REFLEXIONANDO EN VACACIONES

11 Diciembre 2007
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El verano con sus días largos y calurosos y sus noches tranquilas y serenas, te invitan a salir al campo, acercarte al mar o subir a la sierra y dejarte embriagar por el olor a mies trillada, a hierbabuena y a flores con perfume a universo en paz.

Y en uno de esos anocheceres hermosos, dorados y serenos que nos ofrece el verano, me tumbé en la hamaca y mirando las estrellas me preguntaba, cuantos leerían los artículos que escribo desde hace bastantes años y que envío regularmente a foros y revistas cristianas.
Ni lo sé ni creo que lo sepa nunca, aunque con bastante frecuencia recibo mensajes que me estimulan para seguir adelante.

En cualquier caso, confirmo que siempre me he sentido acompañado en ésta mi aventura, aunque me sentiría muy feliz sabiendo que al menos a una sola persona le hayan sido útiles mis reflexiones. O simplemente haber podido ayudar a alguien a encontrar un poco de esa fe que hubiese extraviado.
En definitiva haber logrado un poco de felicidad para entender mejor al mundo que nos rodea o simplemente para enfrentarse a la vida con más coraje.

Aunque tengo ser completamente honesto para comentar que cuando escribo estos artículos y cuento bonitas historias de buenas gentes, suelo recibir mensajes de amigos que me dicen que eso que cuento o son fábulas que yo me invento o casos extrañísimos que suceden tristemente muy de tarde en tarde. Porque según ellos lo normal entre los hombres suele el egoísmo mondo y lirondo.

Así las cosas, es triste pensar que solo existe todo aquello que nos cuentan, aunque la realidad nos diga que si ponemos en el platillo de una balanza, todos los actos de egoísmo y en el otro los gestos de amor y de solidaridad, el medidor con total seguridad, se inclinará hacia los segundos.

Para mi forma de entender la vida, la normalidad se basa en el amor, la solidaridad y la bondad realizada en el interior de cada persona, aun cuando creamos que esta reflexión no tiene significado digno de alabanza alguna.

Por otra parte, quizás lo que puede suceder es que yo como uso gafas desde hace muchos años, tal vez vea con más claridad los gestos de solidaridad y de amor que a menudo pasan por mi vida y sin embargo no logre la claridad suficiente para detectar los de insolidaridad.

En fin vivir… para ver.
 
Re: REFLEXIONANDO EN VACACIONES

Hola Manchego.

Facundo Cabral decía "que el bien es mayor que el mal, pero se nota menos" Creo que en este mundo vemos con mayor facilidad los gestos mezquinos y egoístas, que la solidaridad y la bondad. Estos dos últimos valores hay que cultivarlos para hacer del mundo un mejor sitio para vivir.

Usted ha sembrado con sus aportes, ha edificado, ha invitado a reflexionar y estoy segura que también ha traído alegrías y bendiciones a corazones necesitados.

La palabra es un valioso y precioso instrumento, a través del cual se transmiten ideas y sentimientos que edifican y sanan, pero lamentablemente algunos la usan para dañar.

No se quite las gafas y siga viendo con su corazón, porque inspira confianza y calidez a todo aquel que se le aproxime.

Dios lo bendiga y hasta otra ocasión.
 
Re: REFLEXIONANDO EN VACACIONES

Muchas gracias Paula por su bella contestación a mi sencillo pero sincero artículo.
Desde Madrid (España) le envío mi sincero apretón de manos.