señor
y déjame en mis mentiras.
Otros esperan tranquilos
aquel rapto secreto,
que los llevará en camino
al cielo seguro y derecho.
Practican la brujería
y se salen de sus cuerpos,
y creen en un Mesías
de velas, ensalmos e incienso.
Tienen miles de maestros,
creen en la astrología;
se bautizan por los muertos
y les gustan las orgías.
Hacen de los alimentos
mil doctrinas y hasta pecado,
no comen para su sustento
lo que Dios les ha creado.
Dicen que Cristo no es Dios,
tampoco el Espíritu Santo;
ausentes del amor,
vacío y vano es su canto.
A Clubes a ti te invitan
Cuando tienes posición,
pero tu mirada evitan
si no eres del rico adulón.
Solo creen en su logia,
su orgullo es ser un orfelo;
y confían en la victoria
que les da su dios dinero.
Dinero solo necesita
para su felicidad,
y a su prójimo esclaviza
en su afán de tener más.
No es malo la lotería,
ni tomar la prostituta;
esto dicen cada dia,
porque el pecado les gusta.
Mi iglesia tiene profeta,
por eso es verdadera;
todos sus libros respeta,
son la verdad de esta era.
Nos dicen que la pobreza
tenemos que erradicar,
y toda piedra y riqueza
al Vaticano va a parar.
Basílica de San Pedro
Que de oro y plata reboza,
allí se estanca el dinero
de quien se cree una diosa,
Y creen que hablar en lenguas
los hace hijos de Dios,
pero cuando Cristo venga
sabrán quien es su señor.
El político en su discurso
a los pobres va ayudar,
y su gobierno es anuncios
de impuestos para aumentar.
Impuesto que a los ricos
no les hace nunca roncha,
porque ellos con sus trucos
al pobre la carga volcan.
Y así con miles de excusas
Se rechaza el evangelio,
y cada hermano busca
la gloria sin vituperio.
Y creen que va para el cielo
todo muerto de velorio,
con Horas Santas y ruegos
de falsos profetas todos.
Pretenden llegar al cielo
con juegos de azar y mentiras;
allá de blanco es su anhelo,
en la tierra prometida.
Pocos dejan los caminos
de placeres y pecados,
pocos retienen consigo
la verdad de los salvados.
No quieren cambiar de vida,
le temen a la sociedad.
Que dirá nuestra familia
si cambio yo mi pensar?
Cobardes e indecisos
se pierden de esta manera,
y en su pecado enfermizos
la muerte eterna les espera.
Rechazaron la verdad,
y escogen mejor las fábulas;
se visten de impiedad,
no les gusta la Palabra.
Toda una vida entera
se negaron al llamado,
del Espíritu que espera
que nadie sea condenado.
Ojalá no sea tarde
para a Jesús aceptar,
y después busques en balde
sin poderlo ya encontrar.
De que le vale al hombre
tener todo en este mundo,
si allá será él muy pobre
con el infierno seguro.
Y en esa hora querrás
andar el camino santo,
mas tarde tu buscarás
lo que rechazaste tanto.
La Biblia te enseña el camino
y tienes el libre albedrío,
mas Cristo te quiere consigo,
El llenará tu vacío.
Espero opiniones, no importa que sean de quien se sienta aludido.
Lo que acaba de leer el lector es un pequeño fragmento del libro SALID DE ELLA, PUEBLO MIO, de Félix Lantigua Paulino.
Visualice pronto su versión completa en Internet.
[email protected]
Si te identificas con este mensaje, quizás sientas el deseo de llevarle una copia de él a quien lo creas propicio. Ojalá sientas esto.