CIUDAD DE MÉXICO - El Vaticano afirmó que no investiga las acusaciones de que el padre Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo, abusó sexualmente de seminaristas hace más de 30 años, ya que no encontró elementos para demostrar que incurrió en estos delitos.
Bendicto XVI, en el silencio
Los Legionarios de Cristo, orden religiosa que encabezaba Maciel, informaron que la Santa Sede les notificó acerca del estatus del caso en torno al sacerdote mexicano.
"No se está llevando a cabo ninguna investigación y no se prevé que haya una en el futuro", dijo el lunes el reverendo Ciro Benedettini, portavoz del Vaticano.
Benedettini dijo que desconocía cuándo se tomó una decisión sobre el caso, y el Vaticano no explicó las razones que la justificaron.
Cinco meses antes de que el cardenal alemán Joseph Ratzinger se convirtiera en el Benedicto XIV, el ahora pontífice había ordenado investigar de nuevo las denuncias de pedofilia contra el sacerdote mexicano Marcial Maciel, quien en 1998 fue acusado de abusar sexualmente a jóvenes seminaristas.
El padre Maciel, ahora de 85 años, estuvo al frente de la organización Legionarios de Cristo, y hoy protagoniza uno de los mayores escándalos sexuales de la Iglesia Católica en América.
La polémica entorno a los supuestos abusos de Maciel sigue dando de qué hablar a pesar de que las acusaciones se realizaron ante el Vaticano hace siete años. Los seguidores del controvertido cura, por su parte, hacen campañas de apoyo para limpiar la honra de su líder.
Cuando surgió la imputación inicial en 1998, nueve miembros de su congregación hablaron de que Maciel les sodomizaba además de pedirle que lo masturbaran, durante los años 40, 50 y 60. Aunque, datos de la agencia italiana Adista, comentan que el primer caso se dio en 1941 (año de la fundación de los Legionarios), pero en ese momento se tomó como un malentendido.
Las denuncias, que estaban en el congelador fueron reabiertas en diciembre del 2004 por el propio Ratzinger, cuando aún se desempeñaba como prefecto de la Congregación de la Doctrina para la Fe ex Santo Oficio, pocos meses antes de que muriera Juan Pablo II.
Esto provocó que las heridas se abrieran y comenzaran de nuevo las investigaciones. La congregación decidió entrevistar a las presuntas víctimas del cura Maciel, aunque éste en repetidas ocasiones ha insistido en que las acusaciones son falsas.
No obstante, Votos de silencio, publicado en 2004 por los columnistas Jason Berry y Gerald Renner (ambos del diario The New York Times) el tema de los supuestos actos de abuso de Maciel vuelve a relucir y afirman de que Ratzinger en cierto modo trató de incubirlo.
Supuestamente, según Berry y Renner, en el pasado Benedicto XVI presuntamente había manifestado que las noticias sobre abuso sexual por parte de religiosos eran una campaña de los medios informativos para desprestigiar a la Iglesia Católica.
Los autores infieren, sin embargo, que ahora como Papa, Benedicto XVI podría continuar investigando las denuncias de abuso dentro de la Iglesia, sobre todo aquellas que rodean al padre mexicano.
"El hecho de que la investigación a Maciel haya sido reabierta debe traer un poco de esperanza a las víctimas del abuso", expresó Berry en el diario estadounidense.
Pero las víctimas siguen sin creer que la justicia alcanzará al sacerdote mexicano.
"En esto yo tengo mis razones de escepticismo", relató José Barba, una de las presuntas víctimas de Maciel. "No por completo, pero no soy ingenuo para creer que todo va a salir muy bien (...)".
La interrogante que actualmente rodea el escándalo es por qué el Vaticano y principalmente Ratzinger no hizo nada cuando se destapó públicamente el abuso en 1998.
"El cardenal Ratzinger le dijo en 1999 a un obispo mexicano que no era prudente actuar en contra de Maciel, un hombre que había aportado tantos jóvenes al sacerdocio", escribió Berry.
El autor añadió en su libro, que otras de las razones por lo que Maciel nunca fue tocado se debió también a que Maciel siempre tuvo una gran amistad con el fallecido Papa, Juan Pablo II.
"El cardenal Ratzinger le dijo en 1999 a un obispo mexicano que no era prudente actuar en contra de Maciel, un hombre que había aportado tantos jóvenes al sacerdocio", escribió Berry.
tomado de: Univision.com
Bendicto XVI, en el silencio
Los Legionarios de Cristo, orden religiosa que encabezaba Maciel, informaron que la Santa Sede les notificó acerca del estatus del caso en torno al sacerdote mexicano.
"No se está llevando a cabo ninguna investigación y no se prevé que haya una en el futuro", dijo el lunes el reverendo Ciro Benedettini, portavoz del Vaticano.
Benedettini dijo que desconocía cuándo se tomó una decisión sobre el caso, y el Vaticano no explicó las razones que la justificaron.
Cinco meses antes de que el cardenal alemán Joseph Ratzinger se convirtiera en el Benedicto XIV, el ahora pontífice había ordenado investigar de nuevo las denuncias de pedofilia contra el sacerdote mexicano Marcial Maciel, quien en 1998 fue acusado de abusar sexualmente a jóvenes seminaristas.
El padre Maciel, ahora de 85 años, estuvo al frente de la organización Legionarios de Cristo, y hoy protagoniza uno de los mayores escándalos sexuales de la Iglesia Católica en América.
La polémica entorno a los supuestos abusos de Maciel sigue dando de qué hablar a pesar de que las acusaciones se realizaron ante el Vaticano hace siete años. Los seguidores del controvertido cura, por su parte, hacen campañas de apoyo para limpiar la honra de su líder.
Cuando surgió la imputación inicial en 1998, nueve miembros de su congregación hablaron de que Maciel les sodomizaba además de pedirle que lo masturbaran, durante los años 40, 50 y 60. Aunque, datos de la agencia italiana Adista, comentan que el primer caso se dio en 1941 (año de la fundación de los Legionarios), pero en ese momento se tomó como un malentendido.
Las denuncias, que estaban en el congelador fueron reabiertas en diciembre del 2004 por el propio Ratzinger, cuando aún se desempeñaba como prefecto de la Congregación de la Doctrina para la Fe ex Santo Oficio, pocos meses antes de que muriera Juan Pablo II.
Esto provocó que las heridas se abrieran y comenzaran de nuevo las investigaciones. La congregación decidió entrevistar a las presuntas víctimas del cura Maciel, aunque éste en repetidas ocasiones ha insistido en que las acusaciones son falsas.
No obstante, Votos de silencio, publicado en 2004 por los columnistas Jason Berry y Gerald Renner (ambos del diario The New York Times) el tema de los supuestos actos de abuso de Maciel vuelve a relucir y afirman de que Ratzinger en cierto modo trató de incubirlo.
Supuestamente, según Berry y Renner, en el pasado Benedicto XVI presuntamente había manifestado que las noticias sobre abuso sexual por parte de religiosos eran una campaña de los medios informativos para desprestigiar a la Iglesia Católica.
Los autores infieren, sin embargo, que ahora como Papa, Benedicto XVI podría continuar investigando las denuncias de abuso dentro de la Iglesia, sobre todo aquellas que rodean al padre mexicano.
"El hecho de que la investigación a Maciel haya sido reabierta debe traer un poco de esperanza a las víctimas del abuso", expresó Berry en el diario estadounidense.
Pero las víctimas siguen sin creer que la justicia alcanzará al sacerdote mexicano.
"En esto yo tengo mis razones de escepticismo", relató José Barba, una de las presuntas víctimas de Maciel. "No por completo, pero no soy ingenuo para creer que todo va a salir muy bien (...)".
La interrogante que actualmente rodea el escándalo es por qué el Vaticano y principalmente Ratzinger no hizo nada cuando se destapó públicamente el abuso en 1998.
"El cardenal Ratzinger le dijo en 1999 a un obispo mexicano que no era prudente actuar en contra de Maciel, un hombre que había aportado tantos jóvenes al sacerdocio", escribió Berry.
El autor añadió en su libro, que otras de las razones por lo que Maciel nunca fue tocado se debió también a que Maciel siempre tuvo una gran amistad con el fallecido Papa, Juan Pablo II.

"El cardenal Ratzinger le dijo en 1999 a un obispo mexicano que no era prudente actuar en contra de Maciel, un hombre que había aportado tantos jóvenes al sacerdocio", escribió Berry.

tomado de: Univision.com