EL AMOR Y LA AMISTAD
VIVENCIAS
En nuestra diaria convivencia con los demás seres humanos, sentimos un profundo llamado a descubrir al otro, a buscarle y a brindarle eso que se llama amistad. Si nos encerramos en nosotros mismos, seremos como los que pretenden vivir sin aire y acaban asfixiado en su soledad. Si, en cambio, nos abrimos al semejante, nos preocupamos de conocer su vivencias, respiraremos a todo pulmón el aire puro la autentica amistad. Descubrimos a si que solamente nosotros tenemos nuestra vivencias, sino que los otros tienen sus propias vivencias, que nos ayudan a conocer un conjunto de cosas que nunca lo habríamos imaginados solos: Generosidad, fuerza y riqueza interior, etc., Además, esto nos ayuda a entender mejor la importancia de la presencia nuestra en esta planeta Tierra.
De hecho tenemos amigos en la Universidad, en el trabajo, en la iglesia, somos muchos los que nos conocemos, como las estrellas del cielo, tan cerca las unas de las otras, que pareciera ser sola una cosa, sin embargo, como las estrellas, nos encontramos a menudo muy lejos los unos de los otros, y pero aun, indiferentes, egoístas los unos con los otros. Todo esto quizás porque no nos encontramos, no nos relacionamos suficientemente. !Y pensar que pertenecíamos a la misma familia antes de nuestra llegada a nacer en la Tierra!
En la medida que vamos creciendo, en que maduramos, en el que salimos de la cascara de nuestro mundo particular, para abrirnos al mundo de los otros, nos damos cuenta de que nuestras vivencias están relacionadas y depende en mayor o menor grado en las vivencias de otros. En efecto, no podemos prescindir los unos de los otros, nos necesitamos mutuamente. Es lindo estar juntos, da gusto formar grupos, con nuestro amigos. Vale la pena para conocerse, aceptarse y ayudarse mutuamente, para entender el valor de la amistad. Nosotros en nuestro grupo tenemos que conocernos, hacernos amigos, caminar juntos y no empujar el grupo unos por un lado y otros por el otro lado, por el contrario, tirar todos juntos en la misma dirección. Desde el lugar que nos encontramos, es decir desde nuestro entorno, deseamos mirar juntos a nuestro alrededor, para ver lo que podemos hacer para mejorar este mundo; los demás nos ayudan a descubrir que, alrededor nuestro, hay todo un mundo que crece, un mundo que no solamente esta allí, para darnos algo, sino para ofrecerles. Es un mundo que nos necesita.
En la medida que crecemos a ser consecuentes al amor y la justicia, nos damos cuenta que tenemos que ser para los demás. Crecer, madurar, hacernos personas, es hacer de nuestro vida una 'ventana abierta al mundo' , darnos cuenta de que los otros existen, que también ellos tienen sus vivencias, y que por lo tanto debemos todos juntos construir un mundo real de amor.
infinito
VIVENCIAS
En nuestra diaria convivencia con los demás seres humanos, sentimos un profundo llamado a descubrir al otro, a buscarle y a brindarle eso que se llama amistad. Si nos encerramos en nosotros mismos, seremos como los que pretenden vivir sin aire y acaban asfixiado en su soledad. Si, en cambio, nos abrimos al semejante, nos preocupamos de conocer su vivencias, respiraremos a todo pulmón el aire puro la autentica amistad. Descubrimos a si que solamente nosotros tenemos nuestra vivencias, sino que los otros tienen sus propias vivencias, que nos ayudan a conocer un conjunto de cosas que nunca lo habríamos imaginados solos: Generosidad, fuerza y riqueza interior, etc., Además, esto nos ayuda a entender mejor la importancia de la presencia nuestra en esta planeta Tierra.
De hecho tenemos amigos en la Universidad, en el trabajo, en la iglesia, somos muchos los que nos conocemos, como las estrellas del cielo, tan cerca las unas de las otras, que pareciera ser sola una cosa, sin embargo, como las estrellas, nos encontramos a menudo muy lejos los unos de los otros, y pero aun, indiferentes, egoístas los unos con los otros. Todo esto quizás porque no nos encontramos, no nos relacionamos suficientemente. !Y pensar que pertenecíamos a la misma familia antes de nuestra llegada a nacer en la Tierra!
En la medida que vamos creciendo, en que maduramos, en el que salimos de la cascara de nuestro mundo particular, para abrirnos al mundo de los otros, nos damos cuenta de que nuestras vivencias están relacionadas y depende en mayor o menor grado en las vivencias de otros. En efecto, no podemos prescindir los unos de los otros, nos necesitamos mutuamente. Es lindo estar juntos, da gusto formar grupos, con nuestro amigos. Vale la pena para conocerse, aceptarse y ayudarse mutuamente, para entender el valor de la amistad. Nosotros en nuestro grupo tenemos que conocernos, hacernos amigos, caminar juntos y no empujar el grupo unos por un lado y otros por el otro lado, por el contrario, tirar todos juntos en la misma dirección. Desde el lugar que nos encontramos, es decir desde nuestro entorno, deseamos mirar juntos a nuestro alrededor, para ver lo que podemos hacer para mejorar este mundo; los demás nos ayudan a descubrir que, alrededor nuestro, hay todo un mundo que crece, un mundo que no solamente esta allí, para darnos algo, sino para ofrecerles. Es un mundo que nos necesita.
En la medida que crecemos a ser consecuentes al amor y la justicia, nos damos cuenta que tenemos que ser para los demás. Crecer, madurar, hacernos personas, es hacer de nuestro vida una 'ventana abierta al mundo' , darnos cuenta de que los otros existen, que también ellos tienen sus vivencias, y que por lo tanto debemos todos juntos construir un mundo real de amor.
infinito